domingo, 19 de julio de 2015

A Propósito del cumpleaños de Caracas

Caracas celebra su día el 25 de julio, como todos los años desde que se fundó con el nombre castellano de Santiago de León. Muchos piensan que ese día es el de su fundación en 1567. Lo cierto es que es el día litúrgico de conmemoración al apóstol Santiago, Sanct Iago, Sant Iácobus (en latín),Jacobo (en castellano), James (para los ingleses), patrono de España de tiempo inmemorial, en la acepción de Santiago el mayor, o Santiago Matamoros, venerado en la catedral de la ciudad del mismo nombre.


Caracas celebra pues, el 25 de julio, el día de su santo, el día de su nombre, como era lo acostumbrado entre españoles, que aún hoy día estos celebran el santo de cualquiera que se llame, por ejemplo 'Santiago', pues eso de celebrar 'cumpleaños' es muy reciente en nuestra cultura, venido de países anglosajones protestantes que no creen en santos, y que por celebrar algo, prefirieron la fecha de nacimiento del cristiano a felicitar.

Hemos olvidado esa costumbre de celebrar el santo, y olvidamos también que esa fue la costumbre entre hispanos en Indias durante 300 años, tan normal como ser católico romano o hablar castellano. En Venezuela se celebra el cumpleaños desde mediados del s. XIX, cuando comenzamos a tratar comercialmente de manera intensa a países como los EEUU, Alemania o el Imperio Británico, y dejamos de considerar válida la cultura y costumbres de nuestros antepasados españoles, por rancias y caducas.

Todo este panorama entre cumpleaños y santos, en el caso de nuestra ciudad, lleva a equívoco en cuanto a su fecha de fundación.

Santiago de León no se funda un 25 de julio, ni tan siquiera en 1567, lo hace después, cuando logra ser pacificada y allanada la provincia, el 1 de marzo de 1568, al año exacto de la partida de la hueste de Losada de la sabana de Mariara, en Valencia, desde donde comenzó su jornada de conquista. Esa fecha fue la escogida por Losada, quien tenía como mandato (para su tarea de repoblar las dos ciudades que había fundado Fajardo previamente) un año de plazo para hacerlo, según la real cédula que lo ordenaba.

La Carta al Rey que escribe el gobernador Ponce de León el 15 de diciembre de 1567, y que han querido usar como prueba los que defienden la tesis de una fundación de Caracas ese año, no informa de la fundación de Caraballeda ni de Santiago de León, como pretenden concluir, sino de la repoblación de los poblados destruidos por los indios, y da la noticia (que ya tiene Ponce de León) de que Losada 'pretende poblar otros dos pueblos...', o sea, que aún no ha fundado en forma ni oficialmente a Caracas ni a Caraballeda, cosa que hará el año siguiente, en marzo.
En mi trabajo 'La Jornada de Caracas, 1567-1568' se muestra todo esto en detalle y con documentos probatorios: Caracas celebra el 25 de julio su onomástico religioso, mas se funda en 1568. Pero en resumen, dejando a un lado estos detalles historicistas, que en el fondo son bizantinismos, diré como todos los que amamos esta ciudad: !Feliz día Caracas!

Por el Prof. Juan Gant-Aguayo

miércoles, 15 de julio de 2015

Los jardines de El Valle


En la revista Elite de noviembre de 1930, conseguí este hermoso material sobre  "Nuevas Barriadas" que estaría construyendo el General Juan Vicente Gómez en las cercanías de El Valle.
Nuestro apreciado amigo Vallero Alfonso Mijares nos expresa: " Los Jardines de El Valle fue desde su origen una urbanización que nació planificada. Comenzó a construirse en 1928 aproximadammente. El gobierno de Juan Vicente Gómez, fue comprando grandes lotes de tierra a las grandes haciendas de caña que por ahi existian, para construir las casas. Que durante algunas decadas convivieron con el gran paisaje rural que había en lo que hoy es el Fuerte Tiuna."


Las urbanizaciones: casa-quintas de hermoso diseño, recién constituidas en la linda barriada de Los Jardines, en las proximidades de El Valle, futuro perímetro de mil novecientos cincuenta

fachada y patio de una linda casita de Los Jardines, en las cercanías de El Valle, cuyas líneas sencillas y alegres saltan a un paso en el claro conjunto de la barriada.
Foto Juan Avilán

sábado, 11 de julio de 2015

Turistas en la Caracas de los años 30

Imágenes inéditas que fueron aportadas al grupo Caracas en retrospectiva,  que muestra algunas Esquinas de la Caracas de 1930,  la vida diaria transcurriendo en la esquina de La Bolsa, vemos el Mercado de San Jacinto o Plaza el Venezolano, las paradas de taxis  y coches en las esquinas de padre Sierra y en Caño Amarillo, vemos parte de la Villa Santa Inés. Realmente es un recorrido que nos transporta al tiempos de nuestros abuelos, y, evocan tiempos que nos dan una agridulce sensación de nostalgia o una ansiedad infinita, como bien lo expresó  Guillermo Meneses   

