Antaño y Ogaño [Sic]
Portal del Cuatricentenario
Por Nicolás Ascanio Buroz
El Universal /Agosto de 1963
En 1963 Nicolás Ascanio Buroz, escribía alarmado sobre la violencia que sacudía la Caracas de entones y hace severas reflexiones, expresaba: “Que Chicago con Al Capone, se quedaba muy atrás en delito, con lo que ya era la ciudad en la historia del delito, mientras las Autoridades se cruzaban de brazos y de cuando en cuando se reunían para cruzar ideas sobre tal estado de cosas que tienen alarmada a la población. Esto es considerarse incapaz para mantener el orden, para proteger la vida de la ciudadanía lo cual es una obligación del Gobierno. Con avisos, comunicaciones, letreros etc., no se hace nada, es prácticamente nulo. Lo que necesitamos es mano de hierro.”
Han transcurrido cincuenta años desde que el artículo que a continuación transcribí y comparto con ustedes fuera publicado en el Universal, pareciera que cada palabra está más vivas que nunca, lamentablemente.
“Caracas la gentil. La de nuestros años mozos, la que andaluzo concurría a los templos, la que airosa asistía a las retretas dominicales, ya no existe, se perdió irremediablemente, en el ingrato remolino de un nuevo tiempo materialista y despiadado.
Aquella apacible ciudad de comienzos de siglo, con todos sus defectos, con su falta de confort la preferimos ante la actual, convertida de la noche a la mañana en una liza de violencia extrema.
Nos causa enorme tristeza los niños de esta generación que no conocieron la paz de las convencionales casonas de sus mayores, que no gustaron de las excelencias de aquel vivir. Que no disfrutaron de los amplios corrales plenos de matas de mangos, de guayaba, y donde el estanque (…) La sonriente mañana o la noche de luna (…) Aquellos corrales donde el gallo lanzaba sus crinadas, y a los cuales concurrían sin miedo alguno multitud de pájaros cantarinos a hacerle (…) a las cigarras. Aquellos corrales de nuestra niñez saturada de albahaca y yerbabuena, donde oleadas de mariposas formaban arcoíris en las copas de los chaguaramos. ¡Pobres niños! Prisioneros entre las cuatro paredes de un incomodo apartamento, sin sitio donde jugar, donde galopar caballos en palos de escobas, sin tierra donde hacer canales o lagunas, ni poderle hacer maldades al gato que, espantado, salía a ocultarse a alguna de las hornillas de la cocina. Que jamás supieron de los cuentos del baño con totuma, de los paseos en tranvía o en el coche, y que nunca acudieron a la “Rinconada” a comer bizcochuelos con un vaso de pura y blanca leche. Que no saben de delicias de un “te..che” o majarete, de un pedazo de torta de bejarana, de la cojita o de unos alfajores.
Estos niños de ahora no conocen las horas transcurridas en un verdadero hogar, donde a demás de los juegos, había un tiempo sagrado para rezar el rosario en familia, y otro para recibir las elementales normas de educación, pues esta comienza. Estos niños de ahora no saben tampoco lo que significa una navidad de antaño, los nacimientos caídos en desuso como otras tantas tradiciones (….)
( …) Los chóferes de los carros por puesto no se cuidan del lenguaje, y menos aún del cigarrillo que llevan, cuyas chispas y cenizas caen en el rostro y ropas de los pacientes pasajeros. Los radios los sintonizan a todo volumen y cuando se encuentran con un colega amigo, la salutación es una estentórea nombrada de madre. Todo esto ha traído como consecuencia que inmigrantes que se dedican al mismo oficio se contagien y superen a los mismos criollos, siendo aquello de que: “al país que fuere haz lo que vieres”. Y que a ningún pasajero se le ocurra reclamar porque lo ponen más sucio que un felpudo. Y que los autobuses mejor no hacer ningún comentario. Los sufridos peatones de esta modernísima Santiago de León pasan inenarranables torturas a diario, son los veteranos del cada día más confuso transitar capitalino.
Los pedigüeños y buhoneros son un azote, materialmente invaden las aceras a las hora de mayor tráfico, dificultando el transitar libremente por ellas. En las calles comprendidas entre las esquinas de Carmelitas y Mercedes es materialmente imposible andar tranquilo. Penetrar al Correo es uno de los trabajos de Hércules, los vendedores de sobres, papel, bolígrafos y postales forman una espesa muralla. Los alrededores de los templos son los sitios escogidos por los mendigos muchos de ellos alargan una pierna ulcerada dejando la mitad del trayecto para los caminantes. En la cuadra de San Francisco la venta de barajitas, santos y brujería nos hacen retroceder a más de trescientos años. Por allí campea una mujer con el rostro oculto con una pañoleta acompañada de cuatro o cinco cría cosa particular, no son iguales en fisonomía ni en color, todos los días de la semana. Amén de todo lo narrado pululan borrachitos, locos y locas, con sus gritos y sus frases nada edificantes.”
Para los caraqueños que ya hemos pasado de los cincuenta años que queremos a la Patria como nuestra madre; apegado mejor dicho a nuestras arcaicas costumbres, es motivo de tristeza y alarma el suicido intelectual de la nueva generación.
me encanta esta pagina.. soy una maracucha q adora caracas..
ResponderEliminarque recuerdos de mi adorada Caracas,siempre he vivido en el centro en la parroquia, Altagracia, San José y la Candelaria.
ResponderEliminarTengo 57 años. Desde los 14 o 15 estoy oyendo la palabra "inseguridad" De atracos y homicidios en comercios a pleno día se hablaba ya a comienzos de los años 70, epoca del primer gobierno de Rafael Caldera. Posiblemente también se hablaría en los gobiernos de Betancurt y Leoni, pero yo esa época no la recuerdo. En cualquier caso ¿porque se dejó que la situación se fuera agravando con los años y las décadas hasta el punto de que en el exterior Venezuela es sinónimo de delincuencia?
ResponderEliminarCambiando de tema por algo menos trágico, hace muchísimos años en una revista apareció la receta de la llamada torta bejarana. Me dio curiosidad por los elogios que le hacía el autor de la nota y le pedí a mi mamá qepd que "cuando tuviera un chance" me la hiciera. Y una vez complacido, la verdad es que no me gustó nada. Gustos de otra época. A nadie le gustaría hoy ver en la televisión algo como "si resbala pierde" quedaría balurdísimo. Los gustos cambian, eso es normal y podríamos decir que lógico
Saludos, felicitaciones por su blog, soy pianista profesional con un canal en youtube y me he tomado la libertad de tomar una imagen de su blog para ilustrar mi arreglo de Conticinio, si tiene algún problema con ello me lo hace saber y cambio la imagen. Puede verlo aquí (y así la invito a escucharlo, esta versión fue grabada en Viena):
ResponderEliminarhttps://youtu.be/iYgahqKCzPo
Saludos,
Víctor Morales
Hola Victor, es un placer , no faltara más. Puede tomar todas las imagenes que desee. Hermosa interpretación, ejecución. Lo felicito. Saludos !
Eliminar¿La primera fotografía es de la Iglesia San Juan Bautista?
ResponderEliminarSoy panameñosoyamante delahistoria y de las buenas costunbres y me causa mucha nostalgia cuando veo que eso se ha perdido porque estamos viendo un salvagismo en la sosiedad increíble tengo 64 años y por eso me atrevo afirmarlo.
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