Isidoro Cabrera nació el 2 de Enero de 1880, durante el segundo gobierno del general Guzmán Blanco, en la casa identificada con el número 2 entre las esquinas de Teñidero y Chimborazo, parroquia La Candelaria. Era hijo de Victorino Cabrera, de origen canario, de quien heredó la profesión de cochero a la que se dedicó desde 1911, fecha que data su licencia.
Fué sin embargo su decisión de dedicarse a este oficio muy romántico, por no decir idealista. La Caracas a finales del siglo 19 era todavia una ciudad con las calles de tierra a la que no habia llegado el pavimento, salvo las principales que al ser empedradas hacían que los cascos de los caballos soltaran grandes chispas, y donde todo el transporte, tanto de personas como de mercancía se hacía a tracción de bestias.
Era la ciudad de los carruajes de todo tipo, desde la sencilla tartana de dos ruedas hasta el lujoso lando de cuatro ruedas y techado, pasando por berlinas faetones. Asi mismo, era la ciudad de las carretas y carretillas, de los arrieros y sus recuas de mulas que traían los productos agrícolas por la via del pueblo de Sabana Grande, de Petare, Chacaito y de Chapellin.
Sin embargo ya Caracas había empezado a cambiar desde el septenio del primer gobierno de Guzmán Blanco (1870–1877) el cual propuso la modernización de la ciudad al estilo Francés, y acometió importantes obras públicas como la edificación del Capitolio Federal, la remodelación de la Plaza Bolivar, el alumbrado público a gas y la construcción del ferrocarril Caracas-La Guaira, inaugurado en 1883, por motivo de la celebración del Centenario de El Libertador Simón Bolívar.
Guzmán Blanco, quien se distinguió en su interés por la modernización del transporte público, autorizó en su segundo mandato el funcionamiento de la primera empresa de tranvías tirado por caballos, que comenzó a operar en 1884. En 1907, estos tranvías fueron sustituidos por los eléctricos, de tal modo que el cochero Isidoro se inició en una profesión que tenia sus dias contados.
Isidoro Cabrera tenía su parada en la esquina de Monjas a San Francisco, a veces en los alrededores del Capitolio o en la Plaza Altagracia. Fué el único cochero caraqueño conocido por su nombre y apellido, ya que a los demás cocheros se les llamaba por sus apodos o sobrenombres como: Padre Eterno, Rabanito, Monseñor, Mascavidrio, Tantalo, Morrongo, el Elegante ‚entre otros, y a los que podían conseguir con sus vehiculos estacionados en las esquinas céntricas de la Capital.
En cierta ocasión, el General Ignacio Andrade, presidente de la República, quien fuera derrocado el 19 de Octubre de 1899 por Cipriano Castro y su revolución restauradora, solicitó sus servicios para que lo condujera a la casa de Gobierno. Isidoro y el General conversaron durante el trayecto y el Presidente se intereso en ayudarlo. Al descender del carruaje le dijo;: Vuelva mañana que le voy a regalar un coche! .Así Isidoro obtuvo un coche nuevo, un “Victoria” inglés, obsequio Presidencial.
Isidoro ofrecía a los caraqueños sus servicios de transporte utilitario recreativo. A comienzos el siglo 20 era usual pasear en la ciudad hacia la recién inaugurada urbanizacion El Paraiso, donde quedaba el hipódromo de la época, o hacia El Calvario. La Candelaria, o Gamboa. También ofrecía sus servicios a los trasnochadores que se dirigían a los nightclubs de moda, o a los novios y a sus amigos que llevaban serenatas a las muchachas. La Lechuza o coche nocturno era una viva estampa del ayer.
