lunes, 30 de diciembre de 2013

Feliz 2014 para toda la familia retrospectiva


Transcribo las palabras de José García De La Concha en su magnifico e irrepetible libro "Reminiscencias", las cuales a pesar de no existir hoy el tradicional  "cañonazo", siento vigentes en cada línea, cada transcripción, e imagen que subo para ustedes;  Feliz 2014 para cada uno de ustedes, para  vuestros afectos y para nuestro maltratado país .

expresó García De La Concha : 

 " En todas partes he estado y en todas partes he recibidos años, pero francamente puedo deciros, quizás porque soy caraqueño por dentro y por fuera, que ese estampido del cañón a medianoche, solo, con su voz de trueno, habla mucho. Despide un año e inicia otro cuando irrumpe el Himno Nacional y brotan de todos los corazones, en precioso enjambre, el amor a Dios, el amor a la patria, el amor a los padres, esposas e hijos, el amor a nuestros semejantes, y es como el momento en que todos tenemos el alma limpia. Y es la voz del cañón. El arma mortífera de los hombres que seguida por las voces de las campanas, voces de ángeles, nos recuerda a nuestros antepasados y nos une a todos en el Himno inmortal de nuestro Bravo Pueblo, que penetra en nuestros corazones, y así sea en la Plaza Bolívar, en la casa de Dios, en nuestro hogares, todos sentimos con el “cañonazo” un lazo de unión y confraternidad deliciosa que nos hace más y más sentirnos venezolanos y alabando a Dios y a nuestro padre Libertador soñamos en un futuro promisor y una patria venturosa y un porvenir dichoso." 

Feliz 2014  para todos !!! 

domingo, 29 de diciembre de 2013

Que vuelvan los cañonazos

"El cañonazo del 31 es sólo un recuerdo" 

El sábado 31 de diciembre de 1983, el Diario de Caracas entrevistó  a Carlos Eduardo Misle o Caremis que se pronuncia porque le echen pólvora al viejo cañón de la Academia, si es que todavía existe, y disparen el tradicional cañonazo de los 31. Un sonido que nadie, ahora, escucha ni ve, y sin embargo todo el mundo habla como si fuera verdad. 

Explica Caremis: 

 " La costumbre de esperar el nuevo año en La Plaza Bolivar era una tradición muy arraigada en Caracas. Literatura al respecto hay en abundancia y Caremis se cuenta entre los relatores, no solo de las festividad de Año Nuevo en la Plaza Bolivar, a la que en el siglo pasado asistían  los presidentes de la República, sino que ha sido un atento seguidor de los acontecimientos importantes ocurridos en la Plaza desde la época de la fundación de Caracas hasta nuestros días.
Caremis cuenta que el cañonazo del 31 lo disparaban  desde el Cuartel San Carlos y luego en La Academia Militar, hoy convertida en Museo Histórico Militar. El Cañón estaba instalado en la Colina de La Planicie, asiento de la Academia Militar. Se popularizó a partir de 1910. 
Ese día en la Plaza el ambiente era de fiesta. El eco del fogonazo se escuchaba hasta en La Candelaria. " Caracas era una ciudad silente. Hoy, con el ruido, no se oye nada, y además no hace falta. Ante la gente se reunía en la Plaza y se traían hasta las sillas. ¿ En estos días como le vas a pedir a alguien que vive en Caricuao o en Macaracuay que se tire un viaje hasta la Plaza Bolívar para recibir el año? además es un peligro. 
"Yo no se si el cañonazo lo disparan todavía, porque ya la Academia desapareció y es asiento del Museo Histórico Militar . Sería bueno que lo activaran para que siga la tradición" 

El Cañonazo


“Raro era el caraqueño que decía: "Voy a esperar el año en tal o cual parte"; por lo regular, siempre se hablaba de el "cañonazo". Yo esperaré el "cañonazo" en la Plaza Bolívar; nosotros esperaremos el cañonazo en la Santa Capilla o bien en casa. Y era curioso observar que, aun sonando las doce, nadie hacía nada hasta no oír el estampido del cañón en La Trinidad o en La Planicie.
Para el caraqueño de época pasada, sentir el "cañonazo" era la llegada del Nuevo Año con todas sus penas y alegrías. A muchos encontraba el día primero del año, tranquilos, indiferentes, y les preguntaba y me contestaban: "Si yo no sentí el cañonazo; yo estaba durmiendo"; y yo soy de los que si no siento el "cañonazo" para mi es una noche cualquiera. Efectivamente, mi abuela me decía: "Lo que soy yo me acuesto temprano porque no quiero oír el "cañonazo", porque me da mucha tristeza, me trae muchos recuerdos". En todas partes he estado y en todas partes he recibidos años, pero francamente puedo deciros, quizás porque soy caraqueño por dentro y por fuera, que ese estampido del cañón a medianoche, solo, con su voz de trueno, habla mucho. Despide un año e inicia otro cuando irrumpe el Himno Nacional y brotan de todos los corazones, en precioso enjambre, el amor a Dios, el amor a la patria, el amor a los padres, esposas e hijos, el amor a nuestros semejantes, y es como el momento en que todos tenemos el alma limpia. Y es la voz del cañón. El arma mortífera de los hombres que seguida por las voces de las campanas, voces de ángeles, nos recuerda a nuestros antepasados y nos une a todos en el Himno inmortal de nuestro Bravo Pueblo, que penetra en nuestros corazones, y así sea en la Plaza Bolívar, en la casa de Dios, en nuestro hogares, todos sentimos con el “cañonazo” un lazo de unión y confraternidad deliciosa que nos hace más y más sentirnos venezolanos y alabando a Dios y a nuestro padre Libertador soñamos en un futuro promisor y una patria venturosa y un porvenir dichoso.
En época lejana, en nuestra humilde ciudad la torre blanca, los techos rojos y las azules lomas, en el antiguo San Carlos en La Trinidad, en el ángulo que mira al sudeste, se instaló un grande y viejo cañón de épocas remotas; negro, solo era como el vigía de la Ciudad; todos lo respetaban y querían; era como un símbolo para crear un museo.
Este cañón era familiar entre los caraqueños; no había nadie que no lo conociera. Tenía su personalidad. Y había chicos que le llamaban “La Cochina”, otras “La Verracas”, y como solo dejaba oír su voz en Año Nuevo o fiestas nacionales, le decían: “La Casaca” y de ahí se originó el conocido estribillo de:

La Cochina
La Verraca
La casaca
De tu papá

Por muchos años “La Cochina” daba el estampido de medianoche en el Año Nuevo y todos los esperábamos. Al  día siguiente eran romería de muchachos los que nos llegábamos hasta allí, a ver, oler y tocar el consabido monstruo y a preguntarle al centinela cómo la habían cargado, cómo la habían prendido, cuánta gente mató, se si oyó fuerte y tantas cosas que preguntan los chicos.

