sábado, 24 de septiembre de 2016

Construcciones en la Caracas de los 40


"Todos los días se fabrican más de diez casas en Caracas, pero cada vez se hace más agudo el problema de la vivienda.

Estas afirmaciones paradójicas se las hacen los constructores y los miembros de la Comisión de Abastecimiento, a más de los administradores y corredores de inmuebles.
Sin embargo, aducen como causa el crecimiento violento de la población y el voluminoso aumento inmigratorio  que diariamente arroja a la ciudad un promedio de 50 personas.

Sin llegar a hacer historia, el comienzo del problema se puede situar hace unos diez años, por el 1937, cuando el empezar de un plan de obras públicas, que no llegó a realizarse totalmente, provocó un aumento del éxodo provinciano hacia la capital, añadiendo a viajeros y estudiantes un elemento nuevo: el bracero campesino que corría tras jornal más elevado.


Entonces la ciudad tenía una fisonomía eminentemente aldeana. Salvo algunas construcciones oficiales, la casa de alto alero y rojiza techumbre uniformaba las calles caraqueñas, y se tenía por costumbre no edificar casas de varios pisos.

Hoy, en cambio, la ciudad ha tenido que hacer sitio a su nueva población, pues si hace apenas unos tres años se daba como cifra record los 380.000 habitantes, la capital se acerca ya al medio millón. 
Es una cifra muy alta para nosotros. Y fué para alojar esos habitantes que comenzaban a llegar, que empezó el cambio del paisaje capitalino, elevándose en sus pequeños rascacielos. 
35.617 casas en Caracas, exactamente registraba el censo de 1942. Entre ellas figuraban nuestras primeras casas de ochos y más piso, altos edificios de apartamentos comerciales y de vivienda y algunas dependencias de la administración Pública.

Pero también en ese censo, al lado de las blancas residencias de las urbanizaciones que comenzaban a cercar la ciudad vieja, se contaban los ranchos improvisados y unas pocas viviendas obreras, junto con las paredes de coletas, cartones y latas en que se hacinaban habitantes bajo los puentes, incluidos todos en el rótulo "viviendas no especificadas".

Entonces comenzaba a registrarse el fenómeno que hoy no lo es, de habitar en una sola casa dos, tres y a veces cuatro familias. Sucede también en algunos edificios de apartamentos.

Esa situación ha dado motivo de crecimiento a las compañías de construcción. En Caracas ya existen cincuenta, de las cuales la mitad se dedica específicamente a levantar viviendas, movilizando cerca de ochenta millones de bolívares anuales y empleando a más de 25.000 hombres.

Pero como continúan escaseando las viviendas, ello ha dado una nueva fase al problema. Además de la acostumbrada suma equivalente al valor de tres meses de depósito que antes se exigía para alquilar una casa, ahora para obtenerla se necesita pagar otra que con el carácter de "prima" oscila entre uno y tres mil bolívares.

Este mercado negro de la vivienda- nutrido por la escasez, pues los constructores calculan que faltan residencias para ocho mil familias- es fuertemente combatido por la Comisión Nacional de Abastecimiento, que regula los inmuebles, persigue a los sub-arrendatarios que reclaman primas y los sancionan con multas de cien a diez mil bolívares, y contempla penas de prisión.

En parte solucionaron el problema, la erección de la reurbanización "El Silencio", que brindó alojamiento a unas doscientas familias, y el plan de construcciones a bajo costo del Banco Obrero, que realizado en escala nacional permitió en lo que a la capital toca viviendas para cerca de un millar de familias.

 Dicho Banco, acaba de entregar cuarenta y ocho viviendas de tipo escogido para residencias de clase media, a sendas familias. Se hallan ubicadas en La Bandera, y de por si han venido a formar una nueva urbanización. Mientras tanto se construye un grupo de bloques de apartamentos para cien familias, en el mismo lugar.

Una idea de esfuerzo hacia la solución del problema ha realizado el Banco Obrero, se traduce al copiar las cifras de los dos últimos años: treinta y seis y medio millones de bolívares en créditos para la construcción de viviendas.

