"Todos los días se fabrican más de diez casas en Caracas, pero cada vez se hace más agudo el problema de la vivienda.
Estas afirmaciones paradójicas se las hacen los constructores y los miembros de la Comisión de Abastecimiento, a más de los administradores y corredores de inmuebles.
Sin embargo, aducen como causa el crecimiento violento de la población y el voluminoso aumento inmigratorio que diariamente arroja a la ciudad un promedio de 50 personas.
Sin llegar a hacer historia, el comienzo del problema se puede situar hace unos diez años, por el 1937, cuando el empezar de un plan de obras públicas, que no llegó a realizarse totalmente, provocó un aumento del éxodo provinciano hacia la capital, añadiendo a viajeros y estudiantes un elemento nuevo: el bracero campesino que corría tras jornal más elevado.
Entonces la ciudad tenía una fisonomía eminentemente aldeana. Salvo algunas construcciones oficiales, la casa de alto alero y rojiza techumbre uniformaba las calles caraqueñas, y se tenía por costumbre no edificar casas de varios pisos.
Hoy, en cambio, la ciudad ha tenido que hacer sitio a su nueva población, pues si hace apenas unos tres años se daba como cifra record los 380.000 habitantes, la capital se acerca ya al medio millón.
Es una cifra muy alta para nosotros. Y fué para alojar esos habitantes que comenzaban a llegar, que empezó el cambio del paisaje capitalino, elevándose en sus pequeños rascacielos.
35.617 casas en Caracas, exactamente registraba el censo de 1942. Entre ellas figuraban nuestras primeras casas de ochos y más piso, altos edificios de apartamentos comerciales y de vivienda y algunas dependencias de la administración Pública.
Pero también en ese censo, al lado de las blancas residencias de las urbanizaciones que comenzaban a cercar la ciudad vieja, se contaban los ranchos improvisados y unas pocas viviendas obreras, junto con las paredes de coletas, cartones y latas en que se hacinaban habitantes bajo los puentes, incluidos todos en el rótulo "viviendas no especificadas".
Entonces comenzaba a registrarse el fenómeno que hoy no lo es, de habitar en una sola casa dos, tres y a veces cuatro familias. Sucede también en algunos edificios de apartamentos.
Esa situación ha dado motivo de crecimiento a las compañías de construcción. En Caracas ya existen cincuenta, de las cuales la mitad se dedica específicamente a levantar viviendas, movilizando cerca de ochenta millones de bolívares anuales y empleando a más de 25.000 hombres.
Pero como continúan escaseando las viviendas, ello ha dado una nueva fase al problema. Además de la acostumbrada suma equivalente al valor de tres meses de depósito que antes se exigía para alquilar una casa, ahora para obtenerla se necesita pagar otra que con el carácter de "prima" oscila entre uno y tres mil bolívares.
Este mercado negro de la vivienda- nutrido por la escasez, pues los constructores calculan que faltan residencias para ocho mil familias- es fuertemente combatido por la Comisión Nacional de Abastecimiento, que regula los inmuebles, persigue a los sub-arrendatarios que reclaman primas y los sancionan con multas de cien a diez mil bolívares, y contempla penas de prisión.
En parte solucionaron el problema, la erección de la reurbanización "El Silencio", que brindó alojamiento a unas doscientas familias, y el plan de construcciones a bajo costo del Banco Obrero, que realizado en escala nacional permitió en lo que a la capital toca viviendas para cerca de un millar de familias.
Dicho Banco, acaba de entregar cuarenta y ocho viviendas de tipo escogido para residencias de clase media, a sendas familias. Se hallan ubicadas en La Bandera, y de por si han venido a formar una nueva urbanización. Mientras tanto se construye un grupo de bloques de apartamentos para cien familias, en el mismo lugar.
Una idea de esfuerzo hacia la solución del problema ha realizado el Banco Obrero, se traduce al copiar las cifras de los dos últimos años: treinta y seis y medio millones de bolívares en créditos para la construcción de viviendas.
Por otra parte, la Junta Pro-Vivienda Popular construyó el Barrio "18 de octubre" con alojamientos para aproximadamente cien familias, adjudicó en fecha reciente lotes de terrenos para la construcción de casas a 309 familias, en Lídice, y adquirió en compra los Altos de Cútira, donde ya ha realizado la parcelación y entrega de más de 160 lotes de terrenos.
Edificio de líneas modernas y extraño decorado exterior, se levanta orgulloso en el corazón de la ciudad (Esq. de El Conde, frente al Ministerio de Educación). |
De allí que los cálculos no oficiales de los constructores, indiquen que del censo de 1942 a esta parte se han construido y se hallan habitadas en Caracas y sus alrededores cerca de cinco mil casas más en las que se incluyen viviendas simples y apartamentos residenciales para familias.
A las posibilidades que brinda el Banco Obrero para construir viviendas, han venido a sumarse las que ofrecerá el Instituto de Crédito Popular y las compañías particulares, que por medio de una cuota inicial y módicas mensualidades construyen casas.
Y mientras un periódico en curiosa estadística anotaba que en un barrio del oeste de la ciudad más de 25 parejas no habían podido casarse por falta de vivienda, en las oficinas de la Ingeniería Municipal (Caracas) se reciben como promedio diario de 60 a 80 solicitudes de permiso para construcción de viviendas."
El Farol 1948