Cuando llegó el Gobierno de Cipriano Castro y se levantó en la Planicie la Escuela Militar, instalaron en el ángulo nordeste dos viejos cañones para las salvas  de ordenanzas y a ellos se les encomendó “el cañonazo de Año Nuevo”. “La Cochina” descansó y no se que se ha hecho. Como antigüedad, reliquia histórica y mismo como un autentico recuerdo de la ciudad de Caracas que se nos va, pido un lugar adecuado e cualquiera de nuestros museos para esta joya de nuestro pasado.
El cañonazo es algo íntimo del pueblo de Caracas, de una tradición de sus costumbres, y nadie está osado a suprimir.
Si este año yo no oigo el cañonazo, diré con la frase hípica: “Ya no hay  nada que hacer”, esto se acabó.

Fuente: 
José García de La Concha
Reminiscencias “Vida y Costumbre de la Vieja Caracas”/ 1962
Páginas 149 y 150

lunes, 23 de diciembre de 2013

Calles y Paseos de la Caracas de ayer

Calles y Paseos
José Gil Fortoul.

Se ha dicho de la Plaza Bolívar, que es un salón. Agreguemos, para que el símil no parezca estrambótico: - En las noches de retreta-.

Allí se da cita en las noches de los domingos y los jueves lo más culto y elegante de Caracas. Allí hacen gala nuestras damas, de tocados y trajes parisenses, y atraen miradas y corazones  con su airoso trapío. Allí se estrena la levita flamante, el sombrero de aterciopelados reflejos y la corbata subyugadora. Allí se conversa. Sobre todo, allí se pasea con placer, porque el piso es bueno. No se corre allí el peligro de tropezar con una piedra suelta, o sumirse en un atolladero, o dar un paso en falso  en un zanjón, como sucede, por desgracia, cuando usted se echa a andar por esas benditas calles de Caracas.


La estatua recién inaugurada en su entorno de la plaza, en una fotografía
del álbum de Roberto García

No hablamos en guasa, ni pertenecemos a la clase de los “inconformes”. Estos no hallan en la tierra nada bueno. A nosotros nos parece óptimo el paseo de la Plaza Bolívar. Pero las calles son pésimas y es preciso decirlo y gritarlo, a ver si se convierten pronto en calles de capital civilizada.

Ni damos palos de ciego. El Ministro de Obras Públicas, es un caraqueño joven y amigo del progreso. Tiene que desear, por consiguiente, que la capital merezca su nombre y sea digna de  su categoría. Sabemos también que no se cansa de arbitrar los medios de lograrlo, y emplea últimamente la parte del Tesoro que a su Ministerio corresponde.

Pero debemos observar que la tal parte es insuficiente, y que si vamos a seguir a pasitos como ahora, no tendremos calles transitables ni de aquí a diez años.

¿La crisis fiscal? Si, ya lo sabemos. La crisis fiscal se ve y se siente. Lo que no se ve es su solución. Y ya es tiempo de que los señores ministros nos digan cuándo la veremos.

Uno de nuestros colaboradores, que si es guasón, e interrumpe a cada instante su artículo para leer estas cuartillas, nos dice mordiéndose los bigotes: “La solución del problema de las calles no puede ser sino consecuencia lógica de la solución del problema de las calles no puede ser sino la consecuencia lógica de la solución del problema autonomista. Espere, compañero, y ya verá”.  Dios lo oiga, porque si el proverbio no marra, vale más tarde que nunca.
Entre tanto, echemos a volar la fantasía y preveamos el Caracas del porvenir.

No bien baja usted de la Plaza Bolívar a la Esquina de Las Gradillas o sube a La Torre, se va hasta el Guaire o hasta la Estación de Petare por calles bien adoquinadas, barridas y regadas.

Si a pie, las aceras invitan a caminar a paso rítmico, como lo exige el clima, sin preocuparse con tropezar  en imprevistos estorbos.  Se va usted atento a los ojos que fulguran detrás de las misteriosas celosías, y cuando no hay tales fulgores se apacienta usted mirando las fachadas. Ya no están barnizadas de chocolate ni mamey, ni se desconchan como aquellas de remotos tiempos que parecían enfermas de exótica erupción. Son blancas como las de Andalucía y Argelia, o sonríen (perdone usted el tropo) con el suavísimo primer verdor de las hojas primaverales.

Si es en carruaje, oye usted el golpear acompañado de las herraduras y siente girar veloces ruedas de caucho sobre un suelo liso y duro. Ya los caballos  no cojean sobre adoquines sueltos, ni van los carruajes dando tumbos.

Si es usted jinete, no bien pasa de Puente Hierro, echa usted a galopar en briosa jaca por el Paseo de El Paraíso. A un lado y otro, árboles frondosos dan sombra y frescura. Por la derecha y por la izquierda se prolongan dos filas de carruajes cargados de mujeres hermosas y elegantes; y por aquellas avenidas laterales de finísima arena, van y vienen apuestas amazonas y airosos caballeros.    
O sube al Calvario por caminitos de pendientes suave, cortados de trecho en trecho por deliciosos kioskos  [sic]  de bambúes y alegres jardincitos de plantas raras y de rosas.

 -  Alto ahí, -  nos dirá quizás un paseante solitario que contempla melancólicamente el arco de la Federación.  Esto que usted dice no es prever sino postver. El Calvario era así, como usted lo pinta! 

Así era; pero ya no es, Y esto demuestra que en ocasiones progresar es volver a realizar lo que existió, ¿Quién nos devolverá El Calvario de nuestras mocedades? La escalinata no parecía trazo de coliseo antiguo, derruido como el de las ruinas de Italia. No buen pasaba uno del Caroata, ya no veía garitas amenazadoras.  A la visión sangrienta de la guerra, sucedían al punto los apacibles paisajes de venturosa arcadia. Y para llegar a la planicie del estanque, no se subía por gradas rotas, como las de un atrio abandonado…

Bajemos del Calvario. Volver a dar belleza a algunos pormenores, será cosa fácil, trabajo de cortos días.
De largos años será el transformar a Caracas. Pero no hay tiempo que perder. Los que hoy la gobiernan, también la aman. Si la aman, puesto que desean embellecerla.

Que el deseo se convierta pronto en obra tenaz y constante ¡Caracas sabrá premiar. ¿Verdad, caraqueños, que cuando mañana domingo os derraméis por esas calles y paseos, soñaréis todos con vuestra capital del porvenir?



