viernes, 30 de agosto de 2013

Dos antiguas edificaciones públicas

Fachada del Telégrafo Nacional , que en breve perderá toda su vistosidad cuando la yerga en frente Norte,
el soberbio edificio que habrá de levantarse para el asiento del Ministerio de Obras Públicas
que nunca fue construido, por años, fue una especie de estacionamiento abandonado y luego en su lugar fue construida la Plaza Andrés Eloy Blanco 
El  19 de marzo de 1910, durante el gobierno de Juan Vicente Gómez, se decretó la construcción del edificio de telégrafos y teléfonos nacionales, inaugurado el 5 de julio de 1911 para celebrar el primer centenario de la independencia. Los planos se presentaron en concurso pero ninguno reunía las condiciones, por lo que se dejó en manos de la sala técnica del Ministerio de Obras Públicas bajo la dirección de Manuel F. Herrera Tovar y la dirección técnica estuvo a cargo de Luís Briceño Arismendi.





Fachada principal del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, que nos recuerda a Don Cipriano, bajo cuyo régimen fue construido. El General  Castro, con todos sus defectos , quiso siempre a Caracas, ; a ello precisamente, se debe que durante su Gobierno se levantaron  edificios tales como la Escuela Militar, Palacio de Justicia, Teatro Nacional, Escuela de Bellas Artes, Cuartel de Policía, Avenida de El Paraíso, Museo Bolivariano, varios puentes sobre el río Guaire , y la totalidad de las calles de concreto de las Avenidas de la capital....
Los caraqueños que vivieron los tiempos gloriosos del Ilustre Americano, dicen que después de Guzmán Blanco, liberal y demócrata, fué este Don Cipriano Castro, andino de Capacho, militar ganador del cien combates, orador de fácil dialéctica, tenorio afortunado, bailador incansable y hombrón en plenitud del vocablo, quién más hizo por Caracas y su transformación en  ciudad moderna...  




Inauguración de Bella Vista / 1938


“Caracas, mayo de 1938- Indudablemente uno de los actos de mayor trascendencia efectuados al correr de una nueva época gubernamental que disfrutamos, es la construcción  del Barrio “Bella Vista”, hacía la salida de Antímano y que consta de ciento ochenta y tres viviendas modernas levantadas de acuerdo con los reclamos de higiene, de la comodidad estética. El 19 de abril, fecha clásica de nuestros anales, luego de los actos protocolares establecidos, fue solemnemente inaugurada la barriada, que es más bien un pueblo semejante a los que solemos contemplar en las películas, sirviendo de fondo las inquietantes parejas sigloveintistas que nos deslumbran con su juventud y su desparpajo.  El Banco Obrero, en cuyo conducto el Gobierno Nacional llevó a efecto esta magna obra  de progreso, hizo entrega de la Urbanización en la fecha indicada a los representantes del  Municipio, ante una concurrencia numerosa que acudió a presenciar la ceremonia, prestigiada por la presencia del señor Presidente de la República. 


Frente a una realidad que como la que  nos ocupa, desaparecen por cierto, las prevenciones y el desanimo. Ciento ochenta y tres casas dotadas de cuanto hace la vida agradable, dentro de los límites de una posición modesta, desde luego, son algo concreto con en la barahunda [ sic ]de proyectos , de tesis y de vaticinios que amenaza acabar para siempre con el reposo de nuestra vida. La clase media que en última instancia es la más perjudicada en este tiempo de alquileres altos y proventos  mezquinos, se beneficia positivamente  con la construcción de viviendas en las que prive el objetivo del lucro, sino la honrada intención de solucionar uno de los problemas que pesan más sobre la existencia del pueblo. De ahí la importancia de “Bella Vista” , urbanización que da principio a emancipación del inquilino, victima sempiterna de los propietarios.     


