sábado, 18 de febrero de 2012

El Primer Carnaval Civilizado de Caracas

El carnaval es una fiesta donde se puede apreciar claramente el grado de cultura y de ingenio de un pueblo. Caracas en esto se iba  superando. Ya no se jugaba como antaño, con agua, harina, almidón o azulillo. No, el agua era de colonia, los polvos de arroz, las serpentinas, los confetis, y caramelos reemplazaron a aquéllos.

Primer Carnaval Organizado

En el mes de febrero de 1873 se tiene como la etapa inaugural del propiamente Carnaval Venezolano. Ejercía la primera Magistratura el General Antonio Guzmán Blanco, quién había insinuado en conversaciones privadas la conveniencia y su deseo de ver sustituido el bárbaro juego "que echaba por tierra todo miramiento culto y de respeto, por diversiones digna de una ciudad civilizada"

La Parroquia Altagracia fue la primera en secundar la iniciativa presidencial elaborando un programa de festejos carnavalescos extraordinariamente hermoso, en el pueblo caraqueño en general, tuvo eco la idea del Presidente Guzmán Blanco. Señalan testimonios de esos días: " que la ciudad que en épocas semejantes tomaba el aspecto más triste y desconsolador, se entregó a todo género de fiestas y regocijos. Como por encanto, al amanecer del domingo se vieron flotar en las ventanas gran número de banderas. En lugar de agua e inmundicias como en años anteriores, caía sobre el transeúnte una lluvia de flores, dulces y perfumes. Máscaras de aspecto que recorría toda la escala de lo grotesco paseaban por la ciudad. "

Inicióse así el Carnaval,  continuando en los días siguientes con la mayor animación. Era un mundo de locura, poblado de seres muy cuerdos. Numerosas comparsas, unas a pie, otras a caballo llenaban las calles y recibían  el saludo de las bellas en forma de ramilletes, nubes de dorados o plateados papelillos y finas esencias. Comprendían los disfraces diversas gamas: pintorescos y picaros algunos, raros e ingeniosos otros, muchos de lujo y belleza. Montando asnos y pollinos se venían ancianas que hablaban de sus amores de juventud. Viudas reincidentes. Solteras empedernidas. Casadas casquivanas. Luego las comparsas de los médicos  y de los abogados. Los Generales. La de los fantasmas., evocadoras de tiempos idos. Disfraces de farol, de torre de la Catedral, de Sauce, de plátanos y macollas.  Damas con peinados antiguos. Escuchábanse chistes y conversaciones donde brillaban la gracia picaresca del caraqueño y las más divertidas ocurrencias.

La prensa de entonces reseñó " La ciudad demostró que quería y estaba resuelta a convertir las carnestolendas del coloniaje en verdaderos carnavales. La capital se transformó como por encanto, y en vez de lúgubre aspecto con que aparecía antes de aquellos días., banderas de todas las naciones flameaban en las puertas y ventanas de todas las casas".

Para el año de 1874 , además del programa oficial  elaborado, cada parroquia tuvo el suyo que incluía carreras de cintas, iluminación y adornos de frentes de las casas, comparsas, disfraces y participación en la carrera principal.

 Seis cañonazos disparados a las 6 de la mañana del domingo de carnaval, indicaban que había comenzado éste. De 2 a 6 pm tendría lugar el gran desfile en toda la calle de los Bravos (después de Calle Real de Candelaria) y a él recurrían los disfraces a pie, a caballo o en carruaje. Se jugaría carnaval con flores, cintas, grageas, papelillos, perfumenes y dulces.  El martes al finalizar  frente a la Plaza Bolívar con acompañamiento de marcha fúnebre se procedía a la quema de la grotesca "efigie del antiguo carnaval "  bailando en calles y plazas y avenidas la muchedumbre con la cual concluyó el festejo.