Texto publicado en
Billiken 1945
Transcrito por CER
Imágenes:  “Arquitectura y Obras Públicas
En Venezuela Siglo XIX” de Leszek Zawisza

jueves, 12 de diciembre de 2013

Caracas, Ciudad de ayer y de hoy

“Caracas era una ciudad típica hasta hace unos siete años; típica como sus habitantes, filósofos de la vida  y “amigos de los hombres”.  Una luna madura de metal cobrizo se paraba en las esquinas como si aguardara el cruce de algún transeúnte solitario de la noche. Hoy la luna es moderna, sobre los edificios grandes, iluminados como un retablo. La luna de ahora es blanca, simplona, no destaca su fuego amarillo sobre las calles profusas de luminiscencias publicitarias.  Hoy el esmalte lunar es limitado por los decoradores de ultramodernos cafetines y fuentes de sodas, extrañas a Caracas, la ciudad de los botiquines coloniales con sus pesados mostradores y mesas de caoba encerada, espejos turbios por muchas generaciones de moscas y pisos de cementos incoloros. Esos bares remedos de cantinas españolas, adonde llegaban los andaluces de sal y luz a palabrear entre vinos y aceitunas anécdotas o  mentiras. Era Caracas Ciudad de mujeres tímidas ante la palabra procaz del hombre, de damas  ataviadas con trajes largos de serias coloraciones, el cabello arreglado según modelos antiguos, profuso, caído en cascadas hasta las espaldas, sin falsos tonos oros, aireado por las brisas frescas del Avila. 
Chocolateria La India 

Los modales sin desbordamientos, sobrias risas, a penas dibujadas en las facciones breves, palabras sencillas, ideas fáciles, sin rebuscamientos de lecturas y principalmente referidas a temas del matrimonio y el hogar. Cumplidoras de los preceptos católicos iban a misa diariamente y los domingos, al salir de la Iglesia acompañadas por sus padres se tomaban en sana juerga la mañana. Mañana dominical de 19…., horas anheladas en toda la semana; la Plaza Bolívar, Lucas Manzano de pantalones cremoso y fresca pajilla de sombrero, paseando y observando el ambiente  para escribir la crónica de BILLIKEN. Fotografías con cámara “Kodak” para dejar plasmado en un papel brillante los rostros sonrientes de un día festivo.  Luego a las 11: am la retreta municipal, la banda engalanada con trajes de paño azul oscuro, orillados de oro. Los cobres de la banda hacían sonar valsecitos criollos o bravos pasodobles donde el clavel y la manola eran palabras importantes de la letra. Al fin, el joropo, criollo y veloz. Y el público, numeroso, aplaudía. Luego el paseo por la Plaza, damas engalanadas de sedas y pajizos sombreros enriquecidos con racimos de flores de café (fingidas). A las doce, reunión en “La India”, el salón de familias más elegante de la capital del 20; helados en cajitas provistas de una cuerda para transportarlas con un cesto, uvas, versallesco obsequio de los caballeros, manzanas, peras, aceitunas, una taza de chocolate. Con estos comestibles celebraban el domingo las damas y hombres de alto rango social, concurrentes al lujoso salón de familias.  El almuerzo, alguna dama invitaba a su novio a la mesa; hervido de gallina latería de “Rodel” traídas de “La Colonial”, el botiquín de la gente “de tono”. En tarde, las carreras de caballos, la plana mayor del gobierno de Gómez  en la tribuna presidencial, boletos jugados entre la gritería de las damitas, antología de trajes y cosméticos, los mozos tomaban una copa de brandy y a pasear por el jardín del Hipódromo.

Otras damas iban “a dar una vuelta” al paseo de “El Paraíso” en un coche tirado por briosos caballos de idéntica pelambre y aperados lujosamente. Las cinco de la tarde “El Pinar”, florido y fresco, las calles de tierra. En la noche, hasta las diez, las damas sentadas a la ventana. Apoyaban los codos marmóreos sobre muelles cojines bordados por sus propias manos. Se paran los caballeros, les obsequian bombones.  La madre vigila desde el fondo de la sala sentada en una mecedora. A las 9 y 45 los primeros bostezos, los caballeros lo notan, vacilan en permanecer junto a las damas enventanadas “Tu mamá tiene sueño, me voy”. Y se iban los mozos  por la criolla calle, silbando, silbando bajo la luna llena de trópico. Entraban al bar, comían una tostada y una taza de denso chocolate y llevaban algún regalo a sus madres que esperaban sentadas en el lecho su llegada. (“No me puedo dormir hasta que no lleguen los muchachos” dicen las madres buenas). Así era Caracas, con ese tono gentil, elegante, grato. Con sus mujeres hogareñas y sus hombres llenos de hombría, simples en sus preocupaciones, sin política.  Amigos de las fiestas y del buen brandy. Así transcurría la vida hasta que un día se acabó todo esto y hoy es Caracas una ciudad Cosmopolita, poblada y con gente rara que por la calle va con un rostro que no sentimos nacional. Ellos, los inmigrante tienen una porción de trabajo en la obra de formación venezolana que todos queremos realizar. Caracas ya no es típica, está llamada a no serlo, por su situación geográfica, apta para recoger las características de los distintos países que, por medio de sus habitantes viajan, nos llegan al puerto de La Guaira. ¡Caracas, todos te recordamos como eras! Y como en el poema de  Antonio Machado decimos: Mi infancia es el recuerdo de un patio de Caracas."

Caracas, 1945 
Por Rafael Brunicardi, h
Elite 1945




lunes, 2 de diciembre de 2013

Una perspectiva de la Avenida Bolívar

Av Bolívar
Foto de Luís Noguera
1949 

 “El dinámico fotógrafo Luís Noguera tomó en una de sus excursiones por los centros pintorescos de la ciudad, la gráfica que ilustra  esta página.
Desde el Bloque Nº 1, enfocó Luís la gran obra en marcha, gracias a lo cual se ve la brecha abierta desde El Silencio hasta la placita del Nuevo Circo.
El laberinto en que está convertida  la ciudad por el ir y venir de los camiones cargados de tierra, que van dejando a lo largo del trecho recorrido la mayor parte de su carga terrosa, para sembrar la vía de pedruscos y polvo que la hacen totalmente intransitable, cobra diversos aspectos.
Hasta un ayer cercano,  hablar de la Avenida Bolívar, era darle rienda suelta a chistes y frases encaminadas a negar que tal cosa no se llevaría al efecto.
Más. Como obra de magia y por que cuando la pelota cambia de manos, el triunfo es un hecho cumplido, las nuevas corrientes que están dándole  vida a todas las actividades  ciudadanas, nos dan  a cada nuevo amanecer, muestras inequívocas de que avanzamos a pasos gigantescos en la transformación de Venezuela.
La Avenida Bolívar, nadie  podrá dudarlo, puede considerarse entre los hechos cumplidos; si interesados están en su propia realización los elementos que se han echado al hombro la carga de verla realizada no se queda atrás  los contratistas que multiplican sus actividades para cumplir el compromiso de ellos contraído.
Para el mayor logro de tan patriótica finalidad están interesados desde los humildes hijos del pueblo hasta los grandes señores,  porque en todos priva la sola esperanza de ver Caracas transformada en ciudad moderna acorde son su trayectoria y sus grandes fuentes de riqueza." 

