Caracas de Antaño
“En el Nº 25 de la revista “Signo”, tratado de Conservación Urbana, Alfredo Tarre Murzi cita a Mario Briceño Iragorry por sus relatos de la antigua caracas que así queda descrita: “En ese valle se levantaba una ciudad tranquila y recoleta, rodeada de jardines y laderas cultivadas de cacao, pobladas de graciosas viviendas de altos portones y presidida en las alturas por el Avila majestuoso y señorial. Así la vió el viajero Depons. Así la contempló Humboldt y años más tarde la pintó así Don Arístides Rojas en sus artículos costumbristas.”
En 1856, Manuel Landaeta Rosales confeccionaba dándolo a la luz pública un Plano de Caracas (Reproducción adjunta), ciudad fundada por Don Diego De Losada el 25 de julio de 1966 [sic], con el nombre de “Santiago de León de Caracas”. Y reza la leyenda de dicho plano así: “La Ciudad de CARACAS, patria del Libertador SIMÓN BOLÍVAR y de otros varones ilustres que han inmortalizado sus nombres en las carreras de las ciencias y de las armas, tiene 16 calles de Norte a Sur y 17 de Este a Oeste, que forman 135 manzanas y 510 cuadras, que comprenden 4300 casas, y su población se le calcula hoy de aproximadamente de 35 a 40.000 habitantes. Está atravesada por cuatro ríos, que son: el Guaire, el Caroata, el Catuche y el Anauco. Tiene además 20 Iglesias, 10 puentes, 23 fuentes públicas, 7 cementerios, 2 teatros y 13 plazas. Además de los Palacios de Gobierno y Arzobispal hay grandes edificios, como son el del Seminario, la Tesorería, la casa Municipal, la Oficina de Registro, el parque de Artillería, el Cuartel San Carlos, el de San Pablo, la cárcel, el Almacén de Pólvora y el edificio de San Francisco en que existe actualmente la Universidad Central, donde se reúnen las cámaras Legislativas y se encuentra la Biblioteca Nacional, las clases de Medicina, de Química, de Dibujo Lineal natural y topográfico y la pintura al Óleo. Existen otros establecimientos de utilidad común a saber: el Telégrafo, la Administración Principal de Correos, el Colegio Nacional de niñas, el de Chaves, el de Santo Tomás, el de Salvador del Mundo, el de Roscio, la Escuela de Ciencia y Artes, la Normal, la Academia de Matemáticas etc, “
Y transcurren los años desde entonces, llenando páginas interminables de historia sin alterar profundamente en su estado físico la capital. Se llega al 900, se inicia el nuevo siglo con la subsiguiente dictadura del General Gómez, y la ciudad no pasa de ritmo de crecimiento más que modesto.
Pero surge el petróleo, y su magia negra que, con la caída de la dictadura de Gómez y una mayor liberalidad en la forma de gobierno y en las ideas revoluciona al medio física, económica y socialmente. La Venezuela agropecuaria, la del café y la del cacao, desaparecerá en fuga mayor dando paso a la fabulosa del oro negro. Llueven los millones de la renta Nacional y Caracas centro administrativo y gubernamental de la Nación, comienza a vivir la farándula del nuevo rico. De dentro y de fuera del País acuden gentes y más gentes tratando de disfrutar en la tan encomiada capital “tranquila y recoleta” fresca y señorial, de una nueva renta inesperada.
Primeros Pasos
Estamos lejos de la Caracas fijada por Manuel Landaeta Rosales 84 años atrás. En la Revista Municipal del Distrito Federal (Nº1 Noviembre de 1939) fué publicado un plan de urbanismo estudiado para esa época por la Dirección Municipal de Urbanismo. De allí fue sacada dice el Proyecto actual del Plan de Vialidad, la siguiente conclusión: “El estudio de la actual situación de la ciudad, cuya población aumenta con ritmo regular, ha revelado que por no haberse efectuado los trabajos de urbanismo en su debida oportunidad se extiende insistentemente hacía aquellos terrenos libres y especialmente hacía el Este. El desplazamiento de la ciudad es un fenómeno constante cuando los trabajos de acondicionamiento no han sido realizados a tiempo. Este movimiento vicioso trae como consecuencia la dispersión de los centros de actividad y la obstrucción de las vías estrechas de comunicación en donde el creciente tráfico, no puede, luego, organizarse y tiende asimismo, a diseminar los valores inmuebles, haciendo por lo tanto confusa la comprensibilidad económica del Plano de la Ciudad. En este caso la ciudad tradicional aparece amenazada de muerte”.