Celebrando el  Carnaval 



La Plaza Bolívar recién inaugurada la Estatua Ecuestre del Libertador
Guzmán Blanco 

Fuente: Reminiscencias de José García de la Concha 1962
y Estampa Caraqueña de Graciela Schael. 1975

viernes, 17 de febrero de 2012

Carnaval de 1957 en imagenes

Notas de la Revista Momento de 1957

Concurso de Carrozas
1957

Orquestas y Bailes
1957

Publicidad Pepsi
1957
Carnaval

Reina del Carnaval de la FAN
1956


Carnaval de 1956
desde el Calvario

Carnaval de 1956
Tal vez Avenida Urdanta
o El Silencio

2 Reinas 200 mil disfraces
y un ratón de 8 días
el Carnaval de 1956

La Miss Mundo


En el Silencio

Carroza alegórica al Ávila

Reina Pepsi
1957

Desde el Circulo Militar

Imagenes del Carnaval a través del tiempo

Comparto los aportes que usuarios han enviado a Caracas en Retrospectiva ( facebook) sobre el Carnaval













Notas del Carnaval Caraqueño

De lo investigado en la hemeroteca y diversos libros de la vieja Caracas, especialmente aquellos escritos por los vaijeros del Siglo XVIII y proncipios del pasado sus anedoctas en la ciudad, he encontrados las siguientes notas:

Con la llegada del Obispo Diez Madroñero a Caracas, en el siglo XVIII, los carnavales se convirtieron en tres días de rezos, rosarios y procesiones, por considerar el Obispo que eran fiestas pecaminosas.


Al arribar el Intendente José Abalos, volvió nuevamente el carnaval a Caracas, aunque de forma más refinada, celebrándose con comparsas, carrozas, arroz y confites, dejándole a los esclavos y a la plebe los juegos con agua y sustancias nocivas.


El juego del Carnaval con agua, harina y otras sustancias nocivas, era de una violencia considerable, además de los bailes callejeros, entre los que resaltaban el fandango, la zapa y la mochilera que permitían entre hombres y mujeres contactos físicos inaceptables para la moral entonces vigente.



Durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco, se celebraron elegantes celebraciones. Este presidente se propuso acabar con la constante agresión del carnaval con agua y darle paso, a través de la celebración, a un carnaval con numerosas comparsas y fiestas de disfraces. Durante el mandato de Guzmán Blanco, la fiesta adquirió características diferentes, se pretendió sustituir la ya arraigada forma de jugar con agua, por confettis y perfumes.

Ya en 1866 se quejaban. En una suerte de Correo del Pueblo para dar tribuna a la ciudadanía, El Federalista transcribía en su número 747 —con el título Carnestolendas— las palabras de un muy molesto Benigno Goya, a propósito de la inminente llegada del carnaval y la muy odiosa tradición de la guerra de agua: “Se acercan esos olvidados días en que toda persona que se estime tiene que privarse de salir a la calle, en atención a que, según parece, nuestros abuelos acordaron que en el año debían tratarse las personas con consideración durante trescientos sesenta y dos días, y los restantes faltarse el respeto, lo cual no es muy apetecible; según el decir de muchos, las palabras ‘carnes tollendas’ (carnes quitadas) quieren decir abuso; esto es, echarle agua a toda persona que se encuentre fuera de su casa; porque, según ellos, ‘son días de eso’; mas como se ve, las mencionadas palabras latinas no autorizan a tanto; y desearíamos que el ciudadano Prefecto aboliese, o por lo menos restringiese en la capital ese abuso que impropiamente se llama juego, y que, bien mirado, no es otra cosa que una fuente de desórdenes y delitos”. Como se ve, la queja no es de ahora.
Imagen de Viejas Fotos Actuales
Circa 1915

1914


Niña China 1919


Del viejo carnaval llegó a decir que por su culpa “Caracas tenía que cerrar sus puertas y ventanas, la autoridad las fuentes públicas y la familia que esconderse para evitar ser víctima de la turba invasora”. Cosa muy distinta a las palabras que le dedicó al nuevo carnaval caraqueño, más concretamente aquel que según sus cuentas se conoció a partir de 1878, año en el que Antonio Guzmán Blanco le dio paso (aunque por un período muy breve) al general Francisco Linares Alcántara, comenzando así en Caracas y otros puntos del país la era de las fastuosas fiestas del rey Momo con esos aires cosmopolitas y parisinos legados por “El Ilustre Americano”.
Así llegó al siglo XX la tradición en Venezuela con carrozas, disfraces, bailes populares y en salones refinados. A mediados de los años cincuenta y hasta finales de los sesenta, apareció un nuevo elemento: las famosas «negritas», quienes escondían la identidad en el disfraz para disfrutar sin complejos de la festividad.

En tiempos de Gómez, los carnavales eran un alarde de solemnidad y todos salían a la calle a ver los desfiles, cual si se tratara de una procesión.