"Caracas es un hermoso sitio de la tierra, un hermoso sitio para la vida y para el hombre. Lo he escrito una y mil veces. Hasta he llegado a imaginarme y a decir que el caraqueño es un hombre de montaña que lleva dentro su sueño permanente del mar. Y un hombre así posee condiciones de excepción en el mundo. Es, en cierto sentido, completo en sus contradicciones: montañés de bruma y horizonte de cerros verdes, pero también costeño que siente el mar como una ansiedad infinita" 


Jóvenes de la época, quizás van camino a Sabana Grande o Los Chorros. 

Esquina La Bolsa 

El Capitolio / Parte Sur del Palacio


Villa San Inés/ Parada de Taxis 

Niños en el Mercado de San Jacinto

Comerciante y Turista  en el Mercado de San Jacinto 

Plaza  El Venezolano / Pedestal de Antonio Leocadio Guzmán 

Mercado de San Jacinto 

Universidad Central de Venezuela 1930 

Universidad Central de Venezuela 

Cochero en la esquina de la Bolsa 

El Guaire 

Caño Amarillo/ Parada de taxis 1930 

Plaza Las Mercedes

En el centro de la Plaza concreta "El Magnánimo" el triunfo
de la Revolución Federalista
“De un libro de tradiciones caraqueñas tomamos lo siguiente: “La esquina de Tienda Honda tenía su plaza adyacente. Esta era sin duda, la Plaza mayor de Caracas en cuanto a amplias proporciones. Su perímetro alcanzaba varias hectáreas  de terreno y sobrepasaba una manzana.  En su contorno, varias construcciones y dos alamedas  muy profundas, que habían servido como cotos de cazas. En su suelo se daban infinidad de flores y frutos tropicales. Los limones de esas huertas llegaron a tener gran popularidad como pudieran tenerlo los de Chacao. Una gran vaquera surtía diariamente de  leche, buena parte de la Caracas de entonces y también se detallaba añil, caña, cacao y café”. 

Tal la noticia que tenemos de la de hoy, relativamente pequeña, Plaza de “las Mercedes”, parece cosa cierta que el templo le ha dado su nombre a la Plaza donde él descansa. Entonces, el aspecto que presenta en los actuales momentos marca solamente – cuando  más- una etapa del siglo pasado.  Es bien sabido que los Capuchinos cuando su llegada a Caracas se establecieron en la Parroquia San Juan. Una esquina de ese barrio la esquina de Capuchinos  mantiene  la mencionada rememoración. En ese sitio existió un convento  y un hospicio donde los virtuosos Misioneros prestaron apreciables servicios.

La iglesia de “Las Mercedes” sede de los hijos espirituales de San Francisco- ha continuado la ejemplar labor que iniciara la fundación de “El Pardo”  de Madrid, en la parte suroeste de Caracas. Y desde allí han alcanzado, en un generoso anhelo misional, hasta el mismo corazón de la selva guayanesa. Los Capuchinos, su virtud, su inteligencia, su dinamismo, su perseverancia, han logrado la cristianización de buen número de tribus aborígenes. Las Mercedes, la iglesia, se ha prolongado hasta la vieja Angostura y varias escuelas expresan elocuente y objetivamente la magnitud  redentora de ese noble español misional. 


Colección Nicomedes Febres
¿ Qué año será?
La Plaza donde está erigido el templo presenta un aspecto característico. Es decir, está dividida en tres porciones. La de la iglesia, remata en la Gruta de la Virgen, y cuenta con varios árboles seculares.  La del centro, donde se encuentra el busto del Licenciado Agustín Aveledo construido en fecha reciente; y la tercera, la más antigua de todas, - la verdadera plaza- consagrada  a la rememoración de la Guerra Federal. Y llegamos a esta conclusión por el simple hecho de levantarse allí la  estatua del Mariscal Juan Crisóstomo Falcón, jefe –por muerte de Ezequiel Zamora- del movimiento federalista  triunfante en Venezuela después de incontables vicisitudes. Dicha estatua parece ser un homenaje personal del General Antonio Guzmán Blanco a su jefe en aquellos empeños revolucionarios. Al menos la leyenda grabada en la base  o pedestal dice, más o menos: El General Guzmán o Antonio Guzmán Blanco consagra este homenaje  al General Falcón. Se trata así, de la gratitud o de la admiración del caudillo caraqueño por el Magnánimo, es decir por el nobilísimo hombre que supo inspirar bajo su égida de Magistrado, el famoso decreto de garantías. Más, en uno y otro caso, el homenaje es justiciero. Falcón fue generoso y prestó servicios  beneméritos. El mismo Juan Vicente González, detractor sistemático del General Falcón, después de conocerle rectificó su temerario concepto y terminó por ser él uno de los más decididos apologistas suyos. 