Con el brusco y gigantesco crecimiento de la ciudad, insospechado solo 10 años antes, surgen mil problemas de tipo urbanístico que desordenadamente desbordan a los organismos técnicos, que amparados por la Gobernación del Distrito Federal, están destinados a encauzar sus formas más convenientes y correctas. Los intereses creados y el agio en los precios del terreno amenazan con desgarrar la ciudad y convertirla en la Torre de Babel dónde nadie pueda entenderse. La Comisión Nacional de Urbanismo, que tiene por objeto regular la forma y circulación del cuerpo físico de la ciudad ha logrado establecer un plano y una pauta para este fin. Esta entidad donde se han creado valores nuevos con conocimiento minucioso, tras prolongado estudio, de los problemas que amenazan a la ciudad, representa el reducto donde se mantiene el espíritu de aquellos ediles que recuerda María Briceño Iragorry “fueron amantes cuidadores de su ciudad y tenían muchos planes y proyectos para conservar la belleza natural de la ciudad”.
Un Plan de Acción
De nada servirían los proyectos teóricos de tanta inquietud urbanística si no fueran secundados por una acción rápida y positiva. La inquietud de progreso y de contribución ciudadana ha despertado en muchas mentes jóvenes capacitadas e inteligentes el afán de emulación y de acción. Extendiéndose del círculo restringido de un puñado de quijotescos arquitectos, ha puesto el pié hasta la Dirección de Obras Municipales, organismo de acción por excelencia en una ciudad donde en el año de 1950 se construyeron 67.827 metros cuadrados por un valor de Bs. 136.423.000. El Dr. Pedro Pablo Azpúrua, 34 años, casado, caraqueño graduado en Ingeniería Civil en la Universidad Central ha presentado al Ejecutivo en nuevo Plan de Vialidad por mediación del Comandante (r) Guillermo Pacanins, Gobernador del Distrito Federal. El Proyecto de Plan de Vialidad que propone obras por valor de más de 140 millones de Bolívares es la Biblia de Pedro Pablo Azpúrua. La ha estudiado concienzudamente durante larga e interminables horas, y en ella ve conocimientos acumulados y consecuencias deducibles que se impone llevar a cabo para dentro de la mayor ortodoxia producir los frutos de la máxima doctrina urbanística en tiempos tan revolucionarios como los actuales. Caracas ha arrojado en el censo de 1950, 695.095 habitantes de los cuales las solas parroquias urbana, o sea las de menor área se llevan 487.093 habitantes. Tiene 15 parroquias y 162 urbanizaciones en un área de extensión bruta de 7351 hectáreas. En contra, el municipio de Caracas no posee más que un área de superficie de circulación de 57 hectáreas. El número de vehículos de Caracas, municipio, asciende a 37.500. Estos vehículos parados abarcan una superficie de 489.380 metros cuadrados, y siendo la superficie de circulación del municipio de 570.690 metros cuadrados, se deduce que cada carro o vehículo no dispone más que de 2.32 metros cuadrados para desplazarse. Estos datos estadísticos demuestran la gravedad del problema circulatorio de Caracas. El estudio de los quebrantos económicos que acarrea la poca fluidez de las vías capitalinas arrojaría con toda posibilidad unas cifras exorbitantes.
Ante este panorama, el ingeniero Azpúrua ha presentado en nombre de las Obras Municipales el Proyecto del Plan de Vialidad cuya demostración grafica se reproduce en el presente reportaje. Sirviendo de fondo de fotografía aérea de la ciudad, tomada por la Cartografía Nacional.
El Proyecto Plan de Vialidad comienza por citar como obras proyectadas y ejecutadas en el curso de dos años anteriores a la Avenida Bolívar, la Avenida Sucre ( primer tramo) la Avenida Andrés Bello, el ensanche del Portachuelo y la Avenida Nueva Granada, así como la del Cementerio, el acondicionamiento de la Avenida México y la Avenida España, refiriéndose también a la Avenida Roosevelt de iniciativa privada. Y propone ejecutar:
a) LA AVENIDA ESTE-OESTE I; 26 metros de ancho, que sirve de unión entre Este y Oeste uniendo a la “Andrés Bello” con la Avenida Sucre.
b) AVENIDA SUCRE, Tercer tramo ( entre Pl. Diego de Losada y Tinajitas) que unirá la Avenida Sucre con la Este-Oeste I. Ancho: 26 metros.