Durante la dictadura de Pérez Jiménez, las fiestas eran de gran tronío en calles, templetes, clubes y hoteles. Miles de mujeres disfrazadas de negritas acudían al grito de llamada que decía "en el Ávila es la cosa". Por lo menos, 40 orquestas extranjeras visitaban la ciudad. No había desorden y todos los días se protagonizaban desfiles por las calles de la ciudad. La gente se apostaba en las aceras y gritaban “aquí es, Aquí es” esperando recibir caramelos de los carros y carrozas.


Leo Matiz 1952



Entre los años 60 y 80 las fiestas de carnaval se fueron enfriando en Caracas y quedaron sólo para los niños, Sin embargo en la mayoría de los pueblos esta fiesta ha conservado su tradición.


Aquellos tiempos

El historiador Arístides Rojas, recordando los carnavales caraqueños de 1700, dice que "la ciudad tenía que cerrar puertas y ventanas, las autoridad, las fuentes públicas y la familia debían esconderse para no ser víctimas de la turba invasora. La noches del Carnaval de entonces eran lúgubres y la ciudad parecía un campo desolado". Hoy, lo parece también, pero por la delincuencia imperante. Ya en Caracas, no hay carnavales.

El juego del Carnaval con agua, harina y otras sustancias nocivas, era de una violencia considerable, además de los bailes callejeros, entre los que resaltaban el fandango, la zapa y la mochilera que permitían entre hombres y mujeres contactos físicos inaceptables para la moral entonces vigente.

Gobierno tras gobierno

En cada gobierno se ha protagonizado un carnaval diferente. En tiempos de Gómez y tal como lo cuenta el escritor Salvador Garmendia, los carnavales eran un alarde de solemnidad y todos salían a la calle a ver los desfiles, cual si se tratara de una procesión.

Durante el mandato de Guzmán Blanco, la fiesta adquirió características diferentes, se organizaron desfiles de disfraces, comparsas, carrozas y concursos y se pretendió sustituir la ya arraigada forma de jugar con agua, por confettis y perfumes.

Durante la dictadura de Pérez Jiménez, las fiestas eran de gran tronío en calles, templetes, clubes y hoteles. Miles de mujeres disfrazadas de negritas acudían al grito de llamada que decía "en el Ávila es la cosa". Por lo menos, 40 orquestas extranjeras visitaban la ciudad, todos los días se protagonizaban desfiles por las calles de la ciudad.


Si algo se evidencia al revisar las páginas que narran las glorias de nuestros carnavales, es ese sentimiento de nostalgia por tiempos que no volverán. Aunque las antipáticas comparaciones no son de ahora. Lea y vea aquí cómo es que desde siempre los venezolanos han volteado su mirada hacia fiestas de anteayer que nunca fueron superadas por las de ayer, y así sucesivamente

sábado, 11 de febrero de 2012

Peregrinación de la Virgen de Lourdes


El Padre Machado y la Peregrinación de la Virgen de Lourdes

La historia de Maiquetía seria incompleta si no se nombra al padre Machado al cuál se le debe la creación de la plaza el Cristo, plaza Lourdes y el Hospital San José, el mas antiguo de Venezuela.

Además  se le debe el primer culto a Nuestra señora de Lourdes que se concretó fuera de Europa . Realizándose una peregrinación por el camino de los españoles desde la iglesia de la Pastora hasta la Gruta en Maiquetía. Todas estas iniciativas impulsaron el desarrollo de Maiquetía por eso aun a 70 de su fallecimiento aun se le estima mucho a este hombre de Dios. 

La peregrinación anual de la Virgen de Lourdes que se hace partiendo a pie de La Pastora, en Caracas, hasta la iglesia San Sebastián, en Maiquetía (aproximadamente 16 km) comienza generalmente a las 5:30 de la mañana.

Cientos de fieles inician  el recorrido por el llamado Camino Real de los Españoles, entre rezos y cánticos, llevando la imagen de la Virgen de Lourdes, y pasando por todas las ruinas coloniales del Fortín San Joaquín, Castillo Negro, Posada de La Venta, Hacienda Guayabal, Fortín de El Salto y los caminos empedrados.

Este acontecimiento popular religioso, llevado a cabo por primera vez el 8 de febrero de 1884, fue concebido y organizado por el padre Santiago Machado, figura ya legendaria de la historia maiquetieña, quien fue el primero en llevar la imagen a través del camino de Los Españoles desde La Pastora hasta La Guaira.

Con 128 años de historia, esta peregrinación se ha cumplido anualmente, exceptuando pocas interrupciones. La más reciente,  producida por el deslave de 1999.

