lunes, 14 de enero de 2013

Tradición adulta é infantil “La Piñata”




Tradiciones Venezolanas
Tradición adulta é infantil “La Piñata”
Por Rafael Olivares Figueroa
Elite 1de mayo de 1954

“Eran de barro y al utilizarla solían cubrirse con un trozo de tela por lo regular bien afianzado para que no se derramara con los vaivenes antes de quebrase , se les ponía dulces, frutas secas y otras pequeñeces .


En efecto la piñata es producto de buena fe e ingenuidad, porque con frecuencia, en vez de los consabidos caramelos, dulces, jugueticos, frutas, monedas y trozos de papelón y arroz pintado, se apelaba a recursos de dudosa justificación y aún del todo ilícitos, que recordaban los excesos del antiguo carnaval y el avance de la cultura ya no lo tolera, como el llenarlas de agua limpia, coloreada y a veces sucia, de carato, ceniza, harina y almidón etc. O bien de animales: avispas, sapos, ratones y cuanto pudiese picar, morder, arañar, saltar o correr sin que faltasen otras piñatas de carácter mixto como la que contenían monedas e agua, gatos con ratones o caramelos con ceniza
Los peligros de la piñata de barro, sobre todo, al que tenía el encargo de romperlas y que estaba obligado a adoptar una técnica preventiva, debió ser la razón insistentemente de sustituirlas en las de cartón.

En Caracas, en cada esquina y a mitad de cuadra durante las fiestas de San Juan eran frecuentes.
Eran famosas las piñatas de San José desde la Calle Real frente a las esquina de San Luís; las de la Candelaria hacía la Esquina de Ferrenquín y San Ramón hacía arriba, y las de San Juan, esquina de Horno Quemado y tantas otras, lo que era posible entonces porque había poco tránsito y la promocionaba la Municipalidad y el comercio de cada parroquia que veían en ellas un motivo de atracción favorable para sus negocios.
Aún con sus diferentes modalidades y según cada tradición en Colombia, México, Panamá, Puerto Rico y Venezuela sigue existiendo la Piñata."


domingo, 6 de enero de 2013

La Procesión del Corpus de 1594

El Lic Juan Gant-Aguayo ha compartido con  CARACAS en Retrospectiva, parte de su trabajo en "La Caracas de los Conquistadores, 1568-1645".

En la ocasión podemos disfrutar del siguiente artículo
Procesión del Corpus de 1594

En 1594 el cabildo designa ciertos vecinos a cuyo cargo estarán los altares que se habían de levantar en las calles y esquinas por donde pasaría ese año la procesión del Corpus Christi, altares que hacían de estaciones de parada y oración. Según la ubicación de estos vecinos, es posible determinar el recorrido de esta antigua procesión para 1594, que transitaba por las tres iglesias que para ese entonces había en Santiago de León, la iglesia mayor, la ermita de San Sebastián y San Mauricio y el templo del convento de San Francisco, iglesia que se fabricaba para esa fecha. El cabildo repartió así los altares: “Antonio Rodríguez e Pedro Alonso un altar; y otro altar a Mateo Díaz de Alfaro; Juan Cerrada otro altar; y al capitán Olalla; y a Juan Díaz Durán otro; y el capitán Sebastián Díaz que ayude con indios; y doña Luisa de Villegas otro; y en casa de doña Elvira otro; y Francisco Sánchez de Córdoba otro”.





La leyenda del plano es esta:

Recorrido de la procesión y altares, por esquinas:

A- Veroes

B- Santa Capilla

C- Principal

D- San Francisco

E- Padre Sierra

F- Monjas

G- Gradillas

H- Torre


Vecinos a cargo de los altares:

1- Antonio Rodríguez (Veroes S-E)

2- Pedro Alonso Galeas (Veroes S-O)

3- Mateo Díaz de Alfaro (Santa Capilla S-O)

4- Juan Cerrada (Principal N-O)

5- Sebastián Díaz de Alfaro (Monjas N-O)

6- Juan Díaz Durán (Padre Sierra S-E)

7- Doña Luisa de Villegas (Monjas S-E)

8- Francisco de Olalla (Monjas a San Francisco)

9- Doña Elvira de Montes (Gradillas N-E)

10- Francisco Sánchez de Córdova (Torre NE)