Fuente : Transcrito por Caracas en Retrospectiva 
de Billiken #1059 / 1949   

martes, 26 de noviembre de 2013

La Iluminada de Sarría

Por Gilberto Parra Zapata 

Tomado del libro "Sarria en el Corazón" 
La Iluminada de Sarría (*) 

"No existe fuente de sabiduría más clara que el sentir y el decir populares. La palabra Iluminada exhala la magia que rodea a alguien ungido por un don especial, como por ejemplo la gracia pentecostal con que fueron supuesta-mente ungidos la Virgen María y los apóstoles ante la venida del Espíritu Santo. Todo esto viene a cuento porque durante los años 30, 40 y 50, particularmente a partir de 1934, una humilde mujer comenzó a hacerse conocida en Caracas por su confesa facultad extrasensorial de comunicarse de viva voz con Jesucristo, todo de acuerdo con su propia revelación y la de quienes creyeron y aún creen que todo aquello es posible. El cómo haría una humilde mujer poco letrada para convencer a tanta gente de todos los estratos sociales y de todos los niveles culturales que ella, precisamente, había sido elegida por Jesús para ser su portavoz o interlocutora ante los demás mortales, excede el propósito y razón de la presente crónica, cuyo objetivo no es otro que referirme a aspectos mucho más terrenales que rodearon la figura de Dolores Rengifo de Ramírez, tal es el nombre del personaje que aún hoy, a casi cincuenta años de su muerte, sigue despertando curiosidad en algunos, veneración en sus propios creyentes, escepticismo en muchas mentes reacias (positivistas) en aceptar fenómenos esotéricos, así como sus viscerales detractores, tal como lo hizo la jerarquía de la Iglesia Católica en su oportunidad, quien llegó a calificar de brujería o hechicería el discurso pagano-religioso-sincrético de la mencionada dama. En tiempos de la “santa” inquisición la habrían quemado viva.Lo extraordinario de esa mujer es que haya pregonado a los cuatro vientos que conversaba con Jesucristo. Los charlatanes al fin y al cabo siempre han abundado, sobre todo  a partir de la notoriedad adquirida por Nostradamus.... (..)"  
Lo extraordinario de esta mujer, decíamos, es en primer lugar que supo combinar elementos religiosos y paganos unidos a su excepcional capacidad de convocatoria y en segundo lugar la proyección social que tuvo (aún tiene) la Sociedad Jesús, María y José, entidad que se creó para motorizar los fines, propósitos y objetivos del discurso de Dolores a partir de su innegable liderazgo. Dolores Rengifo, en principio, debió ser una firme creyente de los preceptos católicos, tanto que ella misma afirmaba ser la voz de nuestro Señor Jesucristo ante los mortales. Luego la figura emblemática de la Sagrada Familia, Jesús, María y José, a quienes invocaba y a cuya advocación consagraba todo el mensaje de su mística prédica. 
El mandato de rezar tres padrenuestros y tres avemarías a las cinco de la mañana para el perdón de los pecados y eventualmente obtenerla salvación eterna, todo eso tiene una honda raíz católica,de cuya doctrina nunca renegó, al contrario, se ocupaba de afianzarla como pilar fundamental de su mensaje. Por otra parte, la Sociedad Jesús, María y José, una entidad me imagino con estructura de sociedad civil (hoy se llamaría una ONG), fundada el 12 de marzo de 1943, llevó adelante una meritoria obra social, especialmente en la comunidad del barrio Sarría, barriada marginal entonces y ahora. Esa sociedad construyó un templo, la capilla Jesús, María y José,en la cual algunos hechos que vamos a narrar más adelante marcaron toda una época en la bucólica Caracas de los años 40 y 50. Además, la Sociedad Jesús, María y José durante varias décadas sostuvo una escuela primaria, un comedor escolar, un ropero escolar, un dispensario médico, todos esos servicios absolutamente gratuitos y abiertos a la comunidad.Otro aporte valioso de esa sociedad fue el conjunto de aguinaldos Jesús, María y José, de proyección nacional, sin duda el mejor del país; conjunto que rescató y sostuvo durante muchos años el valor del aguinaldo o villancico criollo que deleitaba a grandes y chicos, pero sobre todo contribuyó al rescate de la música navideña como parte de la identidad nacional, hoy día tan mediatizada. (...)
Un aura de eterna gratitud sin duda invade el espíritu de tantos venezolanos, quienes de esa ma-nera absorbieron sus primeras luces. Este hecho, por sí solo,justificaría la existencia de esa sociedad. A partir de todos estos hechos, la gente comenzó a llamarla la Iluminada, palabra mágica que define y simboliza una cierta condición de poseer facultades especiales, tales como la de curar enfermos o realizar ciertos milagros. 

Notable ejemplo el supuesto caso de un trozo de pan que ella adquirió hace más de 65 años y no obstante el tiempo transcurrido aún permanece fresco e incorrupto, el cual se exhibe en la capilla Jesús, María y José en El Cortijo de Sarría. Dolores Rengifo se hacía decir portavoz del mensaje redentor de Dios, redención que se lograría a través de la paz, la fraternidad y la oración.A estas alturas es bueno aclarar que Dolores nunca fue percibida como una santa a diferencia de otros objetos de la devoción popular como lo son, por ejemplo, José Gregorio Hernández y la Madre María de San José, quienes de acuerdo con la liturgia católica murieron en olor de santidad, y después de su muerte las obras realizadas en sus vidas son objeto del escrutinio del Vaticano a ver si clasifican como beatos o eventualmente adquieren la categoría de ascendera los altares. Por otra parte, Dolores sin tener la condición sincrética de Guaicaipuro ni del Negro Primero, ni del Negro Felipe ni aun de María Lionza, mucho menos de esas ánimas que proliferan a lo largo del país, tales como Gregorio de la Rivera o Juan Salazar, poseía sin embargo ese oscuro objeto de oscilar entre la condición pagana de ser un ente humano,lleno de fortalezas y debilidades, pero cuando se atribuía la condición de ser la interlocutora entre la palabra de Jesúsy los demás mortales entonces adquiría una dimensión de gurú, de piache, de intérprete entre la condición divina y e lmuy menguado status que la Iglesia Católica le reserva a los seres humanos. Para reforzar la afirmación de que Dolores Rengifo y la Sociedad Jesús, María y José sí profesaban la fe católica está el hecho de que un sacerdote en ejercicio, monseñor Francisco Castillo Méndez, asumió las funciones de párroco de una feligresía donde se bautizaba, confirmaba, confesaba,comulgaba, se casaba y se impartían los santos óleos, es decir, se practicaban los sacramentos de la liturgia católica.Muy emblemática era la misa dominical y dentro de ella la homilía a cargo de ese cura párroco, donde solían abordarse candentes temas sociales. Por lo demás, se trataba de un sa-cerdote con ideas y posturas de avanzada para la época, tal como oficiar las misas en idioma castellano y en contra del celibato sacerdotal. No es de extrañar, entonces, que esasposturas le granjearan la ojeriza de la dictadura de Pérez Jiménez y fuese expulsado del país. 
Cada 3 de octubre (aniversario del acontecimiento en que Jesús le dirigió por primera vez de viva voz la palabra, en 1934, según Dolores Rengifo) se llevaba a cabo la procesión de la imagen de Jesús, María y José con una concurrencia multitudinaria donde se daba cita toda la amalgama social de lpaís, con visitantes de todos los rincones de Venezuela, pero igualmente de lugares tan distantes como Colombia, Méxicoy las islas del Caribe. Esa masiva convocatoria social tenía que despertar, como en efecto sucedió, los recelos de la jerarquía católica, al unísono con la dictadura perezjimenista, quienes persiguieron con tanta saña a la Sociedad Jesús, María y José. Esto obligó a sus creyentes a optar por esconderse en las catacumbas, tal como sucedió en los tiempos del Imperio Romano. En tan adversas circunstancias, sobre todo después de la muerte de Dolores Rengifo acaecida en 1958, las actividades de la Sociedad Jesús, María y José fueron languideciendo hasta reducirse a lo que es hoy, un cónclave testimonial, cruelmente raleada en número de personas, quienes con mucha melancolía todavía hoy, a pesar de todo, profesan su fe en Dolores y en su mensaje pagano-religioso.Sin embargo, para efectos académicos, alguien tendrá que aclarar a la sociedad venezolana la connotación de la palabra Iluminada, mientras tanto uno seguirá pensando que es algo así como una fuerza sobrenatural mediante la cual Jesús la eligió para un fin que, de acuerdo con testimonios escritos dejados por Dolores, es dejar claro que su reino no es de este mundo sino que trasciende esta vida terrena. En general, interpretaciones al discurso de Dolores Rengifo habrían tantas como conceptos mágicos, religiosos, espiritistas, sincréticos y aún supersticiosos que puedan tener los sujetos que lo perciban. Con mucha frecuencia en esos años escuché decir, no sé si en son de burla, que Dolores estaba siendo presa de un cierto espíritu burlón que fingía ser la voz de Jesús para caricaturizar lo que sería la esencia de su discurso mágico-religioso-sincrético.
Por último, debo resaltar un hecho que para mí tiene una gran trascendencia y es que Dolores Rengifo de Ramírez le dio gran notoriedad al barrio El Cortijo de Sarría, el cual pasó a ser una referencia en todo el ámbito de la República y aún más allá en Colombia, México, el área del Caribe y probablemente también Europa, por comentarios ostensiblemente llevados por nativos de ese continente que de alguna manera se habían relacionado con ese discurso, y que por lo tanto tendrá alguna vigencia en la medida en que el ser humano termine de aclarar su verdadera identidad existencial." 
Dolores Rengifo
La Iluminada de Sarría 

