La Ceiba de San Francisco, el más popular de los árboles caraqueños, llama la atención, además de su antigüedad, la capacidad que posee para resistir las inclemencias del verano. Nada más grato para un caraqueño de aquellos tiempos que cobijarse en los días calurosos bajo la frondosidad de la Ceiba que extendía su sombra varios y largos metros alrededor de su tronco.
A una cuadra, en la esquina de La Bolsa, hay otra Ceiba, pero la que goza de la imponencia vegetal y de la rica tradición es la que está en San Francisco, hoy por cierto con sus brazos tristes. Ha sido podada, me dicen los que conocen de esas cosas, para que sus ramas crezcan de nuevo; pero no puedo sacarme de la cabeza ese aspecto de árbol mútilo, crucificado, cruzado de inolvidable recuerdos. A escasos metros de la Ceiba está el hermoso edificio de la vieja Universidad Central, el cual fue antes la sede de un convento, hoy convertido en el Palacio de las Academias, lleno de silencio y paz.
Fuente:
Caracas del recuerdo a la Nostalgia
Juan J Verde
Muy buena fuente de documentación. Gracias por ella. He tomado alguna vez una que otra foto, citando la fuente, claro está. Respeto el derecho de autor.
ResponderEliminarElba Romero López
orinocopadrerio@gmail.com
Juan Longoria Blanco. 22 dejulio de 2013
ResponderEliminarEs muy importante su aporte a la memoria
del aporte de los patrimonio culturales,
naturales, tangibles e intangibles que han
desaparecido por el progreso de la ciudad de
Caracas.
cuando florece porfa
ResponderEliminarPasé por allí ahora en abril y ya está botando las pelusas blancas que contienen las semillas. Es decir, a esta fecha ya pasó su floración.
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