De nuestro trabajo (en elaboración): "La Caracas de los Conquistadores, 1568-1645".


jueves, 3 de enero de 2013

Rostros de la Ciudad - El Cartero Caraqueño

Los Pasos del Cartero
Elite 1956 
Reportaje de Cristobal Rodriguez 
Fotografía de Pedro Garrido


Más de 40 cuadras o sea  aproximadamente unos 4 kilómetros , debe caminar diariamente un cartero caraqueño  a través de la accidentada topografía de nuestra capital : Empinadas calles, casas en los cerros agravadas por una complicada nomenclatura . 350 hombres realizan esta indispensable y abnegada tarea, cobrando entre 12 y 16 bolívares diarios. El gran desarrollo mercantil de Caracas y los 200.000 inmigrantes que escriben y reciben cartas de sus lejanos hogares con frecuencia a complicado más aún el problema. Se calcula que el volumen de correspondencia ha aumentado en Caracas, en los últimos 6 años, en un 180%. Para satisfacer tan asombroso aumento, el número de carteros ha sido ya aumentado, para este año de 150 a 350; y la clasificación de la correspondencia, que ahora tienen que hacerla los mismos carteros, será ejecutada por máquinas que ahora se instalan en un nuevo edificio construido en Caño Amarillo. Con estas dadivas, los pies de los carteros caraqueños de seguro experimentarán un gran alivio



Inauguración del Metro de Caracas 1983

1983

Caraqueños viajan en tren subterráneo

El domingo 2 de enero a las dos de la tarde los caraqueños se congregaron en la plaza Pérez Bonalde, en Catia, para asistir a la inauguración del novedoso sistema de transporte que cambiaría la vida de los caraqueños. Pero poco más de un mes después de ese regalo, se produjo el llamado "Viernes Negro", el presidente Luis Herrera Campíns anunció la primera devaluación del bolívar que conoció la democracia venezolana, luego de años de bonanza. Ese evento le daría paso a otro presidente adeco: Jaime Lusinchi.

Como la obra más completa y compleja que conoce la Historia del país fue calificado el metro de Caracas por el presidente de la República, Luis Herrera Campíns. El domingo 2 de enero, desde las dos de la tarde, los caraqueños se agolparon en la plaza Pérez Bonalde, ubicada en el bulevar de Catia, para asistir a la inauguración de lo que sería la primera etapa del novedoso sistema de transporte subterráneo.

Tal evento significó un cambio fundamental para la ciudad y transformaría la manera de vivir de los caraqueños.

El día lunes a las 10:00 de la mañana los vagones del metro abrieron sus puertas al público desde la estación Propatria hasta La Hoyada, por lo que muchos caraqueños, entre la sorpresa y la curiosidad, desistieron de asistir a sus trabajos para disfrutar de los beneficios del nuevo servicio, que unió la ciudad de Este a Oeste.

Para operar el metro de Caracas habían sido convocados todos los bachilleres interesados, de los que fueron escogidos 500 aspirantes que fueron entrenados rigurosamente en Londres y Sao Paulo.

Para el año 1920 sólo trece ciudades del mundo contaban con un sistema subterráneo de transporte, siendo Inglaterra la primera en contar con un sistema ferroviario. La incorporación del metro a la vida caraqueña no fue sólo un salto estructural en la mejora de un servicio público, sino el contar con un tiempo de desplazamiento predecible. De allí el eslogan que utilizó esta empresa venezolana desde el principio: "La gran solución para Caracas".

Pero poco después de ese regalo recibido por los caraqueños, la situación económica despertaría a los venezolanos del sueño de la bonanza. El 18 de febrero de 1983 se produciría el llamado "Viernes Negro", una de las primeras devaluaciones que sufrió el bolívar luego de muchos años de bonanza y estabilidad petrolera. Más allá de las grandes obras que promovió este llanero y dirigente copeyano, su carrera política quedaría marcada para siempre por aquella drástica pero inevitable medida. Un control de cambio permitiría la paridad de Bs 4,30 por dólar sólo para rubros de primera necesidad, mientras que el cambio libre subiría a 6 bolívares por dólar. Los inmensos recursos petroleros recibidos durante los años anteriores no pararon la devaluación y una deuda pública que se montó en 93.661 millones de bolívares.

Inauguración Línea 1 
Primer Logo del Metro de Caracas