Fuente: Billiken
1938

Otras estampas de Bella Vista
años 50

años 70 

martes, 13 de agosto de 2013

La primera carnicería de Caracas

Visitando el Meat Market
Mercado de Carnes Americano

“La tentación de la carne es cosa que amó el venezolano, desde los prehistóricos tiempos adamitas. Si hubo personas de nuestro pueblo que practicaran por sport,  la antropofagia, aquí en la urbe avileña donde toda comodidad tiene su asiento, comer carne, pero carne buena, no se realizaron jamás ni para los elegidos para los grandes des( ilegible) , los matarifes no se preocupaban por los procedimientos modernos, y siempre nos tropezábamos con la misma molleja que nos hacía odiar la carne, así se tratara de la muy apetecible Madame  Pompadour.

Pero el progreso, rey y señor al que hay que imponerse  si fuere necesario, a culatazos, nos ha hecho el milagro en los crepusculares del año 40.
Nos referimos al Frigorífico Venezuela y al señor Valentaine, hombre de personalidad bien delineada, empresario que siempre redunda en beneficios a la patria en él que está radicado. El señor Valentaine, aportó el capital necesario, con el cual se ha establecido el primer mercado de carnes que es la nota de la actualidad caraqueña.

Gracias a este establecimiento de dispone de cavas modernas para la conservación de los productos y el personal y el personal técnico bien experimentado. Hemos visto por vez primera la presentación de variados tipos de carne,  nunca jamás soñados,  a la venta del “Frigorífico Venezuela” en su establecimiento  construído a tal fin en la Esquina Sur 19 de El Conde, prolongación de la Avenida Este 8. 

Aunque los caraqueños siempre nos gustó la carne de ganado, solamente nos provocaba comerla cuando nos adentrábamos en pleno llano o bien por la necesidad, pues hasta los médicos mismos abundaban en opiniones de que no debía consumirse mucha carne, tal era el estado  en que estas nos era presentada en multitud de establecimientos públicos. Ello obedecía, nos explicamos ahora, a que no estaban nuestras industrias, nada a tono con el día en que vivimos. Hasta que se construyó en Matadero Modelo de Maracay, las reses estuvieron sufriendo los mismos procedimientos para su beneficio y elaboración, que cuando hace 50 años, a los caraqueños le ofrecían la carne descuartizada  en la “MATANZA”  de San Martín**, donde las reses, luego de ser desolladas en un piso enlajado, sin higiene de ninguna naturaleza, eran transportada al mercado en wagones, y en bestias para las pezas parroquiales. No existían veterinarios. 





Cuando la carne empezaba a ponerse manída  la destinaban a fabricar  “ chorizos de cochino” . Casos así eran frecuentes y se multiplicaban con prodigiosa rapidez. Esto en cuanto a la carne de ganado, pues como beneficiaban marranos con pepitas ( lázaro), si el amo tenía influencias, el marrano iba a los expendidos como cualquiera sanísimo; de lo contrario se llenaba  expediente y se botaba el puerco como a un empleado anciano. 
   



Ocho  años  atrás, el ganado llegó a no tener precio o tenerlo tan irrisorio que allá en el año 1934 un periódico de la Cordillera anunciaba  que en San Cristóbal se vendían novillos hasta en 20 bolívares y que no obstante, ese precio escandalosamente bajo; no había compradores.
Los ganaderos dejaban morir sus reses porque se daba el caso de arriar para Villa de Cura •puntas” hasta  de 1.000 cabezas y cuando llegaba a esa ciudad, debían venderlas a precios que no les daba ni para el  pago de la peonada.  Eran casos para volver loco al mismo Dios.  Naturalmente que el pez grande se come al chico, y si bien es cierto que se empobrecieron multitud de ganaderos, hubo influyentes que se enriquecieron ostensible.  

