Demolición de “La Rotunda” y creación de la “Plaza de la Concordia” como símbolo del pensamiento de unificación nacional del cual están vinculados los futuros destinos de la República.
La Rotunda sobrevivió durante más de ochenta años sobre sus cimientos. El edificio proyectado como cárcel pública, fue comenzado a construir en 1844, durante la presidencia de Carlos Soublette y terminado en 1854 cuando José Gregorio Monagas ejercía su mandato.
Su triste fama como destino para aquellos que disentían o combatían al gobierno, comenzó en 1899 con Cipriano Castro, -también otro perverso dictador- y acabó inmediatamente luego de la muerte de su traidor compadre, Juan Vicente Gómez en 1936, por orden de su sucesor, Eleazar López Contreras quien demoliera el edificio y en su solar se construyera la Plaza de la Concordia.
“Memorias de un venezolano de la decadencia”, que escribiera José Rafael Pocaterra, muestra la primera impresión que el autor recibiera al ingresar en 1919 como preso político a aquella terrible mazmorra caraqueña, que por su particular arquitectura circular se le conocía como La Rotunda.
Los avatares políticos de esta Venezuela tan pródiga en hombres ilustres, llenos de fervor humano y democrático, y tan desconsoladamente triste en destinos despóticos de la naturaleza más perversa y humillante, expresó Pocaterra:
Los avatares políticos de esta Venezuela tan pródiga en hombres ilustres, llenos de fervor humano y democrático, y tan desconsoladamente triste en destinos despóticos de la naturaleza más perversa y humillante, expresó Pocaterra:
“Hiede a podre, a basura húmeda, a fosa común de cementerio abandonado. Tropiezo en la oscuridad con desperdicios infectos. Cuando mis ojos comienzan a distinguir tras la media luz de la cortina, -solo dos míseros foquillos alumbran aquel circo de aquelarre- sus paredes leprosas, sus nueve pilares soportando el alero, su pasadizo circular que rodea las bóvedas del primer piso- noto que hay una tabla empotrada al fondo de la hornacina. Tiene ésta dos metros de largo por uno y medio de ancho y algo más de dos metros de altura. Me apoyo en la tabla a manera de camastro que está allí contra la pared. Un ordenanza me despoja de los zapatos; colócame dos argollas sobre los tobillos, pasa luego por ellos una gruesa barra y a golpe de mandarria que despierta los ecos de aquel recinto, espaciada, comienzan a remachar la chaveta de acero… Todo aquel aparejo pesaría unas setenta o setenta y cinco libras. -¡Trata de sacar el pié! -me recomienda el llamado Nereo.
Como no le hago caso, fuerza mis pies a ver si doblándolos logro sacarlos de la argolla infame. Ahoga en mi alma el dolor del esguince. Me he roto el labio inferior con los dientes. Una ira loca me invade, y como todavía estoy fuerte, me arrojo sobre la tabla y levanto en vilo el par de grillos sacudiéndolos sobre la madera. Salen. Acaban de clavar la cortina hasta abajo. Ni una línea de luz. Alguno, el Nereo tal vez, murmura al partir: -Éste es de los bravos, ¡pero aquí se amansa!”.
No es sino hasta el gobierno de Eleazar López Contreras, quién el 02 de enero de 1936 en Gaceta Oficial Nº 18.843 decreta en los siguientes términos su demolición.
Gaceta Oficial del 02 de enero de 1936 Nº 18.843
Considerando:
Que el edificio destinado a la cárcel pública situado en esta ciudad en la calle Sur 2 entre las esquina de la “cárcel” y “Hospital” conocido con el nombre de “La Rotunda” no reúne las condiciones adecuadas para la represión de la delincuencia y su regeneración, de acuerdo con los modernos sistemas penitenciarios… que con la demolición del mencionado edificio, se daría satisfacción a cuantos sufrieron en él la privación de libertad.
Decreto:
Artículo 1: Procédase a la demolición del referido edificio y constrúyase en su lugar una Plaza Pública que se denominará: “Plaza de la Concordia” como símbolo del pensamiento de unificación nacional del cual están vinculados los futuros destinos de la República.
Artículo 2: Procédase a la construcción de un nuevo edificio destinado a cárcel en la Ciudad de Caracas.