(*) Publicado en el diario El Regional del Zulia, el día 07-0 -2000

La iluminada de El Conde, por Oscar Yanes

ASÍ SON LAS COSAS

Oscar Yanes

"Primero sentían un corrientazo"

_¿Por qué no prohíben La Múcura? _se preguntaban miles de muchachas casaderas en todo el país. Según los periódicos, el porro se había convertido en "un disco criminal". En el barrio 18 de Octubre a un muchachito de diez años, una mujer de un navajazo le cortó el estómago, porque el muchacho al verla se puso a cantar: "Y es que no puedo con ella".

Muchos hombres no querían pasar por ciertos sitios con sus novias, por que los guasones al ver una pareja gritaban: _¡Ojo pelao! ¡Cuida tu Múcura! ¿O es que no puedes con ella?

Pocos meses después de derrocado Gallegos, el 24 de noviembre de 1948, el prefecto de Caracas anunció en rueda de prensa "que se acabará con La Múcura en las rocolas, porque se han presentado pleitos y agresiones en los botiquines de las carreteras. Pero la prohibición no afecta a la radio".

La Gobernación de Caracas estaba muy preocupada en aquellos días no sólo por la Múcura, sino por la llamada Iluminada de El Conde, quien había despertado las protestas de la Iglesia católica.

Desde temprano, más de quinientos pacientes hacían cola en la casa número 87, en la avenida Simón Rodríguez en El Conde. La señora no cobraba, y a quien le ponía la mano en la cabeza y le decía: Ten fe, hijo mío. "Lo curaba al instante".

_¡Que pase el otro! _gritaban en la puerta de Blanca Cáceres de Campo, la Iluminada de El Conde. Al entrar el paciente, la señora, vestida toda de blanco, murmuraba: "Arrodíllate hijo. Ten fe. Cierra los ojos". Todos los visitantes de la Iluminada contaban que sentían como un corrientazo que les sacudía el cuerpo, luego gran paz interior; "una seguridad en uno mismo tremenda" refería un abogado de Santa Teresa del Tuy, a quien le desaparecieron un dolor de cabeza, que según él, lo atormentaba desde pequeño. Había gente que entraba en silla de ruedas y salía caminando.

_¡Milagro..! ¡Milagro..! _a eso de las seis de la tarde, la señora Blanca, aparecía en la puerta de la casa y gritaba:

_¡Hermanos! ¡Hermanos! _cesaban todos los murmullos. No se oía ni el zumbido de una mosca, estoy cansada. Regresen mañana a las siete. ¡Regresen mañana! Y recuerden hermanos lo que dijo Jesús: "El que a sí mismo se engrandece, será humillado y el que se humilla, será engrandecido", que Dios los bendiga... La gente se retiraba en silencio y al día siguiente la cola era más grande.

_¡Desapareció la Iluminada! _la noticia cundió por todo San Agustín y El Conde, después de tres semanas de milagros diarios. Las puertas de la residencia de la Iluminada amanecieron un buen día cerradas con un letrero: "La señora Blanca Cáceres de Campo ha salido para Panamá a cumplir una misión importante. Reciban la bendición de Dios".

_¿No será que la secuestraron? _preguntaban algunos.

Ese fue el Gobierno aseguraban otros. Un periódico envió a Panamá al acucioso reportero Manuel Echenique Romero, pero no pudo localizar a Blanca Cáceres. Se la tragó la tierra, decía la gente.

Así son las cosas.


La Iluminada de El Conde

“Dudar de que la honorable señora Campos, a quién los caraqueños distinguieron con el mote de la “Iluminada”, hizo milagros, sería negar la luz del sol. A  su residencia de la “Avenida Simón Rodríguez” fueron con la última esperanza de retornar  plenos de buena salud, centenares de personas desahuciadas, entre ellos, mudos, sordos, paralíticos; luego de ser vistos por la señora Campos han recobrado el don de auricular, la palabra y moverse por sus propios pies. Quien esta nota escribe presenció la curación de un muchacho cuyo nombre no pudo inquirir, en virtud de la multitud de personas que seguían a la madre que lo conducía al vehículo en que se alejó de allí. Este chico cuya edad no pasa de 10 años entró a la casa de la “iluminada” cargado por su progenitora; rato después le vimos salir caminando por sus propios pies, mientras su madre lloraba emocionada al ver a su hijo curado. Casos como este originaron en la residencia de la señora Campos en considerable número, y quienes lo han presenciado son los mejores testigos de que el mote de la charlatana, ni le cuadra ni lo merece “La Iluminada” . Los charlatanes son, si, los que hablan de cosas que nunca harían, ni está en su cabeza el poder analizarlas como la ciencia lo indica."


En las gráficas de esta página pueden verse grupos donde aparecen niños y personas grandes curados por la milagrosa. 



Fuente: Billiken / agosto 1949

viernes, 22 de noviembre de 2013

Una Vista a la Urbanización “Parque Santa Mónica”

Nada más grato al hombre amante de la naturaleza, que adentrarse en parajes enjoyados por la esmeralda de los árboles y el perfume embriagador con que la brisa embalsama el paisaje; en aquellos privilegiados lugares que convidan al reposo y a la meditación. Tal es la Urbanización “Parque Santa Mónica”, enclavada en el propio Valle de Caracas.

Una extensa planicie rodeada de armoniosas colinas eternamente besadas por la brisa del Oeste, y frente a ellas, se irgue en su imponente solemnidad el Avila, atalaya de Santiago de León y  Caracas, empenachado de neblinas, bajo el rumor de las cascadas  que musicalizan desde que nace hasta que se pone el sol. 