Fuente: El Farol 
       

jueves, 9 de julio de 2015

Caracas en dos tiempos

Caracas de Ayer y Hoy 

Antes….



… Aquellas noches caraqueñas de la Colonia y de los años que siguieron a la Independencia se caracterizaban por las tinieblas y el silencio propicias para que figuras fantasmales del más allá sembrasen el temor en el espíritu medroso e ingenuo de la  gente que aseguraba oír el relincho  y el trotar de la Mula Maneada  y los lúgubres quejidos  de la Llorona. En la edad temprana  de la pequeña  villa de Santiago de León de Caracas ni siquiera faroles habían en las esquinas., por lo que los contados transeúntes  que se aventuraban en las horas nocturnas tenían que alumbrarse  al paso con velas de cebo colocadas dentro de las cajitas cuadradas forradas de vidrio para que el viento no la apagara. Tiempo después los zaguanes de las casas mantuanas se instalaron faroles  con candilejas de aceite de coco y posteriormente aparecieron faroles en varias esquinas principales de la ciudad.     


Después…





Desfilaron con lentitud los años sobre la ciudad envuelta en una penumbra de sus noches, alumbradas a medias hasta la madrugada, momento éste en que los  faroleros procedían a apagar los candiles que muchas veces se consumían solos por agotamiento  del combustible. En 1881 apareció el alumbrado de gas y dos años más tarde se realizó un ensayo con alumbrado eléctrico en el Teatro Guzmán Blanco o Municipal, Calle del Comercio y los bulevares del Capitolio. No era igual este alumbrado al de nuestros días, aún cuando se asemeja bastante.  El alumbrado eléctrico en forma suplantó en Caracas a los tradicionales farolillos el 8 de agosto de 1897 cuando se inauguró la primera empresa de este género gracias a los esfuerzos  del inmenso Tomás  Alva Edison llamado el “Mago  de Menlo Park”, quien fue el afortunado inventor  de la bombilla eléctrica. Desde entonces desaparecieron  la tinieblas en casas, calles y avenidas.    

Fuente: Transcrito de la Revista Elite 1963
Autor: C. Humberto Soto


Los viejos arquitectos ante la nueva Caracas”


“Caracas  crece vertiginosamente. Se levanta, se endereza, se alza sobre su valle como un mar tempestuoso. Todo cae para volver a levantarse. Se van, bajo la destructora piqueta, los viejos edificios con sus fachadas añejas y sus formas tradicionales. Todo renace. Nuevas formas y nuevas ideas brotan por doquier. Ya no es más nuestra romántica Santiago de León. Esa romántica ciudad de que con tanta nostalgia nos hablaban nuestros abuelos. Ese viejo conglomerado de casas y plazas, que parecían allí juntadas por las manos poderosas de un gigante, que al ser recordadas velan de gris los ojos de nuestros padres. Romántica en sus voces y en sus añoranzas; romántica para ellos que le entregaron los mejores años de su vida. Y que dejaron sobre sus calles empedradas, bajo sus típicos aleros, todas sus marcas de alegrías. 

Pero es necesario caminar al hilo del progreso. Pegarse como una parásita a un árbol, al momento histórico de cada día, de cada año, de cada época. Nuestra ciudad crece. Hay más hombres, más industrias, más problemas. Nuestro comercio se intensifica, lo mismo nuestra vida. Se impone una visión distinta, una organización diferente, una antítesis estructural. Hoy nuestra ciudad crece. Hay más hombres, más industrias, más problemas. Nuestros comercios se intensifican, lo mismo nuestra vida.  Se impone  una visión distinta, una organización diferente, una antítesis estructural. Hoy nuestra ciudad, tratando de solucionar problemas de orden económico y social, se eleva  buscando a Nueva York. Se materializa, se hace práctica. Donde antes se levantaba una casa de techos rojos hoy se alza un edificio recto y frio, un bloque  de granito y piedra que sólo aspira a abarcar más en menor espacio.  La línea sin complicaciones sucede al arabesco. No hay tiempo para florituras. Estamos en una época que se hincha como un globo y cuyo futuro ignoramos.  Es necesario correr, correr, para no ser alcanzado… ¿Alcanzado por qué? .. ¡Es algo que ignoramos por completo!  Lo cierto es que nuestra  ciudad experimenta el proceso que debe experimentar; el proceso que por su momento histórico, por el espíritu  de su época, le es necesario cumplir.  Y a fe que lo está haciendo. 