Esta fiesta religiosa moviliza tradicionalmente a miles de feligreses desde distintos puntos de la geografía nacional que al final de la jornada se congregan en la plaza de Lourdes, un terreno ubicado al norte de la iglesia de San Sebastián.



LA PLAZA LOURDES 
Maiquetía

Con la intención de construir un monumento al aire libre de la virgen de Lourdes, el padre Machado compra varias viviendas humildes que estaban ubicadas frente a la iglesia. Siendo la iglesia ya dueña de esas tierras, el padre manda a abrir las calles que van de norte a sur, esto contribuyó a darle vida al centro de Maiquetía y a que se desarrollara allá una zona comercial. Abiertas las calles, el padre vendía los terrenos que no le interesaban para obtener fondos y realizar su futuro proyecto. Con mucho esfuerzo y pidiéndole a sus feligreses la contribución necesaria, fue inaugurada esta plaza el 21 de Febrero de 1902 con una linda imagen en todo el centro de la Virgen de Lourdes.
En la segunda década de este siglo, el padre Machado decide cercar la plaza, porque ve con desagrado que alrededor de la misma estaban instalando varios botiquines, no cónsonos con el sagrado lugar. Para este trabajo contrata varios obreros, pero una comisión del Concejo Municipal, le ordena parar los trabajos, alegando que la plaza tenía más de diez años al servicio público y que por ley era propiedad del Municipio. Ante esta lección, el padre Machado decide cercar inmediatamente la  plaza Jerusalén para evitar sucediera lo mismo. Y esta es la razón  por la cual, la plaza Jerusalén está cerrada y la plaza Lourdes no.




Imagenes: VFA y FUNDHEA 
Reseña gracias a los datos de mi amigo Derbys López

En un avión de Aeropostal

En un avión de Aeropostal

Por Milagros Socorro

En el verano de 1958 Eleazar López Contreras tenía 75 años. Había nacido en Queniquea, Táchira, el 5 de mayo de 1883.

Su padre, el coronel Manuel María López, era un caraqueño descendiente de notable familia valenciana. En 1882 se casa con Catalina Contreras, hermana del presbítero Fernando María Contreras, pero el matrimonio duraría muy poco. Antes de nacer su hijo Eleazar, el coronel López tiene que salir del pueblo a toda carrera por intrigas políticas. Y poco después fallece en Cúcuta de fiebre amarilla. Tenía 30 años y falleció sin llegar a conocer a su único hijo, quien encontraría una figura paternal en su tío, el cura Contreras, un tutor atento y vigilante que se ocupó muy especialmente de su educación y de que el muchachito huérfano templara el carácter y la voluntad en una disciplina férrea.

La historia de Venezuela nos dice que un año después de recibir el título de Bachiller en Ciencias Filosóficas, en el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús, en La Grita, dirigido por monseñor Jesús Manuel Jáuregui, en 1898, el joven Eleazar ya está combatiendo al gobierno de Ignacio Andrade, en las huestes del general Cipriano Castro. Y no sería un combate aislado. Participa en varias batallas en calidad de Ayudante Adjunto del batallón Libertador; y en la de Tocuyito recibiría una herida que lo sacó del campo para enviarlo en repetidas ocasiones al quirófano.

Cuando Andrade sale del poder y Castro se instala en el Capitolio con un programa de gobierno sintetizado en el lema “nuevos hombres, nuevos ideales y nuevos procedimientos”, se abre para López Contreras un destino de intensa actividad militar y cargos de relevancia variable pero siempre con tendencia ascendente, que se inicia a sus 17 años, cuando se convirtió en edecán del presidente de la República.

A partir 1915 se catapulta su carrera como oficial del Ejército. En 1923 es ascendido al grado de general de brigada y se le otorga el mando de la Guarnición de Caracas. Adquiere experiencia militar y conocimiento técnico y profesional, al tiempo que se hace un experto en intrigas palaciegas. A la muerte del general Gómez, en diciembre de 1935, López Contreras, entonces ministro de Guerra y Marina, es investido como Encargado del Poder Ejecutivo por el gabinete ministerial, que reconoce en él un “liderazgo indiscutible frente al país y el Ejército”.

