El carnaval es una fiesta donde se puede apreciar claramente el grado de cultura y de ingenio de un pueblo. Caracas en esto se iba superando. Ya no se jugaba como antaño, con agua, harina, almidón o azulillo. No, el agua era de colonia, los polvos de arroz, las serpentinas, los confetis, y caramelos reemplazaron a aquéllos.
Primer Carnaval Organizado
En el mes de febrero de 1873 se tiene como la etapa inaugural del propiamente Carnaval Venezolano. Ejercía la primera Magistratura el General Antonio Guzmán Blanco, quién había insinuado en conversaciones privadas la conveniencia y su deseo de ver sustituido el bárbaro juego "que echaba por tierra todo miramiento culto y de respeto, por diversiones digna de una ciudad civilizada"
La Parroquia Altagracia fue la primera en secundar la iniciativa presidencial elaborando un programa de festejos carnavalescos extraordinariamente hermoso, en el pueblo caraqueño en general, tuvo eco la idea del Presidente Guzmán Blanco. Señalan testimonios de esos días: " que la ciudad que en épocas semejantes tomaba el aspecto más triste y desconsolador, se entregó a todo género de fiestas y regocijos. Como por encanto, al amanecer del domingo se vieron flotar en las ventanas gran número de banderas. En lugar de agua e inmundicias como en años anteriores, caía sobre el transeúnte una lluvia de flores, dulces y perfumes. Máscaras de aspecto que recorría toda la escala de lo grotesco paseaban por la ciudad. "
Inicióse así el Carnaval, continuando en los días siguientes con la mayor animación. Era un mundo de locura, poblado de seres muy cuerdos. Numerosas comparsas, unas a pie, otras a caballo llenaban las calles y recibían el saludo de las bellas en forma de ramilletes, nubes de dorados o plateados papelillos y finas esencias. Comprendían los disfraces diversas gamas: pintorescos y picaros algunos, raros e ingeniosos otros, muchos de lujo y belleza. Montando asnos y pollinos se venían ancianas que hablaban de sus amores de juventud. Viudas reincidentes. Solteras empedernidas. Casadas casquivanas. Luego las comparsas de los médicos y de los abogados. Los Generales. La de los fantasmas., evocadoras de tiempos idos. Disfraces de farol, de torre de la Catedral, de Sauce, de plátanos y macollas. Damas con peinados antiguos. Escuchábanse chistes y conversaciones donde brillaban la gracia picaresca del caraqueño y las más divertidas ocurrencias.
La prensa de entonces reseñó " La ciudad demostró que quería y estaba resuelta a convertir las carnestolendas del coloniaje en verdaderos carnavales. La capital se transformó como por encanto, y en vez de lúgubre aspecto con que aparecía antes de aquellos días., banderas de todas las naciones flameaban en las puertas y ventanas de todas las casas".
Para el año de 1874 , además del programa oficial elaborado, cada parroquia tuvo el suyo que incluía carreras de cintas, iluminación y adornos de frentes de las casas, comparsas, disfraces y participación en la carrera principal.
Seis cañonazos disparados a las 6 de la mañana del domingo de carnaval, indicaban que había comenzado éste. De 2 a 6 pm tendría lugar el gran desfile en toda la calle de los Bravos (después de Calle Real de Candelaria) y a él recurrían los disfraces a pie, a caballo o en carruaje. Se jugaría carnaval con flores, cintas, grageas, papelillos, perfumenes y dulces. El martes al finalizar frente a la Plaza Bolívar con acompañamiento de marcha fúnebre se procedía a la quema de la grotesca "efigie del antiguo carnaval " bailando en calles y plazas y avenidas la muchedumbre con la cual concluyó el festejo.
Celebrando el Carnaval |
La Plaza Bolívar recién inaugurada la Estatua Ecuestre del Libertador Guzmán Blanco |
Fuente: Reminiscencias de José García de la Concha 1962
y Estampa Caraqueña de Graciela Schael. 1975
¡Felicitaciones! Gracias por tan amena e interesante lectura sobre el Carnaval caraqueño de antaño.
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