Cuenta el cronista Lucas Manzano que Isisdoro Cabrera mantuvo una solidad amistad con Don Julián Sabal, hombre de figuración en los cuadros de la sociedad caraqueña y cliente del prestigioso Club Venezuela a donde Isidoro lo trasladaba y lo aguardaba hasta que saliera. En las páginas de Caracas de Mil y Pico, se lee: Dias antes de postrarse en el lecho, Don Julián Sabal, sin que Isidoro lo sospechara escribió de su puño un párrafo en el cual le dejaba su ropa, zapatos, y unos cuantos bolivares para que reformara su coche y renovara los caballos. Isidoro Cabrera, el fiel y honesto cochero trajeado todo de negro y con los caballos enlutados, acompañó al cortejo fúnebre durante todo el recorrido.
Los coches halados por caballos comenzaron a desaparecer con la llegada del tranvía, el tren, los automoviles y los autobuses.
Es por ello que a Isidoro, por mantener su oficio hasta muy entrado el siglo 20, se le consideró el último cochero de Caracas, profesión que ejerció hasta el dia de su muerte en 1963.
QUE PAGINA Y EL ESCRITO ESTA MUY BUENO
ResponderEliminarEspectacular esta pagina! Cuanta nostalgia!!!
ResponderEliminarGracias por compartir la historia. Me gustó bastante.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
L. Alejandro.
Gracias a usted, por leernos. Saludos
EliminarHermoso relato gracias por compartir esta crónica de quien inspiró al maestro billo frometa a escribir su éxito musical Epa Isidoro
EliminarMaría S. Sigilo. Años 1947 al 49 vivía yo en la Urb. Los Rosales en Caracas, cerca de la Plaza Tiuna. En uno de esos años tuve la oportunidad de ver al Sr. Isidoro y montarme por algunos minutos en su coche. Resumen de esta crónica la haré llegar a un grupo de mis viejos amigos (80+) para su grato recuerdo de quien fuera un muy querido personaje caraqueño.
ResponderEliminarA nombre de todos,mil gracias a Usted,
Cordial saludo
Daniel E. Chalbaud Lange
El presidente Andrade fue derrocado en 1899, Isidoro empezó a ser cochero en 1911, cómo le regaló un coche siendo presidente?
ResponderEliminarwithout waste.
ResponderEliminarNo me canso de leer su historia, hay tantas cosas que no se saben de Isidoro Cabrera, como cuantos hijos tenía? Ya que mi familia es apellido Cabrera y el carruaje al morir lo dejo en el patio de mi abuela, y lo donaron al museo de Caracas donde habita ahorita! Según los cuentos familiares es mi abuelo (quisiera comprarlo) jajajaja
ResponderEliminarSegún vecinos de Las Flores de Puente Hierro, Isidoro Cabrera visitaba periódicamente a familiares y amigos en el barrio Buenos Aires, en ese sector, y dejaba su coche guardado en una ranchería ubicada por la misma zona, a orillas del río Guaire, donde residían y sembraban sus hortalizas unos amigos y paisanos de su padre, don Victorino Cabrera. Podría usted corroborar tal anécdota?
Eliminarhola tambien es mi abuelo soy carolina cabrera espero nos conoscamos somos muchos de verdad es grandioso que el coche este en el museo ai todos vamos
EliminarEspectacular comentario, y de veras primera foto que veo de ese pintoresco personaje
ResponderEliminarNo conocía el apellido de Isidoro...no se cuántas veces he escuchado la melodía que le compuso, Billos, y no se me había ocurrido pensar en su apellido....gracias por la extraordinaria resuena, ahora pensándolo bien "Pacheco" el que baja de Galopan con el frío debe tener nombre.... !!!
ResponderEliminarEeeppaa Isidorooo! que buena vivencia y buena canción
ResponderEliminar¿Es cierto que Don Isidoro vivía en la calle Padre Machado o El colegio en el Prado de María de Los Rosales?
ResponderEliminarYa lo descubrí. Don Isidoro vivió en la calle El Colegio en el Prado de María, LosRosales
EliminarMuy interesante el artìculo, lo completaria el nombre propio de los cocheros.
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