Comparto con ustedes una serie de reseñas que logré recuperar de la Revista "El Farol" de los años 40, denominada "Casas Históricas", siendo la primera de ellas , las ubicadas en el burgo de Antímano, espero sea de vuestro agrado la siguiente transcripción.
“A muy pocos
kilómetros de Caracas, a la vera de la carretera que conduce a Los Teques,
existe un pueblo por demás atrayente y simpático. La denominación por la cual
se le conoce, muestra lo típico de su raíz aborigen.
Y es que Antímano
constituyó, hasta hace pocos años, el sitio de recreo aristocráticos. El medio
de transporte era el ferrocarril o la "victoria" tirada por briosos
caballos! Y por ello Antímano guardaba respetuosamente distancia- por
dificultades de transporte-con el enervante ajetreo de la capital.
Antímano,
guarecido entre montañas, adornado con la lozanía de sus espléndidas vegas,
circundadas por haciendas donde el cultivo de la caña de azúcar era tradicional
desde los tiempos de la colonia, bañada en su parte sur por las cristianas
aguas del río, poseedora de hermosas leyendas de olvidadas edades
precolombinas, fresca y amable cuando soplara la brisa proveniente de umbrosas
alturas, tuvo siempre el favor de la sociedad capitalina.
Y esta marcada
preferencia de la burguesía de la ciudad metropolitana se reflejó también en
las clases directoras y en lo más destacado del elemento oficial que guiara los
destinos de toda la República.
Antímano fué
residencia presidencial, allí vivieron caudillos y estadistas, oradores y
militares de alto rango y prestigio: Guzmán Blanco y Rojas Paúl; Andueza
Palacios y Andrade; Manuel Antonio Matos, candidato presidencial hacia el años
1888 y Juan Francisco Castillo, también
candidato al más alto sitial del país en las postrimerías del siglo pasado.
¡En el apacible
burgo de las proximidades de Caracas, el afán palaciego formuló un protocolo
rural con aristas bien definidas! Y el fundamento de este curiosos protocolo
campestre se debe posiblemente al General Antonio Guzmán Blanco a quien
Antímano le debe mucho su inusitado esplendor.
Hubo quien
asegurara- la lisonja era fruto corriente en la época del Ilustre Americano-
que Antímano era el General Guzmán y que como él, el bello pueblo era hidalgo y
popular al mismo tiempo!
Pero lo cierto
fué que el Reivindicador de Venezuela, el glorioso estratega que acaudillara
con fortuna la triunfante revolución de Abril, (1870), le tomó muy especial
afecto al burgo de clima bonancible. Edificó a la salida del pueblo un palacete
de graciosas líneas y clara perspectiva. ¡Un palacete y un parque frondoso de
vasta proporciones! y Allí, ante la casona de pulidos pisos de madera se detuvo
toda Caracas cortesana, en la misma forma y con idéntica devoción que
anteriormente lo realizara frente a "La Viñetas" de Páez o en la
plazoleta del Municipal frente a la casa de Monagas, o en Santa Inés de
espaldas al Ferrocarril y sordos a los silbidos de las locomotoras serviciales.
El tren político
de Guzmán se trasladó también íntegramente a Antímano. Fijada la pauta por el
Ilustre Americano nadie se aventuró a discutirla.
Su candidato
presidencial y anteriormente su Ministro de Hacienda, el doctor Juan Pablo
Rojas Paúl- sin duda una de las más brillantes y nobles figuras de nuestra
política civilista - edificó también allí su mansión, y el sucesor de éste, el
gran tribuno, el doctor Andueza palacios, quiso elegir para levantar una quinta
de caprichoso estilo, la entrada del mismo Antímano sin pensar, tal vez, que algún
malicioso al buscar un arbitrario símil, bien pudiera traducir las respectivas
construcciones de dos casas a la entrada y al final del pueblo como un
principio y un fin de una política nacida bajo idéntico influjo.
En Antímano, en
sus casas "presidencialistas" se encuentra buena parte de la historia
de veinte y dos años de política interna, y si esas casas pudieran hablar,
quizá, podrían contarnos los secretos de muchos sucesos que nunca se han
filtrado a las páginas de nuestros relatos contemporáneos!
Por Antonio Reyes
El Farol 1942
Don Antonio Reyes González, dejó entre sus obras, una de suma importancia como es la serie Casas Históricas adicional a las reseñas sobre nuestros aborígenes, también publicadas en aquella estupenda revista que fue El Farol. Desde muy temprano en la historia de tal publicación de la Creole Petroleum Co,, con data de nacimiento en los años 40, don Antonio, primo de Guillermo José Schael, casado con hija del presidente Andrade, padre de Eulalia, Marcos y Antonio Reyes Andrade, fue asiduo colaborador. Nos parece magnífico ocuparse de reproducirlas aunque entristezca saber que no pocas de esas casas ya no existen debido al abandono o el "progreso" que transformó el medio físico nacional. Felicitaciones por la iniciativa y gracias por la deferencia para con don Antonio, de quien tenemos gratos recuerdos. Si mal no recordamos dejó un libro que recoge sus memorias. Vivió años en España y falleció en Caracas a avanzada edad.
ResponderEliminarDon Antonio Reyes González, dejó entre sus obras, una de suma importancia como es la serie Casas Históricas adicional a las reseñas sobre nuestros aborígenes, también publicadas en aquella estupenda revista que fue El Farol. Desde muy temprano en la historia de tal publicación de la Creole Petroleum Co,, con data de nacimiento en los años 40, don Antonio, primo de Guillermo José Schael, casado con hija del presidente Andrade, padre de Eulalia, Marcos y Antonio Reyes Andrade, fue asiduo colaborador. Nos parece magnífico ocuparse de reproducirlas aunque entristezca saber que no pocas de esas casas ya no existen debido al abandono o el "progreso" que transformó el medio físico nacional. Felicitaciones por la iniciativa y gracias por la deferencia para con don Antonio, de quien tenemos gratos recuerdos. Si mal no recordamos dejó un libro que recoge sus memorias. Vivió años en España y falleció en Caracas a avanzada edad.
ResponderEliminarTengo el privilegio, de haber reparado parte de actual fachada ,en la casa de Juan Pablo rojas paul.
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