"Desde el 6 de octubre, por decisión de la Gobernación del Distrito Federal, la Prefectura del Departamento Libertador y la Dirección Nacional de Tránsito, el kilómetro y medio que mide Sabana Grande ha quedado convertido en la noche de los viernes y sábado, en un inmenso paseo que no tiene nada que envidiar- según el Gobernador Valera- a Vía Veneto de Roma. El cierre del tránsito constituye una indudable victoria para los peatones y una derrota para los conductores. Los peatones, cuando sonaran las 9,30 de la noche del viernes, no sabían, al principio qué hacer con tanta calle por delante, pero las calles paralelas de la Avenida Abraham Lincoln (que es como se llama de verdad Sabana Grande) se volvieron una galleta de carros y los cornetazos no dejaron de sonar hasta horas de la madrugada, con el consiguiente disgusto de los vecinos de esas calles. Claro que el remedio lo tienen la mano: salir a pasear por Sabana Grande.
Al dar las nueve y media del viernes, la verdad es que Sabana Grande se caracterizaba por ser un gran paseo lleno de policías a pie y de a caballo que se movilizaron para hacer cumplir las órdenes del Gobernador, pero en cuanto el público- sobre todo los niños- se dieron cuenta que la calzada era también para ellos, cuando hasta entonces habían sido solo dueños de las aceras, se fueron echando a la calle poco a poco y se formó un sabroso paseo por el medio de la carretera, sólo interrumpido por las rayas blancas que cruzan la avenida de lado a lado. Grupos de pavitas con pantalones, novios del brazo, familias enteras pasearon por el nuevo Boulevard cuyas tiendas se veían engalanadas y llenas de luces multicolores como en los mejores días de Navidad"
Imagen tomada del Blog del Museo del Transporte |
Fuente:
Revista Momento 1967
Un ensayo, de lo que sería posteriormente la construcción del llamado " boulevard de sabana Grande", pero sin duda alguna, que no tuvo el encanto, de cuando cerraban la avenida, para el soláz de los habitantes de l zona
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