Por otra parte, la Junta Pro-Vivienda Popular construyó el Barrio "18 de octubre" con alojamientos para aproximadamente cien familias, adjudicó en fecha reciente lotes de terrenos para la construcción de casas a 309 familias, en Lídice, y adquirió en compra los Altos de Cútira, donde ya ha realizado la parcelación y entrega de más de 160 lotes de terrenos.

Edificio de líneas modernas y extraño decorado exterior, se levanta orgulloso en el corazón de la ciudad (Esq. de El Conde, frente al Ministerio de Educación).

De allí que los cálculos no oficiales de los constructores, indiquen que del censo de 1942 a esta parte se han construido y se hallan habitadas en Caracas y sus alrededores cerca de cinco mil casas más en las que se incluyen viviendas simples y apartamentos residenciales para familias.
A las posibilidades que brinda el Banco Obrero para construir viviendas, han venido a sumarse las que ofrecerá el Instituto de Crédito Popular y las compañías particulares, que por medio de una cuota inicial y módicas mensualidades construyen casas.

Y mientras un periódico en curiosa estadística anotaba que en un barrio del oeste de la ciudad más de 25 parejas no habían podido casarse por falta de vivienda, en las oficinas de la Ingeniería Municipal (Caracas) se reciben como promedio diario de 60 a 80 solicitudes de permiso para construcción de viviendas."


El Farol 1948

martes, 20 de septiembre de 2016

Hospital de Emergencia Los Caobos




"Engalana esta página de ELITE la maqueta donde se aprecia la conveniente ubicación que se dará a un moderno Hospital de Emergencia en Los Caobos, o sea a escaso tiempo de recorrido, merced a las avenidas construidas en los últimos meses, de El Cementerio, Prado de María, El Valle, Urbanización Los Chaguaramos, vías del Este, Los Caobos, Chapellín, Country Club, etcétera.

Esa obra, que vendrá a llenar un importante necesidad de la metrópoli que hoy es Caracas, fué decretada en 24 de abril por el Gobernador del Distrito Federal, General Juan de Dios Celis Paredes y se procedió a trabajar en ella a partir del Primero de Mayo, esperándose que quedará terminada en un plazo de seis meses y medio, dado el intenso ritmo que a la construcción se ha dado bajo el régimen de la Junta Militar de Gobierno. Comienzan a cumplirse así las proposiciones hechas por la Junta de Beneficencia Pública del Distrito Federal para instalar cuatro puestos de Emergencia estratégicamente ubicados en diferentes sitios de la capital para prestar asistencia de primeros auxilios. El decreto respectivo señala que "la actual Administración Municipal tiene como propósito permanente la ampliación de los servicios públicos asistenciales, a fin de que ellos guarden la debida proporción con el rápido crecimiento demográfico de la ciudad de Caracas", que "los institutos de esta índole son de interés fundamental para el programa de realizaciones sociales que contempla en la actualidad el Ejecutivo del Distrito" y que "el sitio denominado Los Caobos reclama la construcción inmediata de un Hospital de Emergencia, para atender en él a los habitantes del expresado sector y de los densos núcleos de la población que se concentran en las zonas vecinas".

Los estudios realizados conducirán, pues a la construcción de un tipo de hospital perfectamente capacitado para atender los casos que requieran tratamiento quirúrgico y traumatológico de menor importancia, y también para aquellos casos graves que podrán recibir el primer tratamiento inmediato para luego ser trasladados al Hospital Central Médico-Quirúrgico de Emergencia, en la esquina de Salas para su tratamiento definitivo. El proyecto contempla todos los detalles funcionales de un Hospital de Emergencias moderno, de primera categoría, cuya construcción está presupuestada por 801.400 bolívares. La obra, como queda dicho, está prevista para seis meses y medio, garantizándose la rapidez y perfección del trabajo que se ha de realizar con una cláusula penal por retardo en el contrato, cláusula que prevé el pago de 500 bolívares diarios por tal concepto."  

Revista Elite 1950