“NO es de ahora.
Caracas siempre encierra dos ciudades, porque tiene dos vidas diferentes. Una la de los grandes sucederes. La de las grandes fechas. La ciudad del acontecimiento que titula capítulos de libros. La ciudad que mide por kilómetros de años. La de ciertos gobernadores – Emparan, por ejemplo – que tuvieron la suerte de unir su nombre a algo y por eso no puede soslayarlo la historia. La ciudad se narra por etapas. La ciudad exterior. La de las grandes síntesis. Precolombina. Conquistada. Colonial. La ciudad de la Independencia. Caracas Federal. Caracas romántica. La del” El Cojo Ilustrado”. La del 18. La del 28. La del 36. La del 45. La del 58.
Las fechas tal vez sean los signos del paréntesis. Que abren y cierran determinada etapa. Pero entre uno y otro – páginas que no son ni primera ni última pero sostienen el cuerpo del periódico – entre un suceso y otro-, multitud de sucesos que integran la dinámica social. Que hacen que la ciudad sea. Se repita un nombre que tiene continuidad histórica, sino algo mucho más importante. El descubrir de esa multitud innominada de pequeños sucesos son los que han afirmado las tradiciones. Son los que conforman el carácter de la ciudad. Entre uno y otro Emparan, los gobernadores para los cuales no existe la memoria.
Se necesita entonces averiguar la hebra a partir del bordado.
Destejer la ciudad. Hacerla hilos.
Es la única manera de saber cómo se forman los 400 años de hilo de la ciudad”.
Efraín Subero
La Ciudad y Las Ciudades
Editado por la Compañía Shell de Vzla
A Caracas en su Cuatricentenario.
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