c) AVENIDA NORTE-SUR 6, 26 metros de ancho, que sirve de unión entre la Este-Oeste 1 (Pl. España) y el Portachuelo y la Nueva Granada.
d) AVENIDA DE LOS PRECURSORES, que servirá para descargar en parte el tráfico excesivo de la Carretera de El Valle. Esta vía empalmará con la Urbanización de Santa Mónica.
e) CALLE ESTE-OESTE 20, 13 metros de ancho, que va paralela al Río Guaire, parte de Alcabala y llega hasta Quinta Crespo para, más adelante, prolongarse hasta Los Flores de Pte. Hierro.
f) AVENIDA SAN MARTÍN, de 26 metros de ancho, entre Angelitos y Capuchinos y de 34 metros entre Capuchinos Alcabala, que unirá al Oeste con el Silencio y la Avenida Bolívar.
g) AVENIDA LIBERTADOR, de 34 metros de ancho, que parte de la estación del Ferrocarril Central, corre a lo largo de la línea del Ferrocarril hasta la Quebrada de Chacaito para luego unirse con la Fco de Miranda.
h) CUARTO TRAMO AVENIDA SUCRE de 26 metros de ancho, que unirá a aquella con Avenida Bolívar, partiendo de la esquina de Tinajitas y llegando hasta El Silencio.
i) NORTE-SUR 7, que parte de la Este-Oeste 1 (esquina de LLaguno), y que llega en su primera etapa hasta la Este-Oeste 20, y pondrá en comunicación al Norte de la ciudad con el Sur.
Con estas vías estima el plan que resolverá los problemas más inmediatos de tráfico en el casco tradicional de la ciudad, sin que esto sea obstáculo para llevar a cabo estos otros reacondicionamientos y construcciones suplementarios:
ATLANTICO- AVENIDA O´HIGGINS. La vía del Atlántico, que se ha hecho insuficiente en la actualidad, será ampliada en un ancho de 11 metros.
LA VEGA, 13 metros de ancho, que partiendo de la O´HIGGINS (La Paz) y atravesando un túnel, se unirá con La Autopista del Sur.
REACONDIONAMIENTO DE LA CARRETERA DEL VALLE. Con la ayuda de la Avenida de Los Precursores, se podrá reacondicionar esta vía para el tráfico reciente.
AVENIDA DE LA COTA MIL, proyectada más como paseo que como autopista, a pesar de sus 26 metros de ancho, bordea la falda del Avila por todo el Norte de la ciudad y será de gran utilidad para el futuro turístico.
AVENIDA COTA 905, de 13 metros de ancho, parte de la Avenida O´Higgins (La Paz) y llega al Portachuelo uniéndose con La Autopista de Este a Oeste.
VIA ATLANTICO A PALO GRANDE de 11 metros de ancho, parte del Atlántico para llegar a la Plaza Italia y unirse con la Avenida San Martín dando salida a los barrios del Calvario y alrededores.
REACONDICIONAMIENTO CALLE LOS FLORES, que seguirá casi en su totalidad al trazado actual, será una vía de tránsito industrial.
REACONDICIONAMIENTO CALLE SIMÓN BOLÍVAR, que tendrá 15 metros de ancho.
AVENIDA LINCOLN será reacondicionada cuando estén efectuados los retiros correspondientes con un ancho de 20 metros.
CONCLUSIÓN
Termina el Proyecto del Plan con las siguientes consideraciones generales: Esta planificación tiende a resolver el problema del tránsito (circulación fácil y rápida y trae aparejadas las siguientes ventajas económicas: a) Economía común de dineros públicos y privados por ahorros en desgaste de maquinarias, menor consumo de combustible, reducción de Agentes Fiscales de Tránsito , disminución de accidentes personales y servicios asistenciales; b)mayor fuente de ingresos y de circulación de dinero porque multiplicará las corrientes turísticas; c)elevación de nivel de confort y placidez de los habitantes por el descongelamiento.
El proyecto fue presentado al Ejecutivo por el Gobernador Guillermo Pacanins para su debida consideración. El concepto del Ingeniero Pedro Pablo Azpúrua, el plan resolvería el problema del tránsito que agobia a Caracas y a los caraqueños. La solución de este representaría una conquista apetecida para sus habitantes, que viven atormentados con el mismo problema en estos últimos años.
Fuente: Transcrito textualmente por Caracas en retrospectiva de la Revista Elite
#1378 1 de marzo de 1952
Imágenes tomadas del texto publicado en Elite