La aparición del Frigorífico Venezuela ha despertado como lógica consecuencia un deseo plausible de comer carne, lo cual es beneficioso para el criador. "   
       
Fuente: Billiken/ 1940

Urb. El Conde, Caracas año 1940 Imagen: Luis Felipe Toro "Torito"

Nota : San Martin**  donde hoy está en Nuevo Circo " El sitio escogido para la obra es un terreno de propiedad municipal, de 14.400 metros cuadrados de superficie, situado al suroeste de la capital, en las inmediaciones de la Esquina de San Martín, donde antes estuvo la “Matanza” o matadero público (El Universal, 26/01/1919; Parra Márquez, 1989: 401). En la cuadra al norte del terreno estuvo el antiguo mercado de ganados y, colindante con aquel, la Escuela de Artes y Oficios para Hombres. Esta última, a su vez, ocupaba un edificio de origen colonial: el antiguo Hospital de Leprosos, oportunamente acondicionado para labores educativas. Los planos de la nueva plaza de toros son elaborados en la oficina de ingeniería del Doctor Alejandro Chataing (El Nuevo Diario, 21/01/1916) quien, junto al ingeniero Luis Muñoz Tébar, dirigirá luego la construcción de la obra (ZAWISZA, 1986: 44)." 

domingo, 11 de agosto de 2013

Centros Sociales de la Caracas de ayer

Caracas 

Club Florida 


“ Un punto y una recta determinan un plano, en geometría;  un campanario y un arroyo, una aldea; y una estilizada cuanto fastuosa casa de marcado estilo antañón, hispano, desbandando en un derredor enjambres de viviendas colonizantes, una de las tantas buenas Urbanizaciones de una década acá del ambiente metropolitano. Centrifugado fuera de las alcabalas, y copando en día cercano, seguramente, el área, cultivada de todo el valle de Caracas, tal la celeridad tentacular de su dinamismo. El desarrollo  edificio de otras grandes ciudades, se desplaza a lo alto superponiendo pisos; éste estira su radio cada vez más distante; y cada grupo denso de urbanización, como la Ermita de otrora, siembra el epicentro de un Centro Social, de Deportes; y concretando su afán de propaganda, a constantes y mejores inversiones del capital, hace de él su mejor affiche, [Sic] y crece rápido, dejando atrás,  muchas veces,  la urbanización misma. El Country Club, El Florida, Los Palo Grandes, El paraíso, fueron por antonomasía [sic], el señuelo de sus parcelaciones y siguen siéndolo, por la fastuosidad y el confort desplegados en ellos. 

Ahora bien. ¿Por qué en todos los edificios se ha tenido por modelo el llamado estilo colonial?  Erigidos en tiempos diferentes y por distintos arquitectos, no fue, desde luego, obra convenida entre todos; sino una innata sugerencia racial, al volver al campo trillado por el brazo del conquistador, a un panorama vivido en otros tiempos por los predios, terrasgos [sic] paniegos de los hijo de la Colonia, como una visión trajinada por la retina caraqueña de muchas generaciones.  Porque ese viejo estilo, abuelo de nuestro modo de sentir la vivienda, desde la enramada de desnudos horcones torcidos de la media agua criolla, hasta el rico y empinado alar de nuestros viejos templos, es y será venezolano.; no como muchos dan por interpretarlo , creyéndolo el único adaptable al trópico, porque también en esa zona están las Antillas, copando la pizarra y el techo aboardillado de la mansarda – importados por las razas europeas que las conquistaron -  sino porque éste,  en  cualquiera de sus modalidades para nosotros tiene abuelos, más emotivos,  por tanto que el llamado Arte Moderno, de padres desconocidos,  y que hoy comienza a sembrar sus raíces un tanto snob  en nuestro suelo.”
Country Club 