Santa Mónica, por su situación privilegiada, está provisto de ventajas y comodidades de que están ayunos otros lugares frecuentados por el caraqueño enamorado de la naturaleza. 

En Santa Mónica convergen todas las vías de acceso que parten de los diferentes centros de la población, lo que influye poderosamente en beneficio de quienes están haciendo de aquella Urbanización el lugar más ideal para residir en todas las épocas del año. 
Recientemente,  con motivo de festejar la Directiva de aquella empresa urbanística  el segundo aniversario de haber iniciado sus actividades, tuvo efecto una elegante fiesta campestre a la cual concurrieron distinguidas personalidades de la política, los negocios, la prensa y el mundo social en su más destacada representación. 
Una orquesta formada por ejecutantes de música folclórica amenizó el acto, ternera asada a la llanera,  rociadas con ____, guarapo fuerte, chicha andina, y otras combinaciones absolutamente venezolanista  viajaban de mesa en mesa con abundancia generosa. 

“En un lugar fresco y acogedor, elegido entonces por quienes huían de las zonas bajas, calurosas. Y en la configuración actual de la ciudad moderna que se construye hacia el Este de la vieja Caracas, supone en centro urbano, sin perder su carácter de zona estrictamente residencial, sin tránsito ajeno a la propia urbanización. La parte alta de la urbanización permanece alejada del tumulto ciudadano – por más que se desarrolle la ciudad y multiplique    
sus habitantes- y es lo que los caraqueños llaman “Balcón del Avila”, por hallarse frente a las altas montañas de este nombre que limitan la ciudad por el Norte. En cuanto a la parte baja –la llanura- recibe la misma brisa del Avila y es un lugar eminentemente fresco y limpio. 
La idea de “Parque” supone exactamente cuanto un parque significa, con jardines generales de ornamentación, jardines para la infancia, y zona reforestada en las colinas para paseos a caballo y para el disfrute de una paz total en un ambiente de frescura. 
“El agua- uno de los graves problemas de la capital venezolana- es abundante y segura, gracias a la riqueza natural de la zona, y la existencia de un contrato de perpetuidad con el Instituto Nacional de Obras Sanitarias, mediante el cual se garantiza el suministro regular del Gran Dique “La Mariposa” recientemente construído. Donde “Santa Mónica”  paga por este servicio, casi un millón de Bolívares. La Gran autopista del Este, y las modernas y amplias calle de la ciudad moderna, conducen directamente a esta Urbanización. Sin embargo, ninguna atraviesa Santa Mónica, de manera que nada ajeno a su propia vida puede perturbar su tranquilidad. 
“La vecindad Santa Mónica” es eminentemente selecta. La Gran Ciudad Universitaria es el vecino inmediato. Esta Ciudad Universitaria – una de las más importantes de América Latina – Será el eje central de Caracas- 

“ La vieja Ciudad de Caracas que aún guarda en el centro aspecto colonial , se desplaza rápidamente al Este en una carrera apresurada en busca de espacio vital para su nueva e intensa vida. El Valle del Este es, sin embargo, limitado. Todo cuanto se construye en el Este es cotizado a precios muy superiores al Oeste. Desde la Plaza de  Venezuela- al nivel de Santa Mónica- hacia el Este, comienza una ciudad moderna, que alberga a las clases pudientes y acomodadas y que muestra un comercio distinguido que el de la Vieja Caracas. 
       
“ En la época Colonial fue residencia y dominio de la comunidad  religiosa denominada  “Monjas Blancas”. Más tarde después de la Independencia, floreció una rustica refinería de azúcar, de solida construcción española servida por típicos acueductos de arcos de medio punto”. 
Como atraídos por la corriente de simpatías que hizo del día aniversario de la fundación de la Empresa Parque Santa Mónica, uno de los más inolvidables en la ciudad, están en la foto distinguidos elementos haciéndole grata Compañía  a los señores Don Dionisio Bolívar,  Coronel Sam R. Knight, Dr. Laureano Vallenilla Lanz, Sr. Alfonso Arreaza L, y Dr. Rafael Pinzón, quienes ponen una grata nota a la fecha aniversaria de la Urbanización Parque Santa Mónica.

Cabe la sombra de un frondoso y anejo  árbol  tal vez plantado por las manos de aquella famosa congregación de monjas Blancas que tan noble ejemplo diera en la Caracas de su tiempo, se ha cobijado, para gustar las excelencias de la fiesta aniversaria de Santa Mónica, el gran todo invitado a tan simpático acto.




Muchachos del matadero de El Valle, secundan al infatigable y excelente amigo Briceño Montero, a quién le fue encomendada  la organización de la ternera. 



Billiken 1950

sábado, 16 de noviembre de 2013

Arte funerario "Cementerio General del Sur"

En Construcción , actualmente presenta fallas que no me permite editar ni colocar la leyenda de cada imagen . 










Ciudad de los Paisajes


“Como a Granada, como a Florencia, a Caracas, la “Sultana del Avila” se le puede llamar la ciudad de los crepúsculos.
Otras ciudades tienen el estruendo, el renombre, el vértigo, la pulcritud, la paz. Caracas tiene la luz. Luz mágica de tambor, luz fastuosa de gema, luz insinuante y turbadora de ojos de mujer….

Nada nuevo ni sensacional diría el viajero que ahora le recuerda enfebrecido si declarase que a la capital de Venezuela le faltan varias cosillas y le sobran otras para competir con capitales no ya sudamericanas, sino europeas.  Cien mil habitantes instalados en viviendas de planta  baja nada más, dan poco de sí bajo cualquier cielo.  Quedan, además, en aquella población, vivaz  y menudita como sus mujeres, resabios coloniales, peculiaridades de vieja provincia española que coaccionan en cierto modo. Se ven demasiado “Chaquets”; se fundan para morir, ¡ay! a escape, demasiadas revistas literarias, se conoce demasiado a demasiadas personas; se vive finalmente, allá como en un gran hotel o un patio colosal, con su escuela de “comodillas” y de alfilerazos y de campanitas puramente vecinales o –según los mismos caraqueños dicen- de “parroquia”. Lo mismo que en Toledo, en Zamora o en Huesca. 

Y adviértase que no se apunta, el decir esto, defectos o lacras-  muy de estas Españas-, a fin de cuentas, indícanse [sic] rasgos característicos de los de mayor bulto y relieve. Vaya la verdad por delante y poetícela  y embellézcala, con su brujería, la distancia. 

Caracas, como cualquier otro rincón de la tierra, tiene de todo. Y mucho de la Madre Patria, bueno y malo. Allí subsisten aún portalones y perjuicios, penachos y suspicacias, altiveces y rejas. Más de una vez,  y por más de un motivo amable, imaginamos muchas veces, al pisar aquellas calles que no habíamos salido de Alcalá o del Paseo de Los Rosales… ¡Y todavía se discute, con gravedad terrible , si hay o no hay raza. Desde  las “Gradillas” caraqueñas a las Rondas matritenses, existen muy contados metros. Y si la compañía Trasatlántica quiere que medien treinta y siete días, lo hace, por los visto, “para despistar”. Al fin y al cabo, manteniendo la embustería remuneradora  de la distancia, subsiste una literatura- muy estimable, desde luego- que encarece la hermosura de  de la travesía larga y ahonda el sentimentalismo de las epístolas recibidas con unas cuantas semanas de retraso. 