Una vez convertido en presidente de la República, López Contreras acorta su mandato y en 1941 ya está entregando el coroto a Isaías medina Angarita, quien no concluiría el suyo porque el golpe de octubre de 1945 lo depone del poder. La Junta Revolucionaria dicta una resolución en la que se acusa a los principales funcionarios de los gobiernos de López y Medina –éstos incluidos- de haber incurrido en enriquecimiento ilícito. Tras un juicio al parecer poco ajustado a la ley, se le detiene durante un mes y se le expulsa de Venezuela.

En medio de grandes dificultades económicas, López sale exiliado hacia Miami y tres años después marcha a Nueva York. Regresaría el año 51 y un año después se establecería definitivamente en Caracas hasta su muerte a edad provecta.

Esta foto, que muestra un insólito López Contreras sonriente, no tiene ninguna relación con ese viaje intempestivo al destierro. Tampoco es exactamente una travesía turística, aunque lo acompaña su esposa y una de sus nietas.
La imagen fue captada en la cabina de una avión de Aeropostal donde, casualmente, se encontraba un fotógrafo de prensa, que con los reflejos propios del oficio captó el momento en que el llamado precurso de la democracia se arrellanaba en su butaca para emprender viaje a Nueva York.

A su lado se encuentra su esposa María Teresa Núñez, quien vino a constituir su tercer y último enlace matrimonial. María Teresa era hija del científico monaguense Manuel Núñez Tovar, según el Diccionario de Historia de Venezuela de Fundación Empresas Polar, “médico, naturalista, investigador y escritor, entomólogo y parasitólogo. […] Ha sido considerado como el primer entomólogo venezolano y su nombre lo llevan, además de varias especies de mosquitos descubiertos por él, un liceo y el Hospital Universitario de Maturín”.

Cuando María Teresa era una jovencita, la familia estaba instalada en Maracay, donde su padre, el médico investigador, había recibido el nombramiento de médico de brigada, adscrito a la guarnición de la capital aragüeña.

Un día, Eleazar López Contreras fue a Maracay como edecán de Gómez y en la residencia de la familia le fue presentada la joven hija del doctor Núñez, a quien el circunspecto oficial superaba en edad por 30 años. Ya López Conteras tenía dos matrimonios en su haber. Tal como apunta la historiadora Clemy Machado de Acedo, autora del volumen dedicado a López Contreras en el conjunto de la Biblioteca Biográfica Venezolana, éste se había casado por primera vez con Luz María Wolkmar, descendiente de austriacos avecindados en Puerto Cabello, con quien tuvo seis hijos. Al enviudar contrae nupcias con Luisa Elena Mijares, de quien se divorciaría sin tener descendencia. Es por esto que estaba soltero cuando conoció a María Teresa Núñez durante un día de playa en Ocumare de la Costa. Rápidamente se comprometieron y se casaron en julio de 1934. De este matrimonio nacerían Mercedes Enriqueta, conocida como Checheta y quien se convertiría en una respetada médica, y María Teresa, apodada Maruja.





La foto muestra al general López Contreras en apariencia relajado, feliz de tener a su nieta sentada en su rodillas, y empuñando una caja de chicle Adams casi en actitud publicitaria. No hubo tal, naturalmente. La verdad es que el general tenía constantes molestias en el oído izquierdo (su lado dominante era el derecho), desde que en su juventud fue pateado por una mula cuando venía de los Andes en dirección a Caracas a hacer lo que se ha llamado la Revolución Liberal Restauradora, a cuya cabeza estuvo desde sus inicios Cipriano Castro al mando de sesenta hombres justos: “Así que disponemos de 58 hombres; y el General Gómez y yo somos 60…” había resumido Cipriano Castro.

Entre esos 58 hombres se encontraba el bisoño Eleazar, quien integraba la asonada restauradora iniciada el 23 de mayo de 1899 en los márgenes del Río Táchira hasta llegar victoriosa, cinco meses después, a Caracas, el 22 de octubre de 1899. El bachiller confundido en la mesnada llegó glorioso pero con un terrible dolor de oídos por haberse interpuesto en la ruta de una coz. Nunca se libraría del todo de esa molestia, que se acentuaba cuando volaba, sobre todo en los ascensos y descensos, que le provocaban un zumbido detestable. Por eso tiene la caja de chicle en la mano, el fotógrafo lo pilló cuando iba a meterse uno en la boca o cuando acababa de hacerlo.