Hoy queremos sin embargo, acordarnos de aquella Caracas de antaño. Hemos querido recordar sus viejos edificios, su vieja arquitectura; que por ser vieja no es ni peor ni mejor, sino solo el producto de su época. Queremos hablar de algunos de los hombres, de los arquitectos que colaboraron en la formación de la ciudad; de la ciudad que hoy tiene que ceder paso lógico al progreso, que debe doblarse ante el proceso       histórico-social que desaparece bajo los golpes secos y exhaustos de la piqueta reconstructora. Algunos de ellos están vivos, con éstos hemos charlado. Otros están muertos, nos limitamos a recordarles. 
Arquitecto Alejandro Chataing 

“A tal señor, tal honor”, dice un viejo apotegma. Por eso es necesario hablar en primer término de Alejandro Chataing que, según acertadamente afirma su hijo el Dr. Luís Eduardo Chataing, ocupa por sí solo “toda una etapa de la arquitectura venezolana;  aquella que coincide con las primeras décadas  del siglo”.

Alejandro Chataing estudió en la época de Guzmán Blanco, con Juan Hurtado Manrique; quién había construído la Basílica de Santa Teresa. Trabajó con él en la realización del Arco de la Federación. Luego comienza su obra  personal con el pórtico  levantado al fondo de la calle del Carmen a la “Quinta Crespo”, y el acceso de entrada a la misma.  En el Banco Caracas deja luego, una lámina, de fuste de su orientación artística.  En el Museo de Historia  Natural- que fuera  luego Museo Bolivariano- perfila su yo, imbuido en las modernas tendencias de los estilos triunfantes. En la Exposición de París de 1900, en  el “grand” y en el “petit-palais”  de los Campos Elíseos, y en la decoración  teatral del Puente Alejandro III, cuyos pilones ornamentales, los encaja en la fachada del Teatro Nacional. Realiza también el Palacio de Justicia, la Academia Militar (donde está hoy el Ministerio De la Defensa), el Ministerio de Hacienda, hoy derruido; el Teatro Ayacucho, La Gobernación vieja (donde está hoy la Prefectura), el Nuevo Circo de Caracas, La Escuela de Música y Declamación, La Iglesia San Agustín, el Banco de Venezuela,  y el Hotel Miramar, inaugurado el mismo mes de su muerte: abril de 1928. 

Postal del Nuevo Circo de Caracas

Maqueta del Gran Hotel Macuto
"Hotel Miramar"

Su obra es verdaderamente gigantesca en nuestra Caracas de antaño. Y también en el interior del país ha dejado su incalificable huella. En mole de piedra, en las sabanas de Carabobo, realiza un Arco Triunfal  para glorificar la hazaña del 24 de junio. Su muerte fue muy sentida por el pueblo venezolano, ya que fue el más alto exponente de la arquitectura e ingeniería de su época. Su hijo, el Dr. Luís Eduardo Chataing, nos ha hablado de su padre con verdadera emoción. Esto nos ha servido para rendir este pobre homenaje a tan gran venezolano."     
  
Fuente; Gilberto Pinto.
Elite 1955

domingo, 5 de julio de 2015

Dr. Carlos Guinand

En el día del arquitecto he querido compartir una serie de entrevistas que fueron realizadas a varios de los más renombrados del siglo pasado, ello, con motivo al Congreso de Arquitectos que se llevó acabo en la Ciudad de Caracas en 1956,

He aquí la primera de ellas.
El Dr. Guinand nos habla de la arquitectura moderna capitalina,de sus ventajas. Es uno de nuestros veteranos arquitectos , realizador del Sanatorio  AntituberculosoEl Algodonal y del Cuartel de Aviación de ,Maracay
El Dr. Carlos Guinand es un hombre pequeño y nervioso, que ríe continuamente y que no le gusta irse de  las primeras en  cuestión de dar opiniones. Es otro de nuestros veteranos arquitectos. Ha realizado, entre otras cosas, el edificio del Ministerio de Fomento, el Sanatorio Antituberculoso del Algodonal, el Teatro Boyacá, el cuartel de Aviación en Maracay, la Policlínica Caracas y el Edificio San Fernando. Pero el Dr Guinand no le gusta hablar de su trabajo. “No estamos para autobombos”,  dice continuamente.
La nueva arquitectura caraqueña no le merece confianza, cuando le hablamos de ello nos dice…
-La monotonía de la mayoría de las construcciones capitalinas tienen dos causas principales: la dictadura del módulo (tabú) y el dicho “Me lo hacen a tanto el metro cuadrado”.  Sin embargo hay un buen número de edificaciones de real valor arquitectónico. Caracas se debe cuidar de la fiebre de los rascacielos. No los necesita, ni son racionales: la desocupación casi endémica  de los pisos altos de los de Nueva York así lo comprueba.  En cuanto a la llamada arquitectura funcional opino que, “funcional”  es una de las tantas palabras  del vocabulario de moda. En cualquier época para ser buena la arquitectura ha tenido que ser racional, y racional tiene significado mucho más amplio que funcional.
El Dr. Guinand afirma que es imposible hablar de unidad de estilo en la arquitectura capitalina porque la “arquitectura de hoy está todavía en plena evolución y la variedad de formas y conceptos a veces aparentemente contradictorios son la mejor prueba de su vitalidad”.
La firma Guinand & Brillenburg, de la cual el Dr. Guinand forma parte, tiende a canalizar su actividad actual hacia proyectos de construcciones e instalaciones científicas o industriales en donde la máquina es parte esencial. Tienen varios trabajos complicados que realizar: El observatorio Cajigal, la Planta para cauchos Goodyear, la Corrugadora de Cartón, “El Planetarium”.
-¿Cree Usted doctor, que con el derrumbamiento de los viejos edificios arquitectónicos se va en contra de la tradición de un País?
-Todo lo que tiene un valor espiritual se debe cuidar; y Arquitectura buena –que no vieja- es tan valiosa como todo el folklore por lo cual tanto nos preocupamos hoy.
Y con esta convicción le dejamos atareado en sus proyectos. Proyectos que son muchos  como lo justifica la calidad de sus trabajos.  