En consecuencia, se debe afirmar que, faltándole a Caracas tres o cuatrocientos mil vecinos más, tiene la luz, una luz incomparable  y acaso única en el mundo. Los numerosos poetas jóvenes de allí muchos de ellos notabilísimos, lo saben, y los pocos pintores de aquel país está hechizando empiezan, como quién dice, a advertirlo. El ilustre Tito Salas, que, con valer tanto, se con sus pinceles de maestro, sabe cuán cierto es lo que acabamos de consignar. Por añadidura, Caracas bulle al pié de un Coloso de piedra, un gigante alternativamente hosco y reidor, el monte Avila, monarca y tirano, mago y ángel, que habría enloquecido a nuestro señor D Diego Velázquez, y hubiera grabado la dionito”. Nuestra Sierra guadarrameña, tan sutilmente matizada y matizadora, con su nieve y su azul en mayo es junto a aquel prócer Avila, una aprendicilla “adelantada” y nada más…

Apenas llega el viajero a Caracas, cuando la obsequiosidad de lo nuevo le solicita y halaga penetrantemente, la luz es lo primero, deslumbrándole, susurra sus oídos: “Por mal que lo pases aquí, lo pasarás a gusto. Esta ciudad no posee arquitectónicamente, maravillas: no tiene la docena de museos, no los Alcázares ni las anchurosas avenidas; pero ducha y maestra en el arte de embelesar poco a poco y en silencio, sin contorciones ni estridencias, yo velo por sus recónditos atractivos, y con mis taumaturgias trueno en retablos las encrucijadas y en tapices los percales.

Cuando el desaliento te domine y la nostalgia de otros puntos de la tierra te deprima y derrote, sube hacia “El Calvario”, hacia “La Pastora”, hacia “El Paraíso” y anégate en el beleño de mis solicitudes y se te avivará el apetito de vivir”.
El Calvario 

El Paraíso Circa 1930 

La Pastora
1930 / Ebay
No engaña esta vocecita. Caracas con sus calles numeradas- de lo que no hace caso- y con todas las esquinas bautizadas con nombres pintorescos , de tradición de de belleza, recuerda en no pocos pormenores deleitosos a mas de una población andaluza . Las casas con sus aleros saledizos y sus ventanas enrejadas y sus paredes pintadas de azul, de rosa, de almagre evocan españolerías moribundas de la Península, que el cretinismo irremediable de la mayoría de nuestros concejales y nuestros arquitectos deja parecer. Lo bajo de las edificaciones corrige, y todas ellas, por los cuatro puntos cardinales, ofrecen un fondo de paisaje frondoso, esmeraldino, a la asturiana,  que endominga los ojos….

Disponiendo de tanto espacio, la luz cae sobre la ciudad con efusiones de madre, y la enriquece, amplifica y engalana. Hundida en el terciopelo de un Valle pródigo, el Avila, por un lado, y una serie de colinas afelpadas, por el otro, dan a Caracas amorosa exigüidad  de estuche. Durante el ímpetu del día, ríe, opulenta,  pagana, segura de sí.  Mas apenas principia anochecer, se le ve espiritualizarse, suspirar quedito, temblar de belleza y de sugestión. Y entonces sobreviene la compensadora, la inefable fiesta del crepúsculo. 

Bajo la claridad bermeja del poniente, casi todas las fachadas rojas convierten a Caracas en un vasto islote de rosas, comarca de corales y de tornasoles. No es una combustión, ni siquiera un rescoldo enorme; no se trata de un certamen de resplandores, sino de una confabulación de pétalos. El aire adquiere transparencias  increíbles, y el matiz se enjoya con persuasiones alucinantes. Toda la gama del rojo se expande, se desmaya, se exalta en parsimoniosa prodigalidad. Mengua la claridad y se enardece el misterioso sortilegio de las perspectivas. Las ramas de los árboles son encaje; el silencio logra jerárquicamente, ser caricia. 
¡Cómo se desmaterializan las cosas!  ¡Cómo se engríen y aristocratizan bajo aquella luz! … Ante ella, envuelto, subyugado, metamorfoseado por ella, el forastero se siente tan invadido por el estupor como cualquiera de los conquistadores que llegaban a la virgen feraz con la retina y el espíritu reseco de adustez de las estepas castellanas. Si en alguna parte del mundo la belleza puede ser extasiada, es allí. Sólo las puestas del sol, admiradas desde el Albacín o desde la colina de Fiésole, podrían eclipsar las que los altos de “El Calvario” brindan. Y aun el forastero, que acaba amándola ardientemente, se quedaría para siempre en aquella asombrosa fábrica de crepúsculos, si no  menudeasen los orfebres, que es el nombre que se da por las “Gradillas” a los poetastros….

Fuente:
E  Ramírez Ángel  
Billiken 
#1053  1era quincena de marzo de 1949
Trascrito por María F Sigillo para Caracas en retrospectiva

viernes, 8 de noviembre de 2013

CONTRASTE 1945/


“El Progreso incontenible que ha invadido Caracas desde que la Reurbanización “El Silencio” cargo de comprobar que todo es posible cuando se quieren hacer las cosas bien, extrajo capital de su escondite, buena parte del cual está colaborando en la transformación del viejo cascarón avileño.
Tenemos para nublarnos los ojos de maravillas en tal sentido, edificaciones como las de Veroes, que se debaten en un afán de superación: y como si los edificios de otros sectores ciudadanos no estuvieran acordes también en este mismo sentido, salta a la vista, para regodeo de los caraqueños que aman la ciudad, y por ella serían capaces de condenarse a un silencio sepulcral, el Hotel que  Mariné construye en la  esquina de “Camejo”. 
Edificio de Veroes 

Las bases avanzan a cada nueva aurora, y de lo que fuera en tiempos heroicos el sitio prestigiado por los presidentes que gobernaron desde el año 30 hasta el 42, apenas queda el caserón que sirve de sede al Banco Mercantil y Agrícola. 
Banco Mercantil y Agrícola 

 La gente supersticiosa dice que allí han oído al filo de la media noche, relinchar el potro pampero de Aquiles de Las Queseras; y tantas otras habladurías que si fuéramos a darles crédito, hasta las esterlinas que atesora el edificio estarían bailando una conga habanera.  
Así miró el fotógrafo la esquina de Camejo hace ya
tantos años que ni sombra queda de ella

Lo cierto es que de lo que nos presenta la gráfica  donde  vemos la auriga trotando sus caballos en la calle ruinosa a la que solamente le falta el perro muerto en el centro de la calzada para que fuera más caraqueña, no quedará absolutamente nada, cuando el Coronel Mariné, hinche la trompeta para anunciar a nativos y musiúes que Caracas tiene otro gran señor Hotel  para servir a todos. 