En la fotografía aparecen López Contreras, su esposa María Teresa y su nieta, Mercedes, de 5 años. Pero el grupo lo completaba su hija Checheta, en ese momento fuera del cuadro. El patriarca necesitaba todo el apoyo de sus mujeres. Viajaba con el objetivo de hacerse un chequeo médico del estómago y la vesícula biliar. En Caracas le habían advertido con toda claridad que tenía cálculos en la vesícula, pero iba buscando un médico extranjero que le dijera que se curaría sin necesidad de una intervención quirúrgica… quién lo diría de uno de los 60 hombres de la Restauradora, que, en ese viaje de 81 días hasta Caracas enfrentaron numerosos hechos armados y escaramuzas, entre los que destacan: Tononó (26.8.1899), Las Pilas (27.5.1899), El Zumbador (9.6.1899), Cordero (28.6.1899), Tovar (6.8.1899), Parapara (26.8.1899), Nirgua (2.9.1899) y Tocuyito (14.9.1989). Pero ahora, con esposa y lleno de hijos y nietos, el tachirense le tenía miedo al quirófano.

Ingresó al Brigham Hospital, de Boston, y no hubo pataleo: lo operaron. Tuvo una recuperación delicada, pero lo logró. Cuado le dieron de alta se fue de paseo con su nieta a Central Park. Eso lo tenía planeado desde que despegó aquel luminoso día caraqueño cuando el fotógrafo aprovechó la luz natural para tomar esta foto, que luego regalaría a la familia.

Es una imagen histórica. Pocas instantáneas lograron captar la sonrisa de López Contreras. Lo que sí es permanente en todas es ese cuello de excepcional longura: el hombre tenía una vértebra cervical de más.
Liberado de las dolorosas “piedras” en la vesícula, López, el político de más larga actuación en el siglo XX moriría en Caracas, en enero de 1973, casi a los 90 años, de un infarto al corazón.



Fuente : http://www.codigovenezuela.com/2011/07/cultura-y-espectaculos/cultural/lopez-contrearas-en-un-avion-de-aeropostal-por-milagrossocorro

Notas sobre el 14 de febrero de 1936

"Aquella mañana del 14 de febrero, un grupo de caraqueños fueron a la Plaza Bolívar a protestar de manera pacífica ante el gobernador General Félix Galavis, mandatario distrital y seguidor de la férrea política gomecista, por la suspensión de garantías, la censura a los periodicos y emisoras y otras restricciones.

Cuando la gente protestaba comenzaron a salir del edificio de la Gobernación gran cantidad de disparo de fusiles y revólveres y muchos fueron los caídos para siempre y una cantidad, que nunca se determinó, fueron heridos, graves o leves, creyéndose que la suma sobrepasaba a las mil personas. Podría considerarse, dadas las circunstancia, de que los criminalmente atacados no estaban armados y no habían actuado amenazantes, que fue un cobarde ataque a una multitud indefensa.

Para el General López, indudablemente, fue el primer tropiezo en su recién estrenada carrera hacia la presidencia de la república., Pero, y eso nadie lo puede poner en duda, la inteligencia del que se pensaba iba a continuar con las prácticas gomecista, se puso de manifiesto en este su problema primario y de inmediato ordenó el cese de la suspensión de garantías y de la censura a los periodicos y emisoras, prometiendo a los que se reunieron con él, planteándole la situación, que todo se arreglaría de inmediato, ordenando el cese de suspensión de garantías y la censura a los medios; agregando que el Gobernador Galavis, sería destituido, tal como fue y que sería juzgado por lo que consideraba un crimen masivo.



Llegó al gobierno del Distrito Federal, el General Elbano Mibelli, reconocido enemigo de Gómez y los gomecistas y un hombre de ideas pacíficas y si se quiere, democráticas. Esto calmó las ánimos y los “muchachos”, Villalba, Portocarrero, Leoni, Otero Silva y otros que dirigían el movimiento a través de la Federación de Estudiantes de Venezuela, convencidos de la sinceridad y las buenas intenciones de López Contreras accedieron a hablar con los dirigentes de varias asociaciones (Linotipistas, Gráficos, Escritores, Periodistas, Asociación de Mujeres y otras agrupaciones), para que las cosas de calmaran.

Sin embargo, habían caído muchos. Otros quedaron con dolencias por mucho tiempo o por lo que les restó de vida. Pero se había conseguido lo deseado."

Los derechos civiles habían sido recuperados.
¡La democracia comenzaba a vislumbrarse!

Fuente : Analitica
Jesús Eduardo Lizarraga S.

Lunes, 14 de febrero de 2005