Fuente : Elite
Foto de Garmendia.

     

jueves, 2 de julio de 2015

La Plaza de Candelaria

Con motivo al aniversario #448 de la Fundación de nuestra amada ciudad, he querido traer al blog una serie de crónicas (que he transcrito a lo largo de estos años ),  que lamentablemente están en el olvido. Me he propuesto recuperar material publicado- dado el estado de deterioro en que se encuentran - en revistas, libros, prensa de época.
En la presente ocasión, el cronista de esta hermosa reseña es Don Antonio Reyes, quién mensualmente durante los años 40, realizó un bello trabajo para la Revista  "El Farol".
Espero la disfruten y sea de utilidad. 

MF

La Plaza de Candelaria.

“Hacia el este de Caracas, a la izquierda de la avenida principal, se encuentra uno de los barrios más populosos y añejos de que puede ufanarse esta urbe. Su pasado es remoto y puede situarse en los primeros tiempos de la conquista. De  la parte Norte, la capital se extendió hacia el punto cardinal donde el sol nace todos los días,  y pronto el hospitalario  aledaño vióse  poblado de pequeñas  y rústicas viviendas. 

Comenzaba a formarse una raza: el cruce del hispano, con el indio y también con el negro iniciaba asimismo  la elaboración de lo típico en lo racial y en la costumbre. La base- el elemento fundamental étnico proveniente del viejo mundo  lo constituía  la región extremeña. Fueron, en su gran mayoría, hijos de esa provincia  española los que prestaron mayor interés  al dominio y colonización de estas tierras.  Mas la imigración [sic]  que se situara en la mencionada porción caraqueña arrancada del mismo seno del Atlántico europeo. Y al subrayar esa expresión, queremos indicar la condición  de una Isla Occidental: La Gran Canaria. De allí vinieron igualmente pobladores para la Capitanía General de Venezuela. Sólo que los citados isleños no ostentaban casi nunca calidad de Capitanes, Encomenderos, Intendentes o Gobernadores territoriales. Eran particularmente trabajadores (simples obreros agrícolas o pecuarios) los descendientes  de los casi mitológicos  gigantes de la Atlántida, (de esos famosos guanches anteriores a la Conquista de Europa) los mismos que se aventuraron en busca de la ofuscante riqueza de la América recién descubierta. Y vinieron en son de trabajo armados en lo exclusivo de su buena fe y de extraordinaria fortaleza física…. Y para sede buscaron en Caracas un sitio apropiado y la Virgen, patrona de esas Canarias – donde el trabajo es casi un rito- fue entronizada en el barrio elegido: Candelaria. 

La historia de Candelaria es pues remota y como tal tiene carácter típico.  En sus calles y en sus antiguos  paseos se sorprende el sello inconfundible de las edificaciones de esa época; época  fácil de reconstruir, gracias a los dibujos que guardan los Museos Municipales de Las Palmas.  Y es que Candelaria tiene aspectos verdaderamente singulares! Existe en algunos parajes, no modernizados, de esa parroquia una modalidad especial en la construcción de las viviendas, traducidas en la colocación de los techos con una inclinación exagerada.  El arco también parece, en ocasiones, con relieves  e incrustaciones en el centro y el barroco proverbial en Extremadura, Castilla y parte de Andalucía no tiene nunca sitio en el adorno. La rememoración isleña aparece así bien acusada. La Iglesia; la muy caraqueña iglesia consagrada al culto de La Candelaria no puede esconder el extraño concepto  artístico de quien la edificara. Es bien sabido que se trata de un templo relativamente moderno.  Pero tampoco debe olvidarse que allí existió una Capilla durante muchos años y que esa fue aprovechada en algunas de sus partes frontales. El inexplicable martillo que la iglesia forma con la calle que la circunda, en la parte sur, destaca la contradicción anotada. Sin embargo y  a pesar de los defectos anotados, el templo logra interesar al paseante observador. Y el interés aumenta al contemplar la plaza que exorna el caprichoso cromo de las casas adyacentes. Plaza cuadrangular, posiblemente sin mayores bellezas artísticas y sin relieve en lujos deslumbradores. Se trata de una plaza sencilla  que ostenta poco pero sugiere mucho.  La Estatua del General José Gregorio Monagas, libertador de los esclavos el 24 de marzo de 1854, se yergue entre la laxitud de sus jardines muchas veces marchitos. El monumento transcribe muy poca humanidad.  Quizá no acertó el escultor en su labor.  Se nota falta de vida y carencia de expresión adecuada. Más, a pesar de ello, clasifica una página  de nuestras convulsiones internas: El empeño venezolano de buscar ansiosamente  el principio de una conciencia  humanitaria. Aquella que pretende siempre, lograr a toda costa, la identidad de todos los hombres y todas las razas. 

Y hasta aquí Candelaria  y con ella algo de su historia y de su tradición."

Pintoresco y Colonial aspecto de las calles
adyacentes  a la Plaza 

Estatua del General José Gregorio Monagas 



  

lunes, 22 de junio de 2015

Planos del Gran Hotel Macuto ( Hotel Miramar)

El Gran Hotel Macuto

“Bajo la dirección del eminente Arquitecto  don Alejandro Chataing, se dio comienzo el lunes de la semana que hoy termina, al Hotel de Macuto, moderno edificio que por su magnitud  y las excepcionales comodidades de que dispondrá, será realmente suntuoso. 
Billiken ofrece a sus lectores los planos de la fachada y la planta dispositiva del Hotel acerca del cual hablaremos largamente en su oportunidad “ 




Fuente Billiken, febrero 1926
(Fotos de Manrique y C.a) 

sábado, 13 de junio de 2015

José Antonio Páez


Portada de Billiken  El General Paéz en Carabobo ( junio 1921)
.. Así se ve venir entre el revuelto torbellino del
combate de su rojo penacho batido por el viento,
cual una llama errante, veloz, inextinguible, alma de la batalla,
Provocadora del incendio”

Eduardo Blanco

Imagen: de una litografía de la época. 






“Un oscuro pastor de nuestras pampas, uno de esos granos de arena imperceptibles que el huracán de las revoluciones arrebataba del polvo, vivifica con su aliento de fuego, hacer girar en el torbellino de las batallas, acrece, inflama y pule en la rotación continua y sucesiva de acontecimientos trascendentales y levanta luego a las alturas de los astros..”

Fuente: Billiken 1921 

viernes, 12 de junio de 2015

La Línea Blanca de La Pastora

Espero que estas pequeñas crónicas de situaciones, hechos, empresas, momentos que no era primera página en el siglo pasado y que algún noble periodista o escritor dejó plasmado en hojas que están destinadas a desaparecer, sea de provecho.

 En la medida de mis posibilidades me he dado la tarea de ir recuperando algunas de ellas y que luego que muera el papel, quizás esta nota dentro de unos 100 años esté perdida en el mundo cibernetico, si es que emplee bien el termino. Ustedes me entienden .

Nuestras empresas de Tráfico


“Nuestras empresas de tráfico, nuestras compañías propietarias de autobuses tienen hoy un espléndido exponente de progreso y rectitud en la “Línea Blanca” que hace el tráfico a las calles apartadas de la Pastora y Puerta de Caracas. 
Obra del esfuerzo y la constancia de su fundador, quien no ha decaído un solo momento por hacer que su empresa avanzara a  pasos agigantados quien contra viento y marea ha sabido situar la “Línea Blanca” de La Pastora en el crédito con el que goza  hoy en el ánimo del peatón caraqueño. 
  
Miguel Angel Antonini propietario de la Empresa
"linea Blanca" en La Pastora. 

“La Línea Blanca” fue fundada exactamente en el mes de enero de 1926. Se fundó con solo dos autobuses Chevrolet de 16 pasajeros cada uno,  y su fundador fue el señor Miguel Ángel Antoni- actual propietario- El señor Antoni colocó la novel compañía en ciernes bajo la advocación y patrocinio de la Inmaculada Concepción de María. De ahí la pintura blanca y azul que visten los carros de la empresa en referencia. Estos colores distintivos de su patrona. 

Estos datos iniciales los hemos obtenido de boca del señor Antoni, a quien hemos hecho una vista a sus Oficinas en La Pastora. Dejemos que nos siga hablando: - Desde la fecha de su fundación hasta el años 1933 tuvo la “Línea Blanca” competencia de las Empresas siguientes: “Líneas Tres   “; “Líneas Unidas”, “Línea Amarilla”, “Línea de camionetas” y otras de menor cuantía, pero todas desaparecieron, quedando la “Línea Blanca” cada día más llena de fe en el ánimo de su director.

Actualmente cuenta la empresa con veinte carros “Diamond”, todos completamente nuevos y modernos. Esto lo hemos podido realizar porque vendemos los carros cuando ya aparecen demasiado usados. Desde nuestra fundación hemos vendido  treinta carros.  Actualmente nuestro tren de empleados es bastante considerable: 40 choferes, 40 colectores, 2 mecánicos, 1 jefe de choferes, 2 operadores, 2 Inspectores Fiscales en Altagracia, 1 Inspector en Tajamar y uno en Puerta Caracas, 1 contador, como verá usted es regular el numero de persona que dependen de la Empresa. 


Eso lo hemos solucionado poniéndole a nuestros empelados un sueldo fijo, sobre todo a chóferes y colectores. Y, esto le advierto no es  de ahora, pues desde la fundación usamos tal procedimiento. (..) 
En los archivos de la Inspectoría General de Vehículos  no se ha registrado nunca una desgracia personal, relativa a accidentes de nuestros carros. Y esto es una de las cosas que ha hecho popular nuestros carros.  Lo mismo que el pasaje de días feriados o altas horas de la noche que lo tenemos sencillo siempre. 


Nuestro servicio se hace por guardias repartidas de 51/2 am  a 1.pm primera guardia: de 1 pm a 7 pm segunda guardia; de 7 pm a 10 pm tercera guardia y de 10 pm a 11 pm una guardia especial.     
Los pasajeros de La Pastora pueden responder del trato y decencia de mis empleados. Yo vigilo personalmente las actividades de La Empresa y por esto puedo afirmar  que nunca se descuidan los intereses del publico ya que la “Línea Blanca”  está al servicio de él. 

Bomba de gasolina con la que surten
los autobuses 


Por Alfredo Figueroa 
Elite 1934

martes, 9 de junio de 2015

El galán de la Charneca "Julián Pacheco"

En la década de los cincuenta del siglo XX, Caracas experimentó una radical transformación que dejó muy atrás los intentos del guzmancismo en el siglo XX. Viejas calles e inmuebles que sobrevivían desde la época colonial, cedieron el paso a monumentales avenidas y edificaciones. Por supuesto, el cambio tuvo por contexto el de una población predominantemente rural a otra urbana. Las migraciones se incrementaron desde el interior y exterior. Surgieron grandes sectores populares en la ciudad capital también afectados por el reemplazo progresivo del rancho a los grandes bloques de apartamentos (o apartamientos, como también se les decía).
Ya era otra la idiosincrasia de Caracas y, particularmente, la de los sectores populares.  El cerro de La Charneca (llamada por Pablo Neruda la rosa gris) tuvo una extraordinaria representación de sus habitantes: Guillermo Rodríguez Blanco. Muy pocos lo conocen por este nombre, pues el artístico fue Julián Pacheco.


Comediante de sonoros éxitos, ampliamente conocido a partir de los cincuenta, Julián encarnó al muchachón promedio del barrio La Charneca por su peculiar lenguaje, extravagante vestimenta y el no menos llamativo modo de andar.  De bigotes cortos y sombrero llanero, era fiel a una época en la que estuvo de moda tales bigotes y el sombrero una pieza natural para salir a la calle, hasta que – entre los ochenta y noventa – exhibió una imagen más actualizada.

Gozando de una inmensa popularidad, hoy insospechada por las nuevas generaciones, reflejó esa caraqueñidad tan sabrosa de la barriada. Hizo buena televisión, pero – definitivamente – la radio fue el medio más extendido, donde triunfó. Por muchos años mantuvo un programa radial con Chuchín Marcano que, al desaparecer éste físicamente, prosiguió (“Julián y Chuchín, dos vivianes de postín”). 

El humor creador y cotidiano constituyó su principal herramienta incluso para la crítica social que jamás abandonó. Vale decir, la ingeniosa jocosidad que también lo hizo vocero de los más urgidos problemas sufridos por las barriadas que, bueno es recordarlo, no estaban consolidadas en un alto porcentaje). Agua, pavimentación, basura, electricidad, hampa o alguna epidemia, eran temas recurrentes. Claro está, el prototipo de adolescente o joven de mala conducta, no llegaba a los límites hoy conocidos del malandro o azote de barrio.


Guillermo Rodríguez Blanco (Julián Pacheco). Momento, Caracas 1961
¿Quiénes le acompañan? 
Quizás su programa más recordado fue “Julián y Chuchín, dos vivianes de postín”, junto a Chuchín Marcano, espacio que se transmitió por Radio Continente, luego por Radio Caracas Radio y finalmente fue difundido por Radio Rumbos y por televisión nacional. El contenido del programa estaba basado en las diversas críticas políticas, sociales y económicas que se le hacían al gobierno de turno a través de parodias y chistes. Su popularidad, le valío una participación, en 1957, en el tema “Ya salió Julián Pacheco” de la Billo´s Caracas Boys.

Manolo Monterrey con la orquesta de Chucho Sanoja también le dedicaron un tema, en 1959, titulado “Julián Pacheco”.

El personaje de Julián Pacheco popularizó la frase “pero bueno, bueno bueno, sí”. Guillermo Rodríguez Blanco compartió escena con grandes figuras de la época, entre las que destacan Renny Ottolina.

Fueron muchas las frases que Julián Pacheco acuñó. Después de quejarse por algún problema, señalando ciertas responsabilidades, decía “!los agarró el computador!” (Una época en la que no existían las computadoras portátiles de ahora, por cierto). O “bueno, pero bueno, pero bueno ¡sí!”, con lo que también concluí el comentario crítico. Lo recordamos como  animador de Sonrisas Colgate, con la orq. de Luís Alfonzo Larrain y Fiesta Fabulosa, con la Billo´s; fué allí precisamente donde nació su personaje “Julián Pacheco”, en un sketch llamado “Los Güere-güere”. Con su personaje participó en películas como “Dos Gallos en palenque” (1960), junto al mexicano Eulalio González “Piporro”.

Fallecido en marzo próximo pasado, permanecerá en el recuerdo de todos los que aman la ciudad, a su gente, sus costumbres y vicitudes.

Foto de Guillermo Rodríguez Blanco (Julián Pacheco), en familia. Momento, Caracas, 1957
La Charneca, imagen de Elite 1958

miércoles, 27 de mayo de 2015

La Castellana retro

¿ Reconoces dónde es?
  
                             Urb. La Castellana al fondo el obelisco Pza Altamira (sin fecha)



La Misma imagen en dos tiempos
aporte de Jorge Peña 





IGLESIA CLARET




En la imagen observamos la Iglesia Antonio Maria Claret ubicada en los 2 caminos.

Expresa su copilador, nuestro amigo el Arq Ricardo Rodriguez Boades @dimeCaracas lo siguiente: "La imagen en B&W es del año 1946 de autor desconocido,  pero con una gran sensibilidad fotográfica,la costumbre de que las mujeres dejaran de usar el velo  al entrar a la iglesia, proviene de los 70 cuando se realizó el  II concilio  del Vaticano, En 1970, el Papa Paulo VI promulgó el Nuevo Misal Romano, que ignoró mención alguna de los velos de las mujeres. Pero en el momento en que se estaba publicando el misal, no parecía necesario dejar una práctica tan obvia y universal como cosa obligatoria.

La Iglesia en tres tiempos, aporte del amigo Jorge Peña



viernes, 22 de mayo de 2015

Flor María Chalbaud de Pérez, Primera Dama


Doña Flor María Chalbaud Cardona de Pérez Jiménez, nació en Caracas el 03 de julio de 1921 y casó con el General Marcos Pérez Jiménez en 1945, con quién tuvo tres hijas de nombres Margot, Flor Ángel y Flor de María. Fue la primera dama venezolana Entre 1953 - 1958, en participar en actos protocolares y de estado de acuerdo a las políticas implementadas por la Presidencia de la República en aquél tiempo. 
La primera de ellas con la creación de la Sociedad Bolivariana de Damas, constituida por las damas que conformaban el gabinete presidencial: Flor de Pérez Jiménez, Lola de Gutiérrez Alfaro, Herminia de Fernández, María José de Guzmán, Mina de Otáñez, María Cecilia de Urbaneja, Gladys de Soulés de Baldó, Gloria de Bacalao Lara, María Cristina de Pacanins, Carmen de García Álvarez, Elena Bueno de Vallenilla Lanz, Graziella de Gutiérrez, Clara de Díaz González, Mercedes de Mazzei, Josefina de Tinoco Rodil, Olga de Luongo Cabello, Eva Arismendi e Isabel de Moreno.  
Su objetivo era:  "procurar por todos los medios posibles asistencia  a la madre y al niño venezolanos y dedicarse a demás a otros fines de protección social" 
entre los años 1953-1954 la Sociedad Bolivariana de Damas, se dedicó a inaugurar no solo en la ciudad de Caracas sino en todo el País,  Casa cuna y Jardines de infancia, escuelas, repartieron juguetes, inauguraron Parques Infantiles, Centros maternos, etc. 
En las siguientes graficas encontrarán algunos momentos en que fueron inauguradas algunas de las obras construidas.










Escuela artesanal para varones
En Caracas