Club Paraíso 

Autor :   Rafael Seijas Cook 
Publicado : En Billiken 1941 

los viejos autobuses

“ Los caraqueños, que contemplan hoy elegantes autobuses que para embellecimiento de la ciudad han puesto al servicio las líneas de Catia, Pastora, Puente Hierro, Cementerio, etc., no recordarán tal vez, los modelos que por vez primera surcaran las calles de la ciudad, hace más de treinta años. Aparte del tres de Victorias de paseo que trajo Paúl, el famoso Boulestin fue lo más cómodo que se presentó  a los caraqueños en buses de paseo. Con todo ello el Boulestin falleció, como las “Victorias” porque los vitoqueados de entonces no montaban en autobuses por ser más propios para el proletariado. Los tiempos se han ido, la necesidad de arrastrar la vida ha traído el incremento de automovilismo, y el modelo que ofrecemos a ustedes resultaría en la actualidad el colmo de la ridiculez, por más que si a ver vamos las cosas con los ojos de la cara, este vehículo es más decente mil veces que los autobuses sucios e incómodos que nuestras autoridades toleran al servicio de los habitantes de Carabobo, Conde y San Agustín.
En la grafica aparecen guiando el carro del cuento: González Jordán, un ex empleado de Donzella  todavía en servicio y luciendo su flamante  jipijapa: Mendible, de pajilla, en el último asiento. Y el amo del coroto, Don Gustavo Franklin, vivito y coleando, para servir a ustedes. Lo que va de ayer a hoy ….!      


El viejo Avila

Desde tiempos en que los viajeros llegaron a estas tierras en 1542 hasta nuestros tiempos, el Avila ha sido musa de pintores, poetas , escritores, infinidad de documentos nos demuestra el hechizo mágico que siempre cautivó a quienes lo admiraban. Comparto con ustedes algunas reseñas que he ido recabando en mis paseos por las hemerotecas y revisando libros viejos sobre la "Sierra Grande" en la voz de nuestros indígenas "wariarepano" . 

Revista Elite
1933


El Avila 

Toda la magia de los colores la muestra el gigantesco Avila. Es como una monstruosa paleta ofrecida a los caprichos del sol y de las nubes. 

En las mañanas neblinosas, cuando la ciudad duerme bajo el velo frío, las nubes mezclan sus blancos y sus grises sobre la aspereza del gran cerro;  nieves y plomos combinan sus matices en las duras piedras, vistiendo de candidez y de tristeza al coloso que sueña su rudo sueño milenario. 
Después los pinceles rubios del sol trabajan todo el día en el bloque  inmenso. Es con un verdadero amor de artista como el sol va realizando su obra de pintor maravilloso. A veces se complace en que el Avila vista de azul. Y desde el azul más pálido, allá en las crestas altísimas, hasta el azul más profundo, casi negro, en los hondos barrancos, el cerro posee hermosamente todos los tonos.  A veces las piedras, llenas de luz, despiden fulgores de zafiros. 
La  Selvática sinfonía de los verdes, también da sus notas en dulces horas.
Sedas y metales de hojas, sueños de viejas aguas, nobles bronces, se muestran entre el oro suave de la luz.  

Carlos Paz García 
Fuente: Billiken 
# 850/ 1941

" La tarde vierte sobre Caracas, un poema de nubes policrómas "
Revista Billiken
1941

Nieblas

Entran con Sigilo Rosa de misterio
por el estéril  abra, luce a la distancia,
cual legión de espectros y entre nubes grises
las nieblas del Avila. parece que sangra.

Pone el sol en ellas En el horizonte
  Una pincelada      orto de esperanza,
     De Cristóbal Rojas, la propicia Venus
        Luminosa y trágica. enciende su lámpara.


Gran melancolía La ciudad procera
del poniente baja recobra la calma
y la tierra cubre de todo el que sufre,
con ténebre gasa. De todo el que ama.

El Angelus lento ¡Quién pudiese un día
siente la nostalgia tener su mortaja,
de que se revisten hecha con girones
las nieblas del Avila. de nieblas del Avila!

      Eduardo Carreño 
Billikin
1941 

El Guaire de Manuel Cabré 1919  
Aureliano Alfonzo Barrios 

sábado, 3 de agosto de 2013

Los Mecedores dos vistas en El Cojo Ilustrado

Los Mecedores al Norte, es un sitio ameno y lleno de encantos. Allí posee el señor Henrique Chaumer una magnifica Quinta denominada " Las Mercedes" de ella presentamos dos vistas en este número. 
El Cojo Ilustrado 1 de diciembre de 1899