Fachada de la Rotunda |
El interior de La Rotunda, a la vista se aprecian los calabozos de la planta baja y alta |
El cadete Armando Chávez, preso en La Rotunda portando grillos de 75 libras. Foto del año 1930 |
El yunque de remachar grilletes |
Por ese espacio conocido como "el buzón" penetraban los vivos y salían los muertos |
El tristemente célebre carcelero de La Rotunda, el cabo de presos Nereo Pacheco |
símbolo del pensamiento de unificación nacional del cual están vinculados los futuros destinos de la República. |
Plaza de la Concordia |
Placita La Concordia, los años felices de mi niñez y parte de mi juventud. Lamentablemente derribada durante la administración de Diego Arria, para construir el mamarracho estacionamiento actual.
ResponderEliminarEra una plaza hermosa de grandes arboles y la destruyeron para construir lo q parece un baño de carretera. Recuerdo cuando la destruyeron con una grua que tenia una bola gigante de acero,fue muy triste
EliminarQue de patinatas y juegos de pelotica de goma en esa Plaza. Como todo lo bueno en el Pais, demolida
ResponderEliminarTumbar a La Rotunda fue un error, así como lo fue la recuperación del Cuartel San Carlos, que quedó peor que como era pues le sustituyeron sus ventanas originales de madera por ventanas de lámina de hierro, una brutalidad. La Rotunda recuperada fuese hoy un monumento lleno de historia y de arquitectura representativa de la época de Soublette y José Tadeo Monagas, tal como lo es hoy en día el Cuartel San Carlos, también una cárcel llena de sucesos impresionantes. La manía de tumbar para hacer cosas nuevas nos ha dejado sin buena parte de nuestra historia arquitectónica.
ResponderEliminarResultado de los chanchullos de aquellos que lamentablemente les dejábamos la autoridad en la Ciudad,se tomaban desiciones sin consultar a la comunidad ni a los arquitectos historiadores, muchas veces conducidas por jugosas participaciones. Que barata es cierta gente...
ResponderEliminarEstoy de acuerdo conque La Rotunda debió conservarse sobretodo en un pais donde la inseguridad rueda por doquier.
ResponderEliminarIndudablemente que para aquel 1936 las demandas para derribar aquel histórico edificio que creo quedó inmortalizado en la memoria y en la historia de esta ciudad inclusive con el nombre de una esquina, Esquina de Cárcel, Cárcel a Monzón. Vientos monzónicos pasan constantemente sobre esta ciudad y arrasan con todo. Yo no conocí la Plaza de La Concordia y de aquello que nos presentan las fotos de los 40 y 50 no queda ningún vestigio solo ese esperpento que probablemente en la Caracas de 1977 no lo era tanto pues inclusive había un mural histórico que enseñaba algo de la historia del lugar. Y de aquello hoy una posilga. Pero recordar igualmente lo que hicieron con la Plaza del Panteón, con el Parque de El Calvario o con la que fue Plaza Washington que luego con un cambio de estatua (el histórico y absurdo cambio y mudanza, derribo y destucción y finalmente desaparición de las estatuas) pusieron la de Henry Clay paisano de Washinton a quien mudaron a un olvidado lugar de la Av. Páez.
Por ejemplo la Plaza de El Venezolano que era de San Jacinto perro pasó a Don Antonio Leocadio cuya estatua fue muidada en tiempos de Pérez Jiménez a la Cota 905 donde seguramente ya no está o la habrán fundido ya.
Ayer pase por Caracas, y las "remodelaciones" a la plaza Concordia estan paralizadas, alli lo que abundan son indigentes y drogos, que triste no? y lo primero que vi fue ese estacionamiento horrible que por lo visto no sera demolido, vale la pena remodelar tambien la hermosa iglesia gotica que esta a `pocos metros de allo, me gustaria saber mas historia de como fue construida.
ResponderEliminarsaludos
general en jefe gabriel angel villegas moreno general en jefe luis angel villegas moreno general en jefe gabriel angel villegas villegas los dueños de la demolicion de la rotunda
ResponderEliminares triste ver como el dinero y la corrupción puede acabar con nuestro patrimonio historico
ResponderEliminarQue mal de haber destruido esa cárcel pudo haber servido de ejemplo para crear otra similar
ResponderEliminarLa verdad si en Venezuela existiera una cárcel como la Rotunda no hubiera tanta deincuenca como hoy en dia, que mas bien el delincuente esta mejor proso que suelto, generándole un gasto innecesario a la nación por que no trabajan y hay que mantenrlos. Se debería implementar un régimen como el de aquellos tiempos en venezuela.y estoy seguro de que se acaba tanta siverguenzura que hay.
ResponderEliminarYa no respetan a nadie e incluso al mismo gobierno y a los organismo policiales.
y en donde la crearon
ResponderEliminargracia
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