Cuando el día menos esperado los muertos despierten y en desordenada confusión busquen el lugar que les correspondiera  durante el goce de la vida,  la pasarán muy mal los viejos  hijos de Caracas. 

A quién se le ocurriera ir en busca de la estación de los parihueleros en la esquina de Camejo, en cuyo ángulo sureste, existió durante años un negocio de Café y comida denominado por Juan Bautista Arrechederra “Restaurant MOSCATEL”, Era tal la abundancia de moscas que se introducían en los alimentos, que moriría como una flor marchita quien tratase de rememorar lo que hubo allí. 

La gráfica obtenida de la maqueta que se exhibe en diversos sitios de la capital, dice por sí sola, de lo que se trata,  para contribuir al embellecimiento urbano en Santiago de León de Caracas. 

Billiken 1945.  
Transcrito por María F Sigillo 
Para Caracas en retrospectiva 
Imágenes de Caracas en retrospectiva Facebook
Aporte de Ramón Contreras Frìas " fotografía tomada hacia el Este desde la Plaza Diego Ibarra   ( Circa año 1956, Exposición Objetiva Nacional),al fondo todavía en pie el Hotel Nacional en la Esquina de Camejo"
Imagen referencial solo por el Hotel  

La caraqueñísima Conny Méndez

La caraqueñísima

CONNY MENDEZ (SEGÚN ELLA MISMA)

-    Me bautizaron JUANA MARIA DE LA CONCEPCIÓN, para dejarlo en CONCHITA, lo cual me cayó muy mal desde el mismísimo momento en que lo pude comprender.

-    Mi padre: Eugenio Méndez y Mendoza, escritor, poeta, costumbrista, humorista de finísima calidad, muy leído en “EL COJO ILUSTRADO”, procedente de los Méndez de DON DIEGO (compañero de COLÓN) y los Mendoza de DON CRISTOBAL (primer presidente de Venezuela. N. de E.).

-    Mi madre: Lastenia Guzmán, Guzmán de Méndez y Mendoza, de los Guzmanes de todas partes, ya que somos una familia oriunda de Santo Domingo de Guzmán y Medina Sidonia. Bellísima persona y gran señora, pero… ella misma se apodo “La gallina que sacó gansos” porque le resultamos todos sus hijos tan diferentes que jamás logró comprendernos.

-    Nací el 11 de abril de 1.898, dos años antes del siglo, y algunos cincuenta antes de mi tiempo. Nací en la esquina de El Conde a dos pasos de la Catedral.

-    Soy “toera” de nacimiento, o sea que le meto mano a todo en artes y artesanías, todo en forma empírica y autodidacta, ya que siempre odié los estudios.

-    Mi obra musical comprende desde folklore hasta el clásico-humorístico, pasando por lo romántico y tocando ligeramente lo francamente “colorado”, pues lo que es “El sombrero de José” jamás me he atrevido a divulgarlo. En cuanto a lo clásico-humorístico, me refiero a mi “Tocata sin fuga” con reminiscencias de Joropo.

-    Me llevaron a Estados Unidos a la edad de 8 años y me internaron en sucesivos planteles de monjas hasta los 16, de los cuales salí “Rebelde”, y aunque jamás abrí un libro, devengué dos inmensos beneficios: el idioma inglés, con el cual soy bilingüe, y el pseudónimo CONNY endilgado por mis condiscípulos norteamericanos, quienes no lograban pronunciarme en una forma mas cercana que “CUNYIRA” (Conchita). Allí fue cuando decidí  adoptar a Conny para siempre.

-    De no haber nacido la hija de Doña Lastenia, me hubiera lanzado a HIPPIE, en la más astringente de todas las sociedades humanas, o sea la sociedad caraqueña a comienzos de siglo.

Como podrán comprobar, no exageramos un ápice al tildar a Conny como mujer totalmente fuera de lo común. Desde que la conocimos hace muchísimos años, la admiramos, pero no fue sino hasta hace poco tiempo que comenzamos a abrigar la esperanza de poder hacer algo digno con su obra, en el terreno de las canciones, el único que podemos abarcar, lamentablemente. A este primer LP le seguirán otros en nuestra decisión de que toda Venezuela pueda conocer la obra musical de Conny Méndez.

Muy orgullosos estamos de poder realizarlo.
Cordialmente

N. de E.:
A continuación la dedicatoria que Conny escribió de su puño y letra en el LP que tenemos en archivo:

Me siento muy feliz de ver por fin mi obra en proceso de ser toda conocida, muy especialmente por la juventud de mi tierra, ya que fueron los muchachos en quienes pensé.
(Fdo.)
Conny Méndez
Caracas, 1977»

Conny Méndez " Venezuela habla cantando"



"Cuando era pequeño oía sus canciones y me gustaban, pero no sabía por qué, cuando me hice músico razoné y llegué a la conclusión de que era porque eran sencillas melódicamente y sus letras muy poética. Además,para su época sus letras eran diferentes porque los poetas de entonces componían versos más clásicos, profundos e intelectuales a diferencia de la sencillez de los poemas de Conny Méndez.
Un ejemplo de esto es la letra de su canción ´Venezuela habla cantando´donde dice: "El que nace en Venezuela/ ya lo vamos preparando,/ que al decir venezolano/ ya lo dice uno cantando,/ el secreto compañero/ es algo muy personal,/ que arullamos a los niños/ con el Himno Nacional"...De adulto conciencié que, verdaderamente, en nuestro País se arrulla a los niños con el Himno Nacional ya que Duérmete mi niño´ la cantamos con la melodía de nuestro himno. 
La música de Conny Méndez es sencilla, hermosa y de naturaleza muy venezolana."


Alí Agüero
Productor Musical, compositor,
arreglista, cuatrero  
Fuente: Todo lo que usted debe saber sobre "Conny Méndez"


Nuevos Templos





En Caracas de un tiempo para acá la gente se preocupa por la modernización de las iglesias. El mundo católico está construyendo y próximo a concluir, las iglesias nuestra Señora de Coromoto en “El Pinar”, la Basílica monumental  de “Nuestra Señora de la Chiquinquirá en La Florida, la Iglesia de San Pedro Apóstol en Los Chaguaramos, y varias capillas de menor cuantía para el Divino Culto. Los israelíes, por su parte, han inaugurado recientemente una Sinagoga en el Este, que es sencillamente imponente. La gráfica  fue captada por nuestro fotógrafo.  

Tomado de Billiken : 1954

Otras notas :
La sinagoga Tiféret Israel es un templo religioso ubicado en la Parroquia El Recreo del Municipio Libertador, cercano a la Plaza Venezuela de la ciudad de Caracas, capital de Venezuela. Es también la sede de la Asociación Israelita de Venezuela.

En 1954 se llegó a un acuerdo para adquirir un terreno en la Urbanización Maripérez de Caracas, con objeto de construir una sinagoga que reemplazara a la que estaba ubicada en el sector de El Conde, que tuvo que ser demolida como parte de la construcción de la Avenida Bolívar, la principal de la ciudad. En el año 1956 finalmente se colocó la primera piedra; en 1963 fue formalmente inaugurada y abierta al público, y desde entonces ha servido como templo religioso de la comunidad hebrea de Caracas

